Publicado el jueves, 11.29.12
Familia de Gross rechaza dictamen de Cuba que dice que su salud es normal
Juan Carlos Chavez
jcchavez@elnuevoherald.com
Las autoridades cubanas afirmaron el miércoles que la salud del
subcontratista estadounidense Alan P. Gross es normal, al tiempo que
descartaron la presencia de cáncer en una lesión que tiene en su hombro
derecho. Las conclusiones fueron rechazadas inmediatamente por el
gobierno estadounidense y la familia de Gross debido a que hasta el
momento no se les ha permitido una evaluación de carácter independiente.
Un comunicado del Ministerio de Relaciones Exteriores de Cuba (Minrex)
sostuvo que Gross mantiene un régimen voluntario de ejercicios físicos
"sistemáticos" y sigue una dieta balanceada de su elección.
"El equipo médico cubano también ratificó que el estado de salud general
de Gross es normal y recibe tratamiento adecuado para los padecimientos
que presenta, incluyendo aquellos crónicos, típicos de su edad, que
tenía desde antes de su arresto", explicó el comunicado.
Gross, de 63 años y residente de Potomac, Maryland, cumple una condena
de 15 años de cárcel. Fue detenido en La Habana el 3 de diciembre del
2009. Cuba asegura que Gross entregó al menos un teléfono satelital BGAN
y otros equipos de comunicaciones a la comunidad judía en la isla.
También denunció que el subcontratista contactó a otros grupos no
gubernamentales para que pudieran tener acceso a la internet.
Gross trabajaba para Development Associates International (DAI), con
base en el área suburbana de Washington, D.C. Según las autoridades
cubanas, los proyectos de ayuda a la sociedad civil de USAID son una
pantalla para financiar a la disidencia interna y atentar contra el
orden establecido.
La portavoz del Departamento de Estado, Victoria Nuland, hizo a un lado
las conclusiones del reporte médico y puso en duda que Gross esté
recibiendo un tratamiento eficaz.
"Este doctor no fue elegido ni por él (Gross) ni por nosotros, así que
no estamos en posición de hacer una evaluación de esos exámenes", dijo
Nuland en una conferencia de prensa en Washington D.C. "Hemos seguido
manifestando nuestras preocupaciones por su deterioro de salud", agregó
la portavoz.
Nuland recordó que Gross ha perdido más de 100 libras de peso y sufre de
varias afecciones, entre ellas, una artritis degenerativa que requiere
atención especializada.
En ese contexto el abogado de Gross, Jared Genser, afirmó que los
exámenes médicos realizados en Cuba no son concluyentes. Consideró que
la única manera de despejar las dudas sobre la salud de Gross es que La
Habana permita un chequeo médico independiente y fuera del alcance
gubernamental.
"Tenemos a un oncólogo revisando los resultados del gobierno cubano,
sobre los cuales hay dudas con respecto a su precisión", dijo Genser en
un comunicado. El abogado cuestionó la eficacia de la biopsia y reclamó
una prueba más avanzada, como una tomografía computarizada. Genser
deploró también que las autoridades de la isla hicieran público un
historial médico privado, es decir, sin la autorización de Gross.
"El señor Gross no autorizó la publicación de sus registros médicos y
esta declaración constituye una violación de su privacidad, hecho
lamentable que ningún paciente debe esperar de su médico", comentó Genser.
En junio, Judy Gross, esposa del contratista, pidió al gobernante Raúl
Castro que ordenara la excarcelación de su marido por razones humanitarias.
Las conclusiones del equipo médico cubano coinciden con las recientes
declaraciones de un rabino de la Sinagoga Edmund J. Safra de Nueva York
que visitó a Gross hace unos días. El rabino Elie Abadie, que también es
gastroenterólogo, dijo que la salud y el peso del Gross eran apropiados
para un hombre de su edad y estatura. Asimismo añadió que al parecer no
eran ciertos los rumores de que La Habana liberaría pronto a Gross al
cumplirse tres años de su encierro.
"No tiene ningún crecimiento canceroso en este momento, al menos con
base en los estudios que me mostraron y con base en el examen. Pienso
que él también entiende eso", dijo Safra. "Definitivamente Gross se
siente fuerte. Pero por supuesto, al igual que cualquier otra persona
encarcelada, quiere estar libre, quiere regresar a su casa".
A comienzos de noviembre la familia del subcontratista presentó una
demanda de $60 millones contra su antigua empresa de Maryland y el
gobierno de Estados Unidos por considerar que Gross no fue entrenado
debidamente para mitigar los riesgos que conllevaba su trabajo.
La demanda también alega que Gross nunca fue informado en detalle sobre
los peligros que este podía encarar. Otra demanda de $10 millones fue
hecha en una corte federal en el estado de Maryland contra Federal
Insurance Company, compañía de seguros radicada en Nueva Jersey. La
aseguradora debía cubrir la misión de Gross en un caso de emergencia
mediante el pago de sueldos y otros gastos a la familia del subcontratista.
http://www.elnuevoherald.com/2012/11/29/v-fullstory/1353525/familia-de-gross-rechaza-dictamen.html
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