El dilema de los sistemas de pago
[28-11-2012]
Aimée Cabrera
Corresponsal de Misceláneas de Cuba
(www.miscelaneasdecuba.net).- El sistema de pagos en Cuba es un desafío,
aún en sectores como el del turismo, considerado por muchos trabajadores
como uno de los más privilegiados, por el contacto directo con los
turistas foráneos y la aceptación de propinas en la moneda convertible
CUC; mas en la realidad, no sucede así.
Si en un discurso reciente el presidente cubano dijo que no hay
eficiencia para aumentar los salarios, las tareas relacionadas con el
turismo son de las que más aportan a la economía nacional.
Más de 76 mil empleados en dicha actividad poseen un salario medio de
402 pesos- menos de 20 CUC- lo que lo sitúa en uno de los seis sectores
de más bajos ingresos, de ahí se desprende que no se tiene en cuenta la
profesionalidad de los mismos, a pesar de que tienen que dominar al
menos 2 lenguas extranjeras, y tienen un sistema de capacitación
sistemático, aunque tengan certificados que acrediten sus estudios.
Estos trabajadores así se esmeren en su labor tienen que entregar las
propinas que reciben por su buen empeño. El sistema de estimulaciones no
lleva implícita ninguna motivación, y no se puede dejar de añadir que la
corrupción pulula a todos los niveles, unos se van y otros pagan la
plaza y entran, así de sencillo.
Para ser más exactos a finales del mes de junio del presente, "la
productividad por trabajador había crecido en 7% respecto a igual
semestre en el 2011, mientras en 1,2% lo hacía el salario medio", lo
que las reporteras consideraban una desproporción, al mostrar además que
en el período de enero a diciembre los datos eran de 13,2% y 1,5%.
Ellas preguntaron sobre el tema a economistas del ramo quienes no
supieron o no quisieron dar una respuesta concisa y honesta sobre un
tema inexplicable si se tiene en cuenta que los altos dirigentes
sindicales se llenan la boca de alabar a los trabajadores y de recalcar
en su demagogia que todos tienen asegurado su bienestar, cuando en la
realidad se observa en este sector que parecen más esclavos o siervos
que obreros.
No hay retribución a la eficiencia, entonces "quién le pone el cascabel
al gato". Este mal procedimiento que en nada prioriza "la atención al
hombre" es la causa de un éxodo obligatorio hacia las entidades que
pagan mejor entonces no se recupera el gasto utilizado en los estudios
de los jóvenes que deciden marcharse.
Otra problemática es la que tiene lugar en las instalaciones con elevada
ocupación durante el período de baja turística donde, sin embargo, sus
trabajadores no saben nunca cuándo van a cobrar. Es lógico que la
mayoría de los afectados no acepten un sistema de pago que los perjudica
y lo peor, que sus dirigentes administrativos no pueden modificar.
Esta es otra de las incoherencias del sistema estatal cubano rígido y
obsoleto, donde un grupo de dirigentes administrativos y sindicales dan
opiniones que ellos ven como idóneas y que nunca se pondrán en la práctica.
Es hora de visitar las residencias de quienes están al frente de esta
actividad, y constatar si viven arañando la miseria para coger al vuelo
alguna migaja que les permita sobrevivir junto a sus familiares, cómo
viven ellos y sus familiares, ¿en Cuba o en el extranjero?, ¿Con
jugosas cuentas en bancos del exterior?, parece ser que a estos
"jeques", que no son los que aparecen en las entrevistas, no les importa
para nada el sistema de pago, cuando viven a costa de sus trabajadores y
dilapidan lo que no les pertenece.
FUENTE.
Ni fácil ni imposible, por Juanita Perdomo e Iliana Hautrive, periódico
Trabajadores, Nacionales, página 8, 24 de septiembre 2012.
http://www.miscelaneasdecuba.net/web/article.asp?artID=37819
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