El Comité Cubano Pro Derechos Humanos y la nueva política migratoria
Lunes, 29 de Octubre de 2012 02:48
Escrito por José Antonio Fornaris
José Antonio Fornaris
Cuba actualidad, Managua, La Habana, (PD) Siempre -lo he dicho en más de
una ocasión- he sentido orgullo de haber pertenecido al Comité Cubano
Pro Derechos Humanos. Y eso a pesar de que durante esa etapa, pasé más
necesidades que un ratón de ferretería, de esos que, según se cuenta,
toda la noche la pasa royendo un barril y por la mañana se percatan de
que estaba lleno de clavos. No tenía empleo, y sí una esposa y dos hijos
adolescentes que mantener. A veces iba a la parada de ómnibus a mirar si
por casualidad a alguien se le había caído alguna moneda.
Una noche, escuché decir que al carnicero de la barriada se le había
roto la bolsa donde llevaba a depositar el dinero de la venta del día, y
salí raudo de mi casa a tratar de adivinar cuál fue el recorrido que
había realizado el carnicero, pero el esfuerzo fue en vano.
Dentro de ese panorama, en una ocasión Oscar Peña, vicepresidente del
Comité, me obsequió diez pesos de su peculio personal. Todavía le estoy
agradecido.
Peña fue quien ideó y redactó el Llamamiento al Dialogo con el régimen
que en 1990, a través de Gustavo Arcos, Secretario General, hizo el
Comité Cubano Pro Derechos Humanos.
De inmediato nos ganamos el sobrenombre de "dialogueros" puesto desde
Miami. Como el "bombardeo" no amainaba, a los dos o tres meses le sugerí
a Gustavo Arcos que explicara públicamente cuales habían sido las
motivaciones y lo que se pensaba lograr con ese hipotético diálogo. No
lo hizo; de todas maneras, como siempre ocurre, aquello perdió
actualidad y las críticas y censuras llegaron a su fin.
Pero, pasado un tiempo, me percaté de que aquel buen intento solo era
algo emocional que nunca tuvo la posibilidad de llegar a ningún puerto
porque no contemplaba para nada la esencia violenta, totalitaria y
excluyente del régimen.
Hace unos días, ahora desde Miami, el Comité Cubano Pro Derechos Humanos
emitió un documento en el que prácticamente se le agradece al gobierno
vitalicio de los militares cubanos haber realizado algunos cambios en su
sistema migratorio.
La llamada actualización de la política migratoria, que entrará en
vigencia el 14 de enero, tiene como disposiciones fundamentales la
eliminación (no para todos los sectores poblacionales) del permiso de
salida y la carta de invitación, y la posibilidad de que los cubanos
puedan permanecer en otros países hasta dos años sin perder su derecho a
regresar al territorio nacional.
Eso es menos que una dádiva. Y creer que el régimen ha realizado un
gesto altruista por devolver a los ciudadanos, tras decenios de haberlo
secuestrado, una pequeña parte del derecho que en esa materia les
pertenece a todos, me parece algo pueril en demasía.
El Comité Cubano Pro-Derechos Humanos, que debería estar en Cuba, no en
Miami, debe de estar padeciendo de alguna variante del Síndrome de
Estocolmo. Es la única forma posible de entender que los integrantes de
su directiva se sientan obligados a congratular, aunque sea en bajo
perfil, a un gobierno que lleva casi 54 años en el poder y que ha
violado persistentemente y de manera alevosa los derechos fundamentales
de generaciones de cubanos.
El Comité Cubano Pro Derechos Humanos fue la piedra angular en el
resurgimiento de la lucha cívica no violenta en Cuba. Eso es más que una
historia, es un pabellón que ni siquiera los que lo levantaron por vez
primera tienen derecho a inclinarlo antes los que han plagado a Cuba de
mentiras y miserias.
Para Cuba actualidad: fornarisjo@yahoo.com
http://primaveradigital.org/primavera/politica/123-opinion/5577-el-comite-cubano-pro-derechos-humanos-y-la-nueva-politica-migratoria.html
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