Carta al General: ¿Podemos separar la moral de quienes gobiernan de la
baja catadura moral de quienes defienden ese gobierno?
[31-10-2012]
Jayme Leygonier Fernández
(www.miscelaneasdecuba.net).- La Habana, 31 de octubre de 2012.
Sr. general Raúl Castro:
Compete a Ud. directamente la conservación del orden en Cuba, por ello,
y aunque parece imposible no esté informado, me dirijo a Ud. sobre
alteraciones del orden ejecutadas por policías por disposiciones de
mandos superiores (incluso la Asamblea Nacional del Poder Popular quien
con su unanimidad típica aprobó las Brigadas de Respuesta Rápida,
contradiciendo lo legislado en el Código Penal vigente sobre agresión,
coacción, escándalo público y otros delitos que autoriza a las BRR).
Hace años escribí al entonces comandante en jefe Fidel Castro con la
misma solicitud de investigar la condición criminal de sus supuestos
partidarios: Viciosos, estafadores, boliteros, delincuentes de barrio y
hasta enfermos mentales que la Seguridad del Estado llevó a un "mitin de
repudio" contra el Dr. Darsi Ferret, a quien agredieron.
Fui desoído, pero Ud. puede investigar lo que escribí entonces sobre
esas personas y según mi derecho constitucional de petición, de esa
constitución que violan los encargados de aplicarla, le pido eso y que
investigue e impida continúen los siguientes hechos:
Han aumentado los actos de violencia contra la población, opositores
pacíficos y prensa independiente por parte de miembros de la policía; ya
es típico que los policías agredan y luego levanten falso testimonio de
que fueron agredidos y amenacen al maltratado con acusarlo, o lo acusen,
de "delito de desacato" o de "atentado".
En nuestra historia proclive a la dictadura, por conceptos de hombría y
respeto propios hasta de los represores más canallas, nunca la policía
vejó a las mujeres, excepto bajo las presidencias del general Gerardo
Machado (1925-1933) y la de Usted.
Las vejaciones a las Damas de Blanco igualan a las de "la Porra" del
tirano Gerardo Machado contra las mujeres que entonces protestaban,
hiriéndolas en su pudor femenino individuos de la policía política o
llevados por ella a actos convocados y supervisados por esa policía.
La diferencia consiste en que la Porra femenina de Machado estaba
integrada por mujeres de la peor calaña, jamás por hombres, y la de hoy
emplea a mujeres pero también a individuos de sexo masculino contra el
pudor de las Damas.
Otra similitud de las Brigadas de Respuesta Rápida con la Porra
machadista es el eludir las autoridades la responsabilidad con
declaraciones (que nadie cree) de que los agresores son el pueblo
indignado que apoya al gobierno espontáneamente y no turbas movilizadas
por el Gobierno mismo.
Declaraciones explicables de parte del también revolucionario y patriota
general Gerardo Machado que aparentaba no ser responsable e
inexplicables por parte del actual gobierno porque creó, legisló la
creación y moviliza con citación policial y transporte estatal a los
porristas de hoy.
En 1952, cuando el grupo que hoy gobierna se sintió con derecho a la
insurrección contra la dictadura del general Fulgencio Batista los
agentes de éste, que luego cometieron crímenes, jamás desnudaron a una
mujer en la calle o llevaron una comparsa ante la casa en que
rememoraban un aniversario de muerte, como si ha hecho la Seguridad del
Estado de Ud.
En 1952 había policías que cometían atropellos, pero existían tribunales
con independencia ante los cuales podían las victimas acusar a sus
abusadores. Hoy el policía que atropella es impune.
Por el modus operandi de pegar y acto seguido acusar falsamente a la
víctima de "delito de desacato" o "de atentado" contra el policía, está
preso injustamente y amenazado de un juicio sin garantías procesales el
periodista independiente Calixto Ramón Martínez; su verdadero "delito"
fue investigar las causas del mal estado de varias toneladas de
medicamentos que se echaron a perder en el Aeropuerto Internacional José
Martí donados por la OMS a su gobierno.
Esta prisión es parte de la represión contra periodistas de Hablemos
Press; pues días antes, el 11 de septiembre, otros periodistas de esa
agencia fueron arrestados ilegalmente, en forma de secuestro, y los
golpearon cuando ya estaban esposados en el piso, entre ellos a Roberto
de Jesús Guerra y Gerardo Younel.
Del agente que más se ensañó en golpearlo mientras estaba esposado tengo
pésimas referencias desde antes del hecho porque es vecino de mi barrio
habanero, de Santos Suárez. Se trata de Herminio Álvarez Sánchez, vecino
de Santa Emilia # 70 (aunque el número no es visible) esquina a San
Indalecio.
Puesto que el discurso gubernamental es invariable sobre la alta moral
de sus militares y partidarios y el humanismo de la Revolución, Ud. está
interesado en que no sean servidores suyos con carnet -o permiso-
policial individuos inmorales y violentos, a menos que aliente esas
cualidades en los defensores de "la Revolución más humana de la Historia".
Si en la carta a Fidel Castro le pedí investigara las tachas morales de
los "revolucionarios" agresores del Dr. Darsi Ferret, cuyas direcciones
y referencias le di entonces, ahora le expongo a Ud. las referencias
sobre este policía para que verifique si es verdadera la opinión pública.
Por descontado, los vecinos jamás se atreverán a declarar contra este
agente, excepto que se sientan muy protegidos por las autoridades.
Y lo hago responsable a Ud. de la integridad de estos vecinos y de la
mía respecto a posibles represalias de Heriberto Álvarez, en caso de
que, en lugar de investigarlo, las autoridades lo apañen por porrista de
la policía y por ser el funcionario del Comité de Defensa de la
Revolución a quien consultan para ese tipo de investigaciones.
No puedo dar fe de los hechos, pero si del estado de opinión entre sus
vecinos, informes que creo ciertos porque falsear la verdad no los
beneficia en nada y comentar sobre este hombre los pone en peligro, y
porque de ser calumnias no se explicaría un mal estado de opinión tan
general sobre él.
Además sí consta la agresión de Álvarez contra Roberto de Jesús Guerra
esposado e inerme y quien obra así es capaz de otras malas acciones:
Heriberto Álvarez Sánchez, de raza negra, alto, mediana edad, según voz
pública es un… (los vecinos lo definen con un calificativo insultante
equivalente a persona dañina) perteneció o pertenece a la Seguridad del
Estado o al Departamento Técnico de Investigaciones, luego lo vieron de
custodio (CVP) y por ello suponen que pudo ser rebajado en la policía
por alguna falta o que pasó a trabajar encubierto.
De hecho lo movilizó la Seguridad del Estado para el mencionado
secuestro y golpes a los periodistas. También participa en actos de
repudio y golpizas a las Damas de Blanco.
Preside u ocupa cargo en el Comité de Defensa de la Revolución de su
cuadra, en el portal de su casa tiene el mural de ese comité. Hosco,
entra y sale sin saludar. Una vez le ladró el perro de un vecino,
amenazó a la mujer del vecino: "Te lo voy a matar un día" y tiempo
después el perro murió envenenado.
Enviudó recientemente de Aida Rosa, quien falleció de cáncer, y durante
esa etapa de enfermedad la infidelidad conyugal de Álvarez en el mismo
seno del hogar de su mujer trascendió con escándalo.
Vive con dos hijos adolescentes con buena reputación. Y cada noche pasea
por el parque su perro doberman sin correa ni bozal.
Un revolucionario típico de la porra actual.
¿Cuál "cambio de todo lo que debe ser cambiado" podemos esperar del
gobierno de Ud. si la policía reprime al margen de la Ley, contra las
leyes aprobadas por el mismo gobierno, y empleando como agentes o
instrumentos de éstos a abusadores, bajunos hasta en sus relaciones
familiares y con sus vecinos?
De tanta persona honrada que en el pasado simpatizó de buena fé con la
revolución, creyó en el futuro luminoso y de progreso falsamente
prometido y la hizo posible, ¿sólo le quedan ahora este tipo de
individuos para "salvar la Revolución"?
Disuelva las Brigadas de Respuesta Rápida, para cerrar ese vergonzoso
capitulo que reedita a la Porra de Machado y al Cuerpo de Voluntarios
español, deje la represión a la autoridad según leyes que no violen
derechos, en lugar de enmascararla con esas turbas organizadas para ello
y que a nadie engañan.
Así mostrará que todavía cree en lo que llama Revolución.
Si para conservar el poder necesita de estos métodos e individuos
fascistas, ofender mujeres en la calle o ante el hogar donde se reúnen,
golpear a esposados, continuar diciendo que la economía de la cual se
adueñaron próspera y que arruinaron mejorará mañana, le pido en nombre
de los que antaño dieron su sangre por un ideal revolucionario que tenga
Ud. la dignidad de reconocer difunta a la revolución y de llamar al
dialogo nacional y renunciar.
Ciudadano Jaime Leygonier Fernández.
Vecino de Zapotes # 113, Santos Suárez, La Habana, c. p. 10 500, zona
postal 5
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