Monday, November 26, 2012

Internet, el quinto poder

Internet, el quinto poder
Lunes, 26 de Noviembre de 2012 02:50
Escrito por Osmar Laffita

Cuba actualidad, Capdevila, La Habana, (PD) Entre los asuntos que abordó
el ministro de Relaciones Exteriores de Cuba, Bruno Rodríguez Parrilla,
en su respuesta al representante de los Estados Unidos en la Asamblea
General de las Naciones Unidas el 13 de noviembre en la que se debatió y
aprobó el tema 41 "Necesidad de poner fin al embargo económico,
comercial y financiero impuesto por los Estados Unidos", estuvieron sus
señalamientos al gobierno norteamericano por no permitir la conexión
cubana a los cables submarinos para acceder a Internet.

Resulta insólito que un funcionario de tan alto nivel oculte
deliberadamente que el gobierno venezolano hace ya casi dos años informó
oficialmente a su par cubano que el cable submarino de fibra óptica
tendido desde la zona de Camiri, La Guaira, Venezuela, hasta la playa
Siboney, Santiago de Cuba, con una extensión de 1 600 kilómetros, estaba
ya listo para entrar en operación.

Dicho cable tiene una potencia de trasmisión de 320 gigabytes, lo que
significa 3 000 veces la capacidad de conexión existente en Cuba.

En torno a este cable, su operatividad y las ventajas que reportaría
para el acceso a Internet, al no tener que depender de las costosas
conexiones satelitales, hay un total misterio. Por eso, resulta
escandaloso que el canciller cubano haya manipulado a la opinión pública
de esa manera y no se haya atrevido a explicar por qué el susodicho
cable submarino de fibra óptica no está en funcionamiento en estos momentos.

Ante el misterio del cable submarino, ha quedado al descubierto que las
aseveraciones del gobierno cubano de que no puede liberar el acceso a
Internet por culpa del embargo norteamericano, son una gran farsa. El
asunto real es el miedo de los gobernantes cubanos a todo lo que
signifique libertad informativa y libre acceso a la Tecnología de la
Información y las Comunicaciones (TIC).

Tal liberación de las TIC pondría fin al irracional e injustificado
analfabetismo tecnológico que padece la población cubana.

El acceso a Internet en Cuba es selectivo. Un muro peor que el de Berlín
imposibilita a la mayoría de la población cubana el acceso a la sociedad
del conocimiento, indisolublemente ligada al desarrollo de las TIC, pero
particularmente a Internet.

La apertura a tal sociedad tendrá que fundarse en un marco crítico, de
contraste y de un amplio espectro de las nuevas ideas, en la que no solo
será protagonista el gobierno, sino que en ella tendrá un rol activo la
sociedad civil y el sector privado. Todos de manera conjunta, pero con
sus intereses particulares, contribuirán a su edificación, mediante la
valorización del conocimiento.

Los principales protagonista de la sociedad inteligente serán las
instituciones estatales, educativas, científicas, que con el empleo
masivo de Internet, la televisión digital, las emisoras de radio, la
prensa, las ONG, son los motores del desarrollo.

Los gobernantes cubanos deben tener claro que si se deciden abrir las
puertas a la sociedad del conocimiento, esta solo es posible con la
participación de los ciudadanos sin ninguna exclusión.

Esta nueva sociedad que urge fundar en Cuba cambia dramáticamente el
significado de lo que conocemos hoy como conocimiento y educación, así
como la comunicación que lo sustenta, porque la velocidad en que se
operan esos cambios tecnológicos implica que el aprendizaje tiene que
ser ininterrumpido.

Contrario de lo que ocurre en la mayoría de países con libre acceso a
Internet, en Cuba los negocios no se desarrollan basados en el
conocimiento de las nuevas tecnologías. Todo se manifiesta
negativamente. La baja competitividad en la gestión del universo
empresarial cubano se refleja en el bajo crecimientos productivo, lo que
da lugar a la casi nula creación de nuevos puestos de trabajo, lo cual
incide en la ausencia de los hábitos nuevos que surgen en los ciudadanos
cuando la TIC es libre para todos.

Tal política de extensión del analfabetismo tecnológico ha truncado los
hábitos informativos de los ciudadanos y su total ausencia en el
discurso mediático, al que en estos momento solo tienen derecho unos
pocos elegidos.

En una nación como Cuba, con una vasta red de universidades, centros de
aprendizaje conocidos como Joven Club de Computación que funcionan en
todo el país, una Universidad de Ciencia Informática (UCI) donde hay
matriculados más de 10 000 estudiantes, tal atraso no se justifica.
Resulta penoso.

Uruguay, con apenas 3 millones de habitantes, en estos momentos es el
líder en Suramérica en la producción y exportación de software, cuyas
ventas representan el 1,55% del Producto Interno Bruto de ese país.
Además, los uruguayos tienen la mayor tasa de abonados a Internet por
cada 100 habitantes en América Latina.

Pero la situación del acceso de los cubanos a las TIC al cierre del
pasado año fue realmente ingrata. De acuerdo al informe de las Naciones
Unidas sobre los "Objetivos del Milenio", Cuba reportaba una conexión a
Internet de 1,7 millones de cubanos, lo que representa 15,12% por cada
100 habitantes, pero de ese total solo el 2,9% tenía acceso a las redes
internacionales, lo que sitúa a Cuba entre los países de America Latina
con menor acceso a la TIC y la ubica bien detrás de Haití, la nación más
pobre del hemisferio occidental.

La primera legislación referida a la apertura de Internet por primera
vez en Cuba, fue refrendada en la Gaceta Oficial en 1996. Pero el pánico
del gobierno a las TIC ha aumentado con el transcurso de los años. Ahí
esta la explicación de su política de acceso selectivo a Internet, que
hasta el presente se mantiene inalterable, al extremo de mantener una
espesa cortina de humo en torno a la operatividad o no del cable
submarinos de fibra óptica.

En esta arbitraria política de acceso selectivo a la TIC, el gobierno,
en su postura antinacional, privilegia en primer lugar a las firmas
extranjeras, legaciones diplomáticas, prensa extranjera acreditada y
extranjeros residentes en Cuba, algo que es totalmente anticonstitucional.

Los gobernantes cubanos mantienen una guerra a muerte contra la sociedad
inteligente, pero en particular contra el libre acceso a Internet, que
ellos están por evitar que se imponga definitivamente en Cuba.

Para Cuba actualidad: ramsetgandhi@yahoo.com

http://primaveradigital.org/primavera/politica/54-politica/5837-internet-el-quinto-poder.html

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