Los cubanos de Miami esperan cambios tras la muerte de Fidel
POR CURT ANDERSON, IAN MADER Y TAMARA LUSH
Associated Press
MIAMI
Vestido con su camiseta de "Veterano de Bahía Cochinos", Rafael Torre,
de 80 años, participaba junto a cientos de cubano-estadounidenses en la
celebración de la muerte Fidel Castro, maravillado porque lograra
mantenerse durante tanto tiempo al frente del país.
Los exiliados cubanos como Torre intentaron derrocar a Castro por
numerosas tras su llegada al poder en 1959, incluyendo la fallida
invasión de 1961 respaldada por la CIA que conmemoraba su camiseta. Como
muchos otros, Torre tiene ahora esperanza en el futuro del país, con el
barbudo líder revolucionario por fin ausente.
"Lo intentamos durante más de 50 años pero no pudimos hacerlo. Ahora
está muerto y tal vez las cosas pueden cambiar", apuntó Torre. "Puede
que tome tres o cuatro años. O igual la revolución estará en las calles
en tres o cuatro meses".
Miles de personas salieron a la calle en Miami y en ciudades próximas en
la madrugada del sábado, poco después del anuncio del deceso de Fidel
Castro a los 90 años, y mantuvieron la celebración durante todo el día.
Golpearon cacerolas, agitaron banderas cubanas y estadounidenses y
gritaron de júbilo en la Calle Ocho, el corazón de la comunidad exiliada
en la Pequeña Habana.
La policía bloqueó el acceso al Café Versailles, el centro neurálgico de
la diáspora donde el fuerte café de la isla es tan habitual como las
duras palabras contra Fidel Castro, la némesis de muchos de los clientes
durante muchos años. Muchos reconocen que su muerte por sí sola no
significa democracia inmediata o libertad para la isla.
"Necesitamos que el pueblo de Cuba tenga la libertad que tenemos en
Estados Unidos, pero esto no cambia nada. No habrá cambio hasta que la
gente no se revele", apuntó Juan Cobas, de 50 años y que llegó a Estados
Unidos procedente de la isla a los 13.
Otros ven la muerte de Fidel como un síntoma de que la generación que ha
gobernado Cuba durante décadas está abandonando el escenario mundial, y
apuntan que su hermano y sucesor, Raúl Castro, tiene 85 años.
"Siento que esto es el principio del fin", manifestó Alex Pineiro, de 32
años. "Fidel fue el arquitecto de lo que está en marcha ahora. Estoy
contento de que esté muerto, pero estoy celebrando la esperanza".
No hubo reportes de disturbios ni detenciones durante las
manifestaciones, dijo el sábado la portavoz de la policía de Miami,
Kenia Fallat. Funcionarios del condado de Miami-Dade señalaron que no
estaba prevista la activación del centro de operaciones de emergencia,
otro síntoma de que la reacción al deceso es más moderada de lo que se
había esperado.
"Están celebrando pero de una forma muy pacífica", apuntó Fallat.
La Guardia Costera de Estados Unidos realiza patrullas regulares y no
aumentó su personal ni adoptará otras medidas de emergencia, explicó el
suboficial de la Marina Jonathan Lally. El departamento registró un
fuerte aumento en los intentos de arribar a Florida por mar desde Cuba,
con al menos 7.411 casos en el año fiscal que terminó el 30 de
septiembre, frente a los 4.473 que intentaron la travesía en el mismo
periodo el año anterior.
Muchos cubanos huyeron de la isla a Miami, Tampa, New Jersey y otros
lugares tras la llegada el poder de Castro en 1959. Algunos eran leales
a Fulgencio Batista, su antecesor, y otros se iban con la esperanza de
poder retornar pronto, tras el derrocamiento de Fidel, algo que nunca
ocurrió.
Otros exiliados creyeron que no serían totalmente libres bajo el régimen
comunista impuesto por Fidel. Miles dejaron atrás sus posesiones, a sus
seres queridos y la educación o los negocios que tanto les había costado
conseguir y viajaron a Estados Unidos en avión, barco o balsa. Muchos
cubanos fallecieron en la travesía marítima hasta el extremo sur de
Florida y otros tenían tierras y posesiones que fueron incautadas por el
gobierno.
Los que lograron llegar a Miami adoptaron una clara postura anticastrista.
"No debería ser homenajeado. Debería ser vilipendiado", señaló Ileana
Ros-Lehtinen, representante republicana nacida en Cuba.
Algunos señalaron que la elección de Donald Trump como presidente de
Estados Unidos podría desembocar en una postura más firme contra el
gobierno de La Habana que, a su vez, podría acelerar el cambio.
"Espero que Trump adopte una postura conservadora contra el régimen de
Castro", dijo Henry Marinello, un exiliado cubano de 60 años que dejó su
país de niño, en 1961.
Cada año, en Fin de Año, los cubanos de Miami brindan diciendo: "El
próximo año en Cuba". Pero a medida que los exiliados envejecían, Castro
los sobrevivía, el presidente de Estados Unidos Barack Obama suavizaba
el embargo y los más jóvenes regresaban a la isla, el brindis dejó paso
al silencio en muchos hogares.
La noticia de la muerte del líder revolucionario era muy esperada y se
había convertido en una especie de broma porque parecía estar a punto de
suceder muy a menudo. Pero esta vez era cierta.
"Estamos todos celebrando, esto es como un carnaval", manifestó Jay
Fernández, de 72 años y que llegó a Miami a los 18, en 1961. Él, su
esposa y otra mujer sostenían un cartel en español e inglés que hizo
años atrás cuando Castro cayó enfermo por primera vez. "Satanás, Fidel
es ahora tuvo. Dale lo que merece. No le dejes descansar en paz".
Source: Los cubanos de Miami esperan cambios tras la muerte de Fidel |
El Nuevo Herald -
http://www.elnuevoherald.com/noticias/estados-unidos/article117354768.html
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