A cinco 'fulas' los periódicos dedicados a la muerte de Castro
MARITZA BETANZOS | La Habana | 29 de Noviembre de 2016 - 20:09 CET.
Algunos usuarios suscritos a Granma y a Juventud Rebelde no recibieron
sus periódicos este lunes, pero en las esquinas de Obispo, uno de los
boulevares más transitados por turistas, se vendían a cinco CUC los
ejemplares de las ediciones dedicadas a la muerte de Fidel Castro.
"Los yumas empezaron pagando dos por cinco", dice Michel que vive de lo
que puede "raspar", y sigue actualizando la cotización del periódico en
la bolsa negra: "ya hoy dan cinco fulas por un solo periódico".
De repente en la zona la venta de diarios ha dejado de ser un trabajo
exclusivo de mendigos y ancianos para ser realizado por jóvenes y
"jineteros".
"La gente sabe como sacarle partido a todo, niña", dice una
centrohabanera que intenta negociar con uno de los vendedores de prensa
improvisados.
En algunos lugares, la capital intenta volver a su rutina habitual,
aunque sin música, sin venta de bebidas alcohólicas y con puntos para
firmar el juramento de lealtad al concepto de Revolución de Fidel Castro.
Otra cosa es la Plaza de la Revolución, donde se rinde homenaje al
dictador, y sus alrededores.
"Hay gente que va porque realmente lo siente, hay quien va por
curiosidad y están los que van porque no les queda más remedio", analiza
Fabián y observa cómo al principio "todo parecía muy espontáneo", pero
ahora "ya hay guaguas que salen de los centros de trabajo y gente con
pullovers impresos para la ocasión, y eso de espontáneo no tiene nada".
"Ya empezaron a quitar guaguas de todas partes", dice una señora qua ha
llevado a su nieta a "rendir homenaje".
"A quien le coja la noche en la calle…" Y no le falta razón. En horarios
de la mañana del lunes el transporte público parecía "estar bueno", pero
a partir de las 5:00 de la tarde las paradas eran "un infierno", como
ella las describe.
A Maydelín le han dicho que este martes no lleve a su hija a la escuela
para que los maestros puedan ir a la plaza, aunque el lunes "tampoco
tuvo clases", puntualiza.
En el patio de la Asociación de Artesanos de Cuba, ante la letanía de la
televisión, que tiene toda la programación dedicada a Castro, un
artesano exclama a media voz: "Ay, como lo quise, ¡pero que lo acaben de
enterrar, coño!".
Pero la gente se pregunta, ¿Por qué no hay cuerpo? ¿Por que no hay
cenizas? ¿Por qué son nueve días?
Hasta el martes por la mañana, las cenizas de Castro permanecían en una
sala del Ministerio de las Fuerzas Armadas, lejos de la población.
Los detalles del luto reavivan las especulaciones religiosas
"¿Viste qué casualidad? Hay que esperar nueve días, como con todo
santero", dice Jessica que le dijo su madre, quien tiene coronado Oshún
hace más de 20 años y siempre ha sostenido, como otros tantos, que Fidel
tenía hecho santo.
"A los santeros no se les crema y hay que esperar un tiempo necesario
para, al final, hacerle el desayuno y el Oro al Eggun", aclara un
babalawo que prefiere hacerse llamar por su oddun de Ifá, Obbara Meyi.
"Pero ese espíritu ya debe de haber pasado por el Ituto, que es la
ceremonia en la que se le da camino a los santos del iniciado, donde se
rompe la tinaja del río, la misma que recibió el día en que se coronó",
señala.
Obbara Meyi, como otros, recuerdan el recorrido por África que hizo
Fidel Castro en los 70.
Una vieja santera lo recuerda vestido de blanco y rodeado de babalawos
en Nigeria.
"Dicen que es hijo de Oddua, por eso le hicieron Obatalá porque, de los
16 caminos de ese Orisha, Oddua es el más viejo, pero eso son solo
especulaciones porque él todo lo ha llevado en el más absoluto silencio".
Otro santero comenta: "Se dedujo que era Oddua porque en la ceremonia
que recordamos que se le hizo en África había elefantes, además de las
piezas que se dice que él tiene".
"Si realmente le hicieron santo allá, en Nigeria, o en el Congo, el
proceso de coronación fue diferente, muchas cosas son secretas pero, por
ejemplo, se sabe que en África se pinta todo el cuerpo, en vez de solo
la cabeza, como hacemos nosotros aquí", añade.
"Imagínate si es fuerte, que Oddua es el capataz de los muertos", dice
una Iyabó, "y así nos ha tenido a todos, como muertos vivientes".
Para concluir Obbara Meyi recomienda a su pueblo religioso salir a la
calle con la cabeza cubierta, porque "ese espíritu anda por ahí y allá a
quien se le encarne".
En el ambiente religioso hay quien ni siquiera habla del tema porque "la
religión no se los permite" o porque "en algún momento, cuando salieron
letras del año en que se podía hacer ebbo para que el pueblo se quitara
al dictador de encima, la Seguridad del Estado vigiló y persiguió a
quien se atreviera a comprar más de un ingrediente mágico", recuerda
otro babalawo que ni siquiera quiere dar sus señas religiosas.
Casi todos los religiosos consultados coinciden en que "lo único que
ellos no han podido calcular", aunque lo parezca, "es el día 4 de
diciembre como último día de las ceremonias".
"Quién sabe, a lo mejor quien nos hizo el favor fue el Cabo, Changó, y
el novenario. Lo cuentes como lo cuentes, cierra el 4 de diciembre por
eso", dice la vieja santera.
También hay quien cree que "nunca sabremos donde está realmente
enterrado el cuerpo".
"¿Tú te imaginas el poder que puede llegar a tener el que se robe uno de
esos huesos?", dice un hijo de Elegua. "Y, como hay gente para todo,
hasta con el polvo de la incineración se puede hacer tremenda brujería".
Source: A cinco 'fulas' los periódicos dedicados a la muerte de Castro |
Diario de Cuba - http://www.diariodecuba.com/cuba/1480446568_27063.html
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