Con esperanzas y dudas, los cubanos encaran futuro sin Fidel
POR MICHAEL WEISSENSTEIN Y ANDREA RODRIGUEZ
Associated Press
LA HABANA
Sus palabras y su imagen habían llenado los libros escolares, las ondas
de los medios electrónicos y los periódicos desde antes de que muchos de
ellos nacieran. Ahora los cubanos deben enfrentar la vida sin Fidel
Castro, el líder que guio a su isla tanto a una mayor igualdad social
como a años de ruina económica.
En una capital silenciosa, la gente lloraba en las calles el sábado al
extenderse la noticia de la muerte del revolucionario de 90 años. Aunque
muchos se dolían, otros expresaron en privado la esperanza de que su
fallecimiento le permita a Cuba moverse con mayor rapidez hacia un
futuro más abierto y próspero bajo el gobierno de su hermano menor, Raúl
Castro.
Los dos hermanos condujeron a los rebeldes barbudos desde las montañas
de la Sierra Maestra oriental hasta la capital, donde instauraron un
gobierno comunista a 145 kilómetros (90 millas) de Estados Unidos. Pero
desde que Raúl, de 85 años, sucedió a su hermano enfermo en 2006, se dio
un limitado florecimiento de la empresa privada y el año pasado se
restauraron las relaciones diplomáticas con Washington.
"Comercio es lo que Raúl quiere, nada más. Fidel estaba plantado en la
Sierra Maestra todavía", dijo Belkis Bejarano, un ama de casa de 65 años
de la barriada Centro Habana.
En sus años de vejez, Fidel Castro se abstenía en gran medida de hablar
públicamente sobre asuntos internos, con lo que respaldaba tácitamente
las reformas de libre mercado implementadas por su hermano. Sin embargo,
este año reapareció dos veces en la escena nacional: para criticar la
histórica visita del presidente estadounidense Barack Obama a Cuba en
marzo y proclamar en abril que el comunismo era "un enorme paso en la
lucha contra el colonialismo y su inseparable compañero, el imperialismo".
Enfermo y despojado de poder político real, el ícono revolucionario de
90 años se convirtió para algunos en símbolo de la resistencia a las
aperturas diplomática y económica de su hermano. Pero para muchos
cubanos, Fidel Castro estaba ya pasando a la historia, cada vez más
alejado de las pasiones que durante largo tiempo le dieron el aspecto de
un salvador mesiánico o un caudillo maniático, según se le mirase.
El sábado, muchos cubanos en la isla describieron a Fidel Castro como
una figura enorme que dio a Cuba atención de salud gratuita, educación y
una verdadera independencia de Estados Unidos, aunque le impuso la carga
de un sistema político y económico petrificado que ha dejado calles y
edificios a punto de desmoronarse y ha impulsado a las elites jóvenes e
instruidas a buscar una mayor prosperidad en el exterior.
"De mi generación, Fidel fue un padre para todos nosotros", dijo Jorge
Luis Hernández, electricista de 45 años. "Yo espero que sigamos para
adelante porque realmente este pueblo es grande, es fuerte, inteligente.
Ahora hay muchas transformaciones, unos cuantos cambios, pero yo creo
que la Revolución va a seguir igual y va a seguir siempre adelante".
En 2013, Raúl Castro anunció que se retirará al finalizar su actual
período en 2018, y por primera vez designó a un heredero que no
pertenece a la estirpe revolucionaria de los Castro: Miguel Díaz Canel,
de 56 años.
La muerte de Fidel Castro "pone de relieve la mortalidad de toda la
primera generación de esta revolución", dijo Philip Peters, especialista
en Cuba y consultor empresarial. "Hace notar aún más la ausencia de un
grupo de líderes potenciales capaces de hacerse cargo y conectados
políticamente con la gente".
Para los cubanos fuera de la isla, la muerte de Castro fue motivo de
celebración. En Miami, el corazón de la diáspora cubana, miles de
personas salieron a golpear cacerolas, agitar banderas cubanas y
estadounidenses y gritar de júbilo.
"No festejamos la muerte de nadie, sino el fin de esto", dijo Erick
Martínez, de 30 años, quien emigró de Cuba hace cuatro años.
El gobierno cubano declaró nueve días de duelo nacional. Las cenizas de
Castro viajarán de La Habana hacia el este, hasta Santiago de Cuba, en
una procesión que recorrerá a la inversa el avance victorioso del
ejército rebelde desde la Sierra Maestra a La Habana. La radio y
televisión estatal emitían incesantes homenajes, horas de noticieros y
documentales de su época en el poder, y entrevistas con cubanos
destacados que lo recuerdan con afecto.
Los bares cerraron, los conciertos se suspendieron y muchos restaurantes
dejaron de servir bebidas alcohólicas y planeaban cerrar temprano. Los
diarios oficiales aparecieron con titulares en negro en lugar del rojo o
azul habituales.
Muchos cubanos, sin embargo, ya se imaginaban los años venideros en una
Cuba sin Fidel Castro.
"Las ideas de Fidel siguen vigentes", dijo Edgardo Casals, escultor de
32 años. "Pero para atrás ni para coger impulso. Hay que buscar nuestra
forma. Hay que mirar el futuro, que es de nosotros, las jóvenes
generaciones".
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Michael Weissenstein está en Twitter como: https://twitter.com/mweissenstein
Andrea Rodríguez está en Twitter como: https://twitter.com/ARodriguezAP
Source: Con esperanzas y dudas, los cubanos encaran futuro sin Fidel |
El Nuevo Herald -
http://www.elnuevoherald.com/noticias/mundo/america-latina/cuba-es/article117356403.html
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