Ernesto Borges Pérez: Otra víctima del castrismo
LUNES, 28 DE ABRIL DE 2014 00:41 ESCRITO POR OSCAR SÁNCHEZ MADAN
Cuba actualidad, Cidra, Matanzas, (PD) La oscura historia del régimen
totalitario que impera en Cuba ha cobrado decenas de miles de víctimas,
desde 1959, fecha en que los hermanos Castro -manu militari- asumieron
el poder.
El prisionero político Ernesto Borges Pérez, ex-capitán de la
Contrainteligencia Militar, es una de ellas.
Borges Pérez es un cubano digno como Hubert Matos, Pedro Luis Boitel,
Orlando Zapata y muchos otros, a los que la dictadura castrista no pudo
doblegar mientras vivían, ni con campañas difamatorias, ni mediante la
tortura o prolongados encierros. Su espíritu de lucha se forjó con los
preciados metales con que se fraguan los héroes: el coraje y el amor a
su patria.
Este opositor, de 47 años de edad, se encuentra recluido en el Combinado
del Este. Ha extinguido más de 15 años de una condena de 30, impuesta
por un tribunal militar, cuyos jueces fueron presionados por el
oficialismo, para que lo castigaran con la pena de muerte.
Tras graduarse como licenciado en Derecho en la otrora Unión Soviética,
país en el que además terminó el curso superior de la KGB (Comité de
Seguridad del Estado soviético), se trasladó a Cuba, muy joven aún. En
corto tiempo fue ascendido a primer analista de la Dirección General de
la Contrainteligencia. Lo avalaban su excepcional talento y su
profesionalidad en el trabajo.
Pero Ernesto Borges, quien había vivido la Perestroika, descubrió
profundas contradicciones en la sociedad cubana, que ponían en tela de
juicio la actitud de los gobernantes. Por dicha razón, sus ideas
evolucionaron hasta el punto de transformarse en un convencido opositor
al infamante sistema que oprime a su nación.
Es así que, muy joven, abrazó las ideas democráticas, estimulado por las
ansias de un pueblo que se había cansado de la miseria material y
espiritual, los abusos, la corrupción administrativa y la arbitrariedad.
Con una injusta condena de 30 años de cárcel, el régimen castrista se
vengó de él, que intentó revelar la identidad de 26 espías cubanos que
la dictadura pretendió infiltrar en países occidentales, sobre todo en
Estados Unidos, para socavar sus sistemas democráticos.
Aunque a este ponderado antagonista del castrismo lo sancionaron a 30
años de prisión, cabe subrayar que la fiscalía había decidido pedir en
primera instancia la aplicación de la pena de muerte, sanción vigente
aún en el Código Penal. No lo condenaron a la pena capital debido a las
persistentes denuncias de su padre, el ex-mayor de la Contrainteligencia
Militar Raúl Borges Álvarez.
Mas la medida impuesta no fue lo peor. Lo más terrible ha sido el
proceder vengativo del régimen, evidenciado en las horribles condiciones
en que el reo extingue esta escandalosa pena.
Ernesto Borges ha sido pertinaz al denunciar los tratos crueles
inhumanos y degradantes de que son víctimas los reclusos en las
ergástulas cubanas. Con inigualable firmeza ha notificado las golpizas
que les propinan los militares y las deficientes alimentación y atención
médica que recibe.
Para colmo de males, en estos 15 años de encierro, ha sufrido
afectaciones de gastritis, dermatitis, faringitis y otras nueve
enfermedades, la mayoría crónicas, derivadas de esa horrible situación.
Tiene problemas en la vista y con frecuencia sufre agudas crisis de
asma. Lo han recluido en muchas ocasiones en espantosas celdas de
castigo y le han negado la comunicación con su hija, residente en Canadá.
Asombra que el prisionero haya cumplido, hace seis años, la tercera
parte de su condena sin ser liberado. Según las leyes vigentes en el
país, una vez transcurrido ese tiempo, un militar sancionado debe ser
excarcelado.
Sin embargo, Castro lo mantiene en la cárcel porque le odia y le teme.
Sabe que la liberación de este reo constituiría un eventual peligro para
sus intereses oligárquicos, porque Ernesto Borges puede convertirse en
un líder de la oposición interna. Sus amplios conocimientos, prestigio e
intransigencia así lo confirman.
Nadie puede negar que la crueldad del régimen ha convertido a Borges
Pérez, en símbolo para el movimiento pro-derechos humanos. Sus
desgarradores testimonios sobre los horrores del presidio constituyen
una clara evidencia de ello.
Cierto es que su denuedo e inteligencia quedaron demostrados cuando
desde la prisión y a tiempo, advirtió que la dictadura podría asesinar a
la líder del movimiento opositor Damas de Blanco, Laura Pollán Toledo.
Meses después de su advertencia, dicha activista falleció en un hospital
estatal de La Habana, en condiciones bastante sospechosas.
Los jóvenes oficiales que integran los Órganos de Seguridad del Estado
(policía política) tienen un ejemplo a seguir en Ernesto Borges. Su
negativa a apoyar a una institución que espía a otras naciones y
controla la vida de todos sus compatriotas pudiera servir de estímulo a
ese importante sector juvenil que percibe el espionaje arbitrario como
una monstruosidad.
Esta otra víctima del castrismo, Ernesto Borges Pérez, nacido después
del triunfo de la "Revolución", revela la ineficacia de un sistema
político inhumano y represivo que debe desaparecer.
Quienes con él se solidaricen contribuirán a que el abuso oficial en
Cuba por motivos políticos se extinga para siempre. El pueblo cubano y
en especial la familia de este demócrata, lo agradecerán eternamente. El
apoyo de todos, ahora es imprescindible.
Para Cuba actualidad: sanchesmadan61@yahoo.com
Source: Ernesto Borges Pérez: Otra víctima del castrismo | Cuba noticias
actualidad.Periodismo independiente. -
http://www.primaveradigital.org/primavera/politica/54-politica/10425-ernesto-borges-perez-otra-victima-del-castrismo.html
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