Volviendo a la unanimidad

Volviendo a la unanimidad
[24-04-2014 12:48:44]
Héctor Julio Cedeño Negrín
Periodista Independiente

(www.miscelaneasdecuba.net).- Dice Raúl Castro que a él personalmente,
no le gusta la unanimidad, aunque le disgusten algunas opiniones. A ese
tema me referí en un artículo que escribí recientemente. Me sentí
aludido, aunque lo mencionó en el marco del Congreso de la UNEAC. Allí
numeraron algunas verdades que todo el mundo conoce y desde hace tiempo.
Pero según el General, no se puede esperar a la reunión para debatir el
problema, por eso se circulan los documentos previamente, para que al
congregarse haya generado alguna conclusión y se consiga su aprobación.
General, en todos los parlamentos del mundo se circulan previamente, los
documentos a debatir y cuando se llega a la asamblea, simplemente, se
establece el debate. No la aprobación automática como hacen los
asambleístas cubanos. Ya sea en un congreso, en la Asamblea Nacional o
en cualquier otro foro. La previa circulación de los documentos se
efectúa con el objetivo de acumular argumentos, para la hora del debate.

La congregación se convoca precisamente para debatir. Ese es el objetivo
de un parlamento, para eso existen las asambleas y no para traer la mano
levantada como se hace en Cuba, lista para su aprobación por unanimidad.
La unanimidad lo que demuestra es que los asambleístas son personas con
muy bajo coeficiente de inteligencia o carentes de toda resolución personal.

El día de la aprobación de la Ley para la Inversión Extranjera, los
votantes levantan sus manos para que los tomaran las cámaras y que
constara, que votaron afirmativamente. Ni que eso fuera un mérito. Lo
que ellos intentaban demostrar, es su lealtad al régimen y no su
capacidad de análisis, ni sus valores como parlamentarios verdaderos,
representantes de sus "electores". Eso lo que demuestra es que son, como
un conjunto de focas amaestradas; que vergüenza.

Yo personalmente, cuando observo que se puede producir la unanimidad,
automáticamente voto en contra. En contra de lo que sea, porque para mí
lo esencial es romper con la unanimidad, aunque se esté conviniendo en
aumentarme el salario y todos estén de acuerdo con ello. Las leyes que
aprueban las asambleas cubanas, son tan mediocres e inefectivas
precisamente por eso, porque se cercena el debate sincero y argumentado.
Por esa razón al pasar algunos meses, necesitan ser rectificadas o
transformadas completamente, porque quedan des actualizadas.

Yo creo que durante la tiranía raulista, es cuando la Gaceta Oficial ha
tenido que trabajar más constantemente, para dar a conocer las nuevas
leyes. Mucho más que en toda la historia anterior de la revolución.
Nunca se habían aprobado tantas leyes en tan pocos años y jamás hubo que
rectificarlas tantas veces. El sitio Web de la Gaceta Oficial, casi no
se pude actualizar con tantos cambios. Usted no puede estar seguro si
determinada ley está vigente o ya fue derogada o transformada,
independientemente de que se cumplan sus preceptos o no, como ocurre
muchas veces. Pero usted se pregunta ¿Aún estará vigente esta ley?

Me imagino que para los abogados y los encargados de los asuntos
jurídicos, en cualquier organismo, sea una tarea harto engorrosa
aprenderse y analizar tantas leyes con tantos cambios. Leyes miméticas
como lagartijos, capaces de cambiar de color varias veces en una sola
tarde. Me maravillan sin embargo los debates en el Congreso de los
Estados Unidos y aunque me critiquen por ello, me considero un profundo
admirador de sus legisladores.

Mientras tanto en Cuba, continuamos a la escucha de los nuevos decretos
de una vieja tiranía, que ni respeta sus leyes, ni se respeta a sí
misma. Todo es verdaderamente, pura simulación, pero de la manera más
burda y ridícula. Total "por gusto y pa na"; como expresa uno de los
dichos de los cubanos, que por cierto, aún está vigente, porque aquí no
cambia nada.

Source: Volviendo a la unanimidad - Misceláneas de Cuba -
http://www.miscelaneasdecuba.net/web/Article/Index/5358ec0c3a682e138875380a#.U1jvRPmSwx4