Rehenes políticos
Jueves, 25 de Abril de 2013 13:00
Escrito por Hildebrando Chaviano Montes
Cuba actualidad, El Vedado, La Habana, (PD) El Ministerio de Relaciones
Exteriores de Cuba ha respondido con ira al dictamen del Grupo de
Trabajo sobre Detención Arbitraria del Consejo de Derechos Humanos de la
ONU, el cual declara arbitraria la detención y encarcelamiento del
ciudadano norteamericano Allan Gross.
La respuesta de que "Allan Gross fue detenido, procesado y sancionado
con todas las garantías y derechos sobre el debido proceso judicial y
cumpliendo los principios relativos a la independencia judicial", es
impúdica. En Cuba ningún proceso cumple los principios relativos a la
independencia judicial, y menos aún cuando se trata de casos en que se
ve envuelta como parte interesada la policía política del régimen.
La historia es larga en ejemplos: el general Arnaldo Ochoa fue fusilado
sin haber sido probado en juicio qué delito cometió, pues el proceso se
inició por tráfico de drogas, después cambió a actos hostiles contra
estado extranjero, y por último, en medio de una cacería de brujas, lo
que le valió la pena de muerte fue la traición al máximo líder (¿?). Los
setenta y cinco condenados en la primavera del 2003 no eran culpables de
ningún hecho que mereciera tan largas condenas, incluso con las leyes
draconianas vigentes. El español Ángel Carromero fue sancionado a
prisión a pesar de haber sido víctima del acoso a que lo sometiera un
misterioso vehículo, que terminó por sacarlo de la vía provocando las
muertes de Oswaldo Payá y Harold Cepero. Sonia Garro y su esposo, Ramón
Muñoz, llevan más de un año en prisión sin que se les hayan levantado
cargos. Por otra parte, los ejecutores del abordaje y hundimiento del
remolcador "13 de Marzo" jamás fueron llevados a juicio.
Lo de Allan Gross es sólo otro caso entre muchos; en un país donde el
detenido es culpable mientras no demuestre su inocencia, poco hay que
decir sobre la parcialidad de los tribunales.
El señor Gross es otra víctima de la pandilla que gobierna este país,
donde no existe tal independencia judicial al no haber tripartición de
poderes, pues tanto el poder judicial, como el legislativo, están
sometidos al poder ejecutivo con el partido gobernante a la cabeza. En
Cuba, hasta los bufetes de abogados son controlados por la Seguridad del
Estado.
Hace ya algunos años, durante la ola represiva desatada contra los
artesanos de la plaza de La Catedral, conocida como "Operación Adoquín",
los trabajadores cuentapropistas que iban a juicio sin nombrar abogado
eran sancionados a multas; los que quisieron hacer valer sus derechos y
probar debidamente su inocencia asistidos de letrados, fueron a parar a
la prisión sin más explicaciones.
Para Cuba actualidad: hchaviano5@gmail.com
http://hchavaiano5.blogspot.com
http://primaveradigital.org/primavera/politica/54-politica/7236-rehenes-politicos.html
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