Cuba: Hegemonía del silencio
Publicado el Domingo, 01 Julio 2012 07:23
Por Javier Montenegro*
Fools said i, you don't know, Silence is like a cancer grows.
"Sound of silence", Simon & Garfunkel
Casi estoy listo para ser un periodista, solo me queda un año de
estudios y luego a comerme el león en El Artemiseño. Aún no sé si todo
lo aprendido en la academia me será útil, y tampoco me importa mucho,
solo estoy emocionado por mi futuro, por ver mi nombre en la prensa y
por las crónicas triunfalistas que escribiré; quién sabe si seré buen
periodista; quizás sea respetado, y cuando las personas tomen un
periódico en las manos digan "¿viste lo último de Montenegro?" "no, ¿qué
escribió?" "Un reportaje espectacular sobre la necesidad de mejorar el
transporte de Guanajay a La Habana". Se me eriza la piel.
Gracias al momento histórico que me tocará vivir, seré de los primeros
en hablar de las hazañas agrícolas de la moringa, de cómo cultivaremos
más de la necesaria, eso sí, sin caer en las especulaciones de su
destino. No entiendo cómo algunos integrantes del gremio se preocupan
por la distribución de los productos, para eso está el Estado. También
me sentiré orgulloso de anunciar la pronta reparación del Teatro
"Vicente Mora" de Guanajay junto a todos sus puentes; y por supuesto,
mencionaré la necesidad de restaurar algunos inmuebles, en manos de
guanajayenses, que no deberían ser víctimas de la desidia pues forman
parte de nuestra historia local; tampoco presionaré mucho, hay que
comprender los problemas que enfrenta nuestro país.
Tampoco tocaré esos temas escabrosos con los que algunos compañeros de
trabajo pierden el tiempo. ¿Alguien puede explicarme cuál es el punto de
sacar a la luz casos de corrupción o investigaciones sobre ilegalidades?
El pueblo y el mundo podrían llevarse una opinión equivocada de nuestro
país.
Eso sí, no cejaré ni un instante en dar a conocer todas las privaciones
que padecemos a causa del bloqueo, no podemos ceder ni un ápice ante el
enemigo, ni permitir a la disidencia ciertas acusaciones infundadas con
las que atacan a nuestro país.
Está bien, basta de sarcasmo, la prensa cubana es un gran chiste que
algunos no entienden, como las películas de Monty Python. Cuando leo el
yate o el oxímoron, me gustaría vivir en el país que ellos me muestran,
y no en la Cuba sin medios de prensa que yo conozco. Al parecer, el
silencio es la forma de resolver nuestros problemas; si no hablamos de
la caída en picada que sufre la educación, esta se solucionará. Si nos
mantenemos al margen de los problemas económicos, las personas tendrán
un salario real acorde con sus necesidades. Pero no, alguien dictó en
algún sitio que a nosotros no nos corresponde hablar de lo negro o lo
gris, solo de lo blanco. La labor de los periodistas es encubrir,
desviar la atención, demeritar los valores foráneos según nuestra
conveniencia. Conozco la cortina de acero o la cortina de bambú de
oídas, pero vivo día a día la cortina de papel bagazo, y les puedo
asegurar que es insufrible.
Rafa se quedó traumatizado con la trilogía Millenium, y descargó su
insulto con la prensa nacional comiendo limones, por mi parte, me
conformaría con leer, escuchar o ver alguna historia interesante en
nuestros medios. ¿Quién no ha soñado con ese famoso palo periodístico
donde desenmascaramos toda una red de ilegalidades? No es el palo ni sus
posteriores premios, no es el minuto de gloria, es poder contar lo que
el resto no sabe, sacar a la luz lo desconocido.
Por ahora, tanto el cable, como las máquinas que rellenan las latas de
refresco y cerveza, como los policías corruptos y todos los villanos de
esta Isla están a salvo. Los periodistas los protegemos. Somos una lanza
de punta obtusa que protege a la sociedad cubana.
*Javier Montenegro es estudiante de Periodismo en la Universidad de La
Habana. Este artículo fue tomado de su blog Uno de Guanajay.
http://cafefuerte.com/cuba/noticias-de-cuba/sociedad/1965-cuba-hegemonia-del-silencio
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