Pollo por pescado
Martes, 31 de Julio de 2012 00:52
Escrito por Amarilis C. Rey
Cuba actualidad, Managua, La Habana, (PD) En la forzada dieta del
cubano, el estado trueca la porción normada de pescado por una de pollo.
Desde los inicios de la cartilla de racionamiento, en los años 60, el
pescado tuvo su lugar. Pero en los últimos decenios, ha sido
reiteradamente sustituido por raciones de pollo. Al principio era de una
libra por persona, pero esto ha mermado paulatinamente, y hoy es de once
onzas per cápita mensual o bimensual.
Ya sin preguntarse qué pasa con los mariscos, muchos cubanos son de la
opinión que para comer pescado hay que ser extranjero.
Alberto, de 58 años, espera en una pequeña fila frente la "carnicería
especializada", establecimiento donde debe adquirir su cuota de pollo
por pescado. En tono jocoso afirma, cuando los amigos le saludan: "Aquí
estoy esperando el pollo porque el pescado parece que también nos
abandonó y se fue para Miami. Quiera Dios que el pollo no siga su
ejemplo". Por fin, cuando Alberto, que vive solo, salió de la carnicería
llevaba en una mano un pequeño muslo de pollo.
Por ser Cuba una isla, el consumo de pescado y mariscos debía ser algo
cotidiano, como fue siempre hasta hace algo más de 50 años.
Personas que se dedican a la venta ilegal de pescado, afrontan
dificultades en los puntos de control policial diseminados por todo el
país. Si son descubiertas y la cantidad excede lo permitido (lo que
alguien puede estimar que es lo lógico para el consumo familiar) el
portador puede enfrentar una multa y el decomiso de la carga.
Nancy, de 44 años, quien hace algún tiempo que vende pescado por
encargo, comenta: "Cuando viajamos en el camión que nos trae del
Surgidero de Batabanó, donde compramos el pescado, colocamos el paquete
a cierta distancia, para en caso de que venga la policía y lo descubra,
no sepa de quién es. Se pierde la mercancía, pero no te marcas. En el
caso de la langosta y los camarones, ahí sí no hay arreglo. Eso está
prohibido y si te cogen puedes hasta ir presa. Eso depende también del
policía y del arreglo a que puedas llegar con él."
En las pescaderías especializadas se puede encontrar de forma
esporádica pescados como el pargo y el bonito, pero su precio excede los
40 pesos el kilogramo. La gran mayoría tiene que contentarse con la
opción de las croquetas a cincuenta centavos cada una.
Hoy gran parte de los jóvenes en Cuba no tienen el hábito de consumir
productos del mar. El pescado de mar que conocen es el jurel pero hace
mucho tiempo que no lo ven en su mesa.
Alexis, de 20 años, suele ir a pescar a una presa. "Voy a la presa con
un grupo de amigos y allí estamos todo el día, más por entretenernos que
por otra cosa. A veces se pesca. A mí el que me gusta es la claria."
Hay quien asegura que la claria fue traída de Tailandia, durante el
periodo especial para ayudar a la alimentación del pueblo en una etapa
de aguda crisis económica tras el derrumbe del campo socialista.
Pescar una tilapia o una claria pudieran ser buenas opciones para
quienes aun lleven por dentro el instinto de nuestros ancestros que
vivían de la pesca. Para los que hayan perdido esa afición y no tengan
recursos, esperemos que el pollo no les abandone también.
Para Cuba actualidad: amarilisrey@yahoo.com
http://primaveradigital.org/primavera/economia/51-economia/4789-pollo-por-pescado.html
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