Monday, December 22, 2014

Cuba se queda sin argumentos

Cuba se queda sin argumentos
Por Carlos Lauría | Para LA NACION

A través de los años, el gobierno cubano ha justificado el
encarcelamiento de periodistas independientes bajo acusaciones de actuar
contra la soberanía del Estado al servicio de Estados Unidos. En la
llamada "primavera negra" de marzo de 2003, cuando el gobierno del
entonces presidente Fidel Castro lanzó una masiva embestida contra la
disidencia aprovechando que la atención del mundo estaba concentrada en
la invasión estadounidense en Irak, 29 periodistas independientes fueron
condenados con penas de hasta 27 años de prisión.

En los procesos judiciales quedó establecido que los periodistas fueron
acusados de desestabilizar al país por colaborar en medios extranjeros.
Se los castigó por ser "mercenarios" al servicio de una potencia
extranjera (llámese Estados Unidos).

El gobierno norteamericano respaldó a la sociedad civil cubana, a través
de material de asistencia y capacitación. La Agencia de Estados Unidos
para el Desarrollo Internacional ha instituido programas de acción para
generar solidaridad con activistas de derechos humanos de la isla y para
dar voz a la prensa independiente.

Pero algunos de estos programas, como el recientemente revelado para
promocionar el hip-hop, han sido considerados intentos del gobierno de
Estados Unidos para socavar a los Castro. El fuerte respaldo a la
sociedad civil y la prensa independiente contribuyó con la estrategia
del gobierno cubano al describir a los disidentes como espías al
servicio del imperio.

A partir del histórico anuncio del miércoles pasado sobre el
restablecimiento de las relaciones diplomáticas entre Estados Unidos y
Cuba, el argumento esgrimido por La Habana para encarcelar, acosar e
intimidar a periodistas independientes ha perdido sustento. Incluso las
descalificaciones que sufren la mayoría de los disidentes -entre ellos,
la prominente bloguera Yoani Sánchez- de actuar como agentes encubiertos
de la CIA, del Departamento de Estado o simplemente lacayos del imperio
ya hoy lucen anacrónicas.

Las consecuencias de este giro sin precedentes en las relaciones entre
ambos países después de 50 años de Guerra Fría podrían ser promisorias
para los derechos humanos y la libertad de expresión. Como resultado,
los periodistas deberían realizar su labor informativa sin tantas
restricciones, sin la amenaza permanente de ser encarcelados por el solo
hecho de informar y expresar opiniones críticas, y con posibilidad de
acceder a Internet sin filtros, obstáculos o costos tan elevados.

Pero la realidad es que Cuba sigue siendo hoy uno de los países más
restrictivos para la prensa. Un escritor y bloguero independiente, Ángel
Santiesteban Prats, está preso desde febrero de 2013 condenado a cinco
años de prisión en represalia por sus críticas al gobierno. Todos los
medios nacionales autorizados son controlados por el Partido Comunista,
que reconoce la libertad de prensa "sólo en acuerdo con los objetivos de
la sociedad socialista".

Todos los periodistas independientes y blogueros trabajan en páginas web
hospedadas en el exterior y actualizadas por medio de las embajadas o
costosas conexiones de hotel.

Los cambios no se producirán de la noche a la mañana. Para desmontar un
sistema tan restrictivo y arcaico, será necesario el compromiso
ineludible de Cuba para ratificar e implementar los pactos
internacionales sobre derechos humanos que ha firmado, para garantizar
la libertad de expresión e información, incluido el uso de Internet, la
liberación sin condiciones de todos los periodistas presos y el
desmantelamiento de un andamiaje legal obsoleto que castiga hasta con
penas de cárcel cualquier tipo de periodismo independiente.

Dos años después del triunfo de la revolución cubana, Fidel marcó los
límites de la libertad de prensa en Cuba con una recordada frase:
"Dentro de la revolución todo, fuera de la revolución nada". En este
nuevo escenario, Cuba necesitará reinventarse, pero sobre todo aceptar
que el derecho a la libertad de expresión existe dentro de cada persona
y no es un regalo concedido por el Estado.

El autor es coordinador senior del programa de las Américas del Comité
para la Protección de los Periodistas

Source: Cuba se queda sin argumentos - 20.12.2014 - lanacion.com -
http://www.lanacion.com.ar/1754066-cuba-se-queda-sin-argumentos

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