29 de mayo de 2013 • 20:04
Bloguera Sánchez vuelve a Cuba
PAUL HAVEN y PETER ORSI
Una de las celebridades más famosas de Cuba está por volver a la isla
luego de una prolongada gira mundial, pero lo más probable es que no la
reciba una comisión de bienvenida con flores o música de bandas.
Posiblemente la mayoría de los isleños ni siquiera se enterará.
Cuando Yoani Sánchez aterrice en un vuelo procedente de Madrid el
jueves, dará un paso hacia un futuro incierto que podría significar que
la bloguera disidente tenga más influencia —o significativamente más
problemas— en la isla de gobierno comunista que nunca ha visto con
buenos ojos a los disidentes.
"Es prematuro hacer una valoración", dijo a The Associated Press el
marido de Sánchez y compañero disidente, Reinaldo Escobar, sobre el
impacto del muy difundido viaje de su esposa. "Lo que le espera aquí es
mucho trabajo, mucha responsabilidad y la posible realización de algunos
sueños".
En varios tuits del miércoles por la madrugada, Sánchez dijo que
regresaba a Cuba después del "viaje de mi vida" y que estaba "feliz,
exhausta y con muchas ideas".
Para quienes se preguntan por qué quiere regresar a una isla que la
considera una enemiga pública, Sánchez respondió: "Regreso porque soy
testaruda... muy testaruda y para mí la vida no está en otra parte sino
en otra Cuba".
Las autoridades comunistas permitieron que Sánchez y varias figuras de
la oposición menos conocidas pudiesen viajar al extranjero como parte de
reformas migratorias históricas que entraron en vigencia en enero, que
eliminaron varios requisitos de visado de salida para todos los cubanos.
Aprovechando su nueva libertad, Sánchez visitó más de una decena de
países desde que comenzó su viaje el 17 de febrero. Visitó la Casa
Blanca, dio discursos ante parlamentarios europeos y latinoamericanos e
intercambió ideas con luminarias tan diversas como el político polaco
Lech Walesa y el músico cubano-estadounidense Emilio Estefan.
Sánchez, quien ganó fama con comentarios sociales ardientes en su blog
Generación Y en un flujo constante de tuits, ha dicho que quiere crear
un periódico en línea independiente tras su regreso.
Eso podría poner a la bloguera de 37 años de edad en un curso de
colisión con el gobierno del presidente Raúl Castro. La isla nunca ha
rehuido al oprobio internacional cada vez que sintió que su seguridad
estaba en riesgo.
En 2003, Fidel Castro encarceló a 75 intelectuales, activistas y
comentaristas sociales en una notoria campaña contra la disidencia. Sin
embargo, su hermano Raúl, quien asumió el poder en 2006, los puso en
libertad como parte de una serie de reformas sociales y económicas.
Cuba considera a todos los disidentes como títeres pagados por
Washington y Miami a fin de provocar problemas internos. El gobierno no
hizo ninguna declaración sobre el inminente regreso de Sánchez.
Los observadores están divididos sobre cómo iba a reaccionar Cuba, pero
varios coincidieron en que el gobierno probablemente no reaccione con
demasiada dureza porque Sánchez, al igual que otros disidentes, tiene
muy pocos seguidores en la isla.
"La prominencia internacional le ofrece oportunidades para futuros
viajes y protección contra un posible arresto", dijo Arturo López Levy,
un analista cubano y profesor de la Universidad de Denver. "Pero nada de
eso potencia su capacidad de convocatoria interna, que sigue siendo exigua".
Los disidentes se quejan de que el gobierno controla todos los medios de
comunicación, con lo que evita de hecho el discurso público, y que
quienes apoyan abiertamente a los críticos son hostigados y condenados
al ostracismo.
No obstante, también es cierto que después de más de medio siglo de un
gobierno de un solo partido, muchos cubanos reaccionan con escepticismo
a los asuntos políticos y no ven a los disidentes como una respuesta
viable a sus problemas cotidianos.
De 20 vecinos de La Habana consultados informalmente por The Associated
Press esta semana, sólo siete dijeron haber oído hablar de Sánchez.
Varios no estaban seguros de quién era exactamente. Sólo tres dijeron
que sabían de su viaje internacional.
"Es la primera vez que escucho ese nombre" dijo Irene Solís, de 23 años.
"¿Quién?", preguntó Rosa Suárez, de 34 años.
La falta de notoriedad de Sánchez en su propio país está muy lejos del
tratamiento de estrella que tuvo durante el viaje, su primero fuera de
la isla, después de años de habérsele negado el permiso de salida.
Durante más de tres meses, Sánchez visitó Brasil, Perú, México, España,
Italia, República Checa, Polonia, Suecia, Suiza, Alemania, Noruega,
Holanda y Estados Unidos, donde se reunió con altos funcionarios del
gabinete del presidente Barack Obama.
La bloguera habló con líderes internacionales de derechos humanos, dio
discursos en universidades de Estados Unidos y recorrió las oficinas de
Google y Twitter en Nueva York. En Miami recibió ovaciones calurosas de
exiliados cubanos y se maravilló de encontrarse con una "Cuba fuera de
Cuba".
Sánchez paseó por las playas bañadas de sol en Río de Janeiro, tuiteó
una foto de una obra maestra de Picasso en el Museo de Arte Moderno de
Nueva York y visitó el sitio donde estaba el muro de Berlín.
También se reunió con editores de medios de comunicación, desde la Radio
Pública de Estados Unidos y el diario The New York Times hasta el
periódico español El País.
Durante una conferencia de periodismo regional en México, Sánchez
sostuvo que los blogueros cubanos caminan por "una delgada línea roja
entre la libertad y la cárcel", comentarios que seguramente molestaron a
las autoridades en La Habana.
Ted Henken, un experto en Cuba que ayudó a organizar parte de la gira de
Sánchez, dijo que ella había ganado más de 100.000 seguidores en Twitter
desde que partió, con lo que ahora suma más de medio millón.
Será una extraña vuelta a casa cuando Sánchez arribe al sencillo
apartamento que comparte con Escobar y el hijo de ambos, pero su regreso
también significa desafíos para el gobierno, pues es casi seguro que el
tratamiento que reciba será observado estrechamente por periodistas,
gobiernos extranjeros y organizaciones de derechos humanos.
___
Los periodistas de The Associated Press Andrea Rodríguez y Anne-Marie
García en La Habana y Christine Armario en Miami contribuyeron a este
despacho.
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Paul Haven y Peter Orsi está en Twitter como:
http://www.twitter.com/paulhaven y
http://www.twitter.com/Peter_Orsi
http://noticias.terra.es/mundo/latinoamerica/bloguera-sanchez-vuelve-a-cuba,94acbfc217eee310VgnCLD2000000dc6eb0aRCRD.html
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