Jueves, 05 de Abril de 2012 12:22
Escrito por Wilfredo Vallín Almeida
Cuba actualidad, La Víbora, La Habana, (PD) "Todo pasa y todo queda",
decían los versos del poeta. Así, ya ha pasado -y ha quedado- la visita
del papa Benedicto XVI a Cuba. Los cubanos nos quedamos, conforme a la
apreciación de cada cual, con diferentes visiones de ese evento.
Para mí hay cinco momentos que voy a recordar por largo rato. Estos son:
1.La declaración de su santidad en cuanto a que "el socialismo no
funcionaba en Cuba y que la Iglesia ofrecía sus buenos oficios para un
cambio incruento en el país".
2.La insólita comparecencia del señor Bruno Rodríguez Parrilla ante las
cámaras de la televisión nacional y la prensa extranjera y que me
recordó mucho la del señor Alarcón en la Universidad de Ciencias
Informáticas (UCI) frente a Eliecer Ávila, por sus respuestas totalmente
incoherentes con las preguntas.
3.Las palabras del señor Raúl Castro, siempre iguales y extemporáneas.
4.El aparatoso despliegue de seguridad llevado a cabo contra un gran
número de compatriotas todo el tiempo que duró la estadía del sumo
pontífice en el país.
5.La abierta y escandalosa complicidad de la Empresa de
Telecomunicaciones de Cuba, S.A. (ETECSA) en ese operativo.
Quiero tocar aquí, aunque sea brevemente por motivos de espacio, el
punto cuatro (4) de esta lista y dejar para un post futuro las
ilegalidades cometidas por la empresa ETECSA en los hechos.
Mientras por un lado el gobierno dice que debe respetarse la ley, que
hay un gran desorden en el país en ese aspecto y que se tomarán las
medidas necesarias para mantener el orden, ellos mismos, una y otra vez,
ordenan operativos policiales sin llenar las formalidades que estos exigen.
Es imposible precisar las cifras, pero muchos, muchísimos ciudadanos en
estado de total libertad civil, fueron conminados a permanecer en sus
casas, a abandonar por la fuerza otras provincias, detenidos o retenidos
en unidades de policía, etc.
Hay fotos de fuertes destacamentos armados patrullando la ciudad de
Santiago de Cuba durante los días previos a la visita papal en algo que
recuerda más el estado de emergencia nacional que la llegada del
Peregrino de la Caridad.
¿Qué mueve este tipo de medidas ante una visita semejante? ¿Acaso la
firme convicción de la unidad monolítica del pueblo de Cuba entorno al
Partido Comunista? ¿El alto nivel e instrucción política de nuestra
población? ¿La total confianza en la presencia mayoritaria del hombre
nuevo entre nuestra juventud?
Es absolutamente evidente el total divorcio entre lo que se dice ante
las cámaras y la prensa extranjera sobre la confianza del pueblo, y las
medidas policíacas que hemos visto en estos días.
Sea cual fuere la explicación que quiera darse, lo hecho en esta
oportunidad (también otras veces) corresponde a un estado de emergencia
que está contemplado en la ley, pero que nunca ha sido declarado en el
país y que, sin ella, es de aplicación totalmente ilegal, como ilegales
eran las motos Suzuki, con chapa HYM 944 una de ellas, que -según me
alertaron mis vecinos-, tuve frente a mi domicilio.
Para Cuba actualidad: vallinwilfredo@yahoo.com
http://primaveradigital.org/primavera/cuba-sociedad/la-consulta/3797-frente-a-mi-domicilio.html
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