El Papa dice que lleva en su corazón a los cubanos que sufren
'limitaciones de libertad'
Agencias
Ciudad del Vaticano 04-04-2012 - 3:09 pm.
Resalta que viajó a la Isla para apoyar la misión de la Iglesia en el
anuncio del Evangelio y para exhortar a los cubanos a dar un nuevo vigor
a su fe.
El papa Benedicto XVI expresó este miércoles satisfacción por su
reciente viaje a México y Cuba y abogó para que los pueblos de esas dos
naciones puedan lograr un futuro de paz y fraternidad, reporta EFE.
Ante varias decenas de miles de personas que asistieron en la plaza de
San Pedro a la audiencia pública de los miércoles, Benedicto XVI dijo
que aún siguen vivas en él las "emociones suscitadas" por esa visita
apostólica con la que quiso —precisó— "abrazar idealmente a todo el
continente latinoamericano".
"Han sido días inolvidables (del 23 al 28 de marzo) de alegría y de
esperanza, que permanecerán marcados en mi corazón", subrayó el Papa e
hizo votos para que el pueblo mexicano y el cubano "puedan obtener
frutos abundantes para construir en la comunión eclesial y con valentía
evangélica un futuro de paz y de fraternidad".
De la visita a Cuba, el Papa resaltó que viajó a la Isla para apoyar la
misión de la Iglesia en el anuncio del Evangelio y para exhortar a los
cubanos a dar un nuevo vigor a su fe y a "contribuir con la valentía del
perdón y de la comprensión, a la construcción de una sociedad abierta y
renovada".
"Una sociedad donde haya más espacio para Dios, porque cuando Dios es
expulsado, el mundo se transforma en un lugar inhóspito para el hombre",
afirmó.
Recordó su visita al santuario de la Virgen de la Caridad de El Cobre,
la patrona de Cuba, bajo cuya protección puso a las personas que sufren
y a los jóvenes cubanos.
Añadió que lleva en su corazón las preocupaciones y las aspiraciones de
"todos los cubanos, especialmente aquellos que sufren por las
limitaciones de libertad".
El último día de estancia en Cuba ofició una misa multitudinaria en la
Plaza de la Revolución. El Papa recordó que en ella dijo a todos "que
Cuba y el mundo necesitan cambios", pero que sólo serán verdaderos
"cuando cada uno tengan en cuenta al ser humano, presupuesto
imprescindible para alcanzar la libertad y poder sembrar alrededor
reconciliación y fraternidad".
Benedicto XVI insistió en que durante su viaje reiteró que la Iglesia
"no pide privilegios, sino poder proclamar y celebrar públicamente la
fe, llevando el mensaje de esperanza y de paz del Evangelio a todos los
sectores de la sociedad".
En cuanto a su estancia en México, señaló que a su llegada a León, en el
estado central de Guanajuato, llamó la atención sobre la necesidad del
"reconocimiento y la tutela" de los derechos fundamentales del ser
humano, entre ellos la libertad religiosa.
El Pontífice afirmó que expresó su cercanía a los que sufren "debido a
plagas sociales, a antiguos y nuevos conflictos, a la corrupción y la
violencia".
Destacó las filas interminables de mexicanos que le acogieron por las
calles y carreteras y manifestó que en aquellas manos "de saludos y
afecto" vio la esperanza de los cristianos mexicanos.
"Esperanza —dijo— que permanece viva a pesar de los momentos difíciles
de violencia, los cuales no he dudado en deplorar y a cuyas víctimas
tengo en mi pensamiento, pudiendo confortar a algunas de ellas".
El Papa saludó en Guanajuato a ocho familiares de víctimas de la
violencia, tras reunirse con el presidente mexicano, Felipe Calderón.
Benedicto XVI recordó su encuentro con los niños y adolescentes
mexicanos y aseguró que sus rostros expresaban "el fuerte deseo" de
poder vivir "en paz, serenidad y armonía en una sociedad justa y
reconciliada".
El Pontífice indicó que este año muchas naciones latinoamericanas
celebran el bicentenario de su independencia y que exhortó a esos
pueblos a confiar en la bondad de Dios, "que puede cambiar desde el
corazón las situaciones insoportables y oscuras".
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