Monday, August 3, 2015

Propicia Obama la perpetuación del régimen cubano?

¿Propicia Obama la perpetuación del régimen cubano?
JOSÉ HUGO FERNÁNDEZ | La Habana | 3 Ago 2015 - 8:40 am.

OPINIÓN: Chaviano: A pesar de… / Rojas: ¿Por qué la normalidad
diplomática puede favorecer una democratización de Cuba? / Montaner: El
nuevo panorama cubano / Dopico: Cuba, el WiFi y el fin de una era /
Estrada: La cobertura mediática de la seudoapertura cubana / Blanco: La
buena y la mala noticia

La aceptación aparente de una dictadura, sea de líder único o con
reinado de grupo elitista, no significa que el pueblo la apruebe, mucho
menos que le guste vivir bajo su bota. Digan lo que digan los tópicos de
uno u otro bando, las dictaduras se sostuvieron siempre sobre una
minoría, y no concluyen sino cuando la mayoría de sus dominados deciden
ponerle fin. Pero, si en cambio, la derrota del dictador proviene de
fuerzas extranjeras, y aún más sin el consenso de sus dominados, el
remedio puede terminar resultando peor que la enfermedad.

Si es así, y es así como la historia lo muestra, no veo por qué nuestra
dictadura se tornaría aún más inamovible gracias a sus nuevas relaciones
con Estados Unidos.

Lo que veo, porque se presenta clarito ante la vista de cualquiera, es
que el gobierno estadounidense necesita cambiar sus estrategias con
respecto al indeseable colega vecino. Así que le salga bien o mal el
cambio (aunque no tiene por qué salirle mal), es atinado probar, toda
vez que la estrategia anterior perjudicó más de lo que pudo haber
beneficiado sus planes. Elemental, Watson, diría Holmes. A lo que no le
veo pies ni cabeza es que nosotros, los propios cubanos, pensemos que
este nuevo acercamiento estadounidense nos está condenando a continuar
dominados por el totalitarismo in saecula saeculorum.

¿Qué señales concretas nos indican que si los Estados Unidos mantienen
el embargo y su trasnochado pugilato con el régimen, tendríamos la
posibilidad de conquistar la plena democracia en un plazo breve, digamos
en los próximos años?

Después que nuestra dictadura se las ha amañado para conseguir la
aprobación y hasta el aplauso de la mayoría de las más sobresalientes
organizaciones internacionales, y de una buena parte de los gobiernos de
este mundo al que suelen llamar civilizado (incluidos ahora los de la
vieja y culta Europa), supongo que el interés de algunos de nosotros
porque Estados Unidos siga perdiéndose su participación en la piñata sea
de carácter eminentemente económico. Creemos que nuestros caciques se
harán más fuertes con el dinero proveniente del Norte. Pero estamos
pasando por alto dos pequeños detalles: a) a estas alturas, ellos poseen
ya todos los millones y riquezas que necesitan para ser fuertes; b) de
la misma manera que los caciques obtendrán el dinero que ya no les
resulta imprescindible para reinar, la gente del pueblo también va a
mejorar económicamente. Ya sabemos que la gente piensa según como le
vaya en la vida, y ese es justo el fundamento de nuestra desgracia, que
como nos ha ido tan mal, perdimos hasta la capacidad de pensar.

Se entiende que los actuales activistas de la oposición en Cuba sean los
revolucionarios de estos tiempos. Pero no demuestra congruencia alguna
un revolucionario (en el mejor sentido del término, no en el que
secuestraron para su uso particular nuestros caciques) que permanezca
aferrado sin disyuntivas a viejas prácticas que han demostrado su
inviabilidad a lo largo de más de medio siglo.

Creer que la palabra democracia está vacía de significado para los que
residimos en Cuba sólo por el hecho de que nos obligan a vivir sin ella,
no es equivocación menor que la de quien creyó que el loro es pintor
sólo porque defeca verde. Considerar que cuando mejoremos aunque sólo
sea un poco nuestra situación económica, no nos va a interesar para nada
que nuestros caciques y la parentela continúen en su cumbancha
totalitarista y opresora, equivale a desconocer esa regla de
supervivencia que ya era muy vieja en los tiempos de Darwin: vencer una
etapa siempre impone, por naturaleza, iniciar otra superior.

Así que tampoco me parecen muy brillantes los últimos tópicos que se
escuchan y se leen, según los cuales, enemigos y cómplices del régimen
se han puesto de acuerdo para concluir que aquí estamos festejando en
masa el presunto desmerengamiento de Obama, porque no necesitamos nada
más que lo dispuesto hasta este momento para doblar la cerviz durante
otros cincuenta años, con el lomo listo para el látigo y con la boca
abierta para seguir viviendo de parásitos a costa de los americanos, sin
animarnos a tirarle ni un hollejo a un chino.

Desde un bando, temen, sabe Dios sobre qué base, que nuestras
expectativas vayan a quedar cubiertas con el mejoramiento pasajero y
dudoso del condumio, o con acciones —de resultados aún más dudosos— para
remediar la falta de Internet.

Desde el otro bando, suponen que nos dejaremos marear fácilmente con
nuevos estímulos económicos que no llegan al fondo de nuestras
aspiraciones, ni incluirían por igual a todos los ciudadanos de la Isla,
al margen de nuestros particulares niveles de solvencia, nuestras
profesiones o nuestras posiciones políticas.

Lo cierto es que mejorar nos ayudaría a ver mejor las cosas a través de
las cuales podremos seguir mejorando. Desconocer esta llana verdad, o
ponerla en duda, equivale a negarnos la capacidad de raciocinio y las
mínimas titilaciones del espíritu que diferencian a los seres humanos de
los piojos o de las berenjenas.

Por lo demás, confieso que al menos a mí no me hacen vibrar los
ampulosos discursos de amor patrio de quienes auguran que pronto Cuba
quedaría convertida en nuevo predio del neoliberalismo. La verdad, no
creo que tengamos que pasar necesariamente por ese neoliberalismo
devastador que pintan los progres, como alternativa obligada para salir
al fin del totalitarismo. Pero para ser franco, si no quedara otro
remedio, yo en particular lo prefiero. Por una razón sencilla: cualquier
otro gobierno, por malo que sea, es preferible a la dictadura fidelista,
porque de cualquier otro es posible librarse más pronto y fácilmente.

Source: ¿Propicia Obama la perpetuación del régimen cubano? | Diario de
Cuba - http://www.diariodecuba.com/cuba/1438033228_15977.html

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