Mi primer año de muerto

Mi primer año de muerto
José Alberto Álvarez Bravo
13 de mayo de 2015

La Habana, Cuba – www.PayoLibre.com – Ante varios testigos, el agente de
la policía política Leonel Alberto Pérez Belette entró sin permiso a mi
domicilio. Diez de mayo de 2014, víspera del Día de las Madres. Su
misión le parecía muy simple. Yo debía abordar uno de los dos autos de
turismo que los sicarios de la seguridad del estado habían apostado, con
sus correspondientes dotaciones, en la calle Calzada, para "obsequiarme"
un paseo semejante al que terminó en el asesinato de Oswaldo Payá y
Harold Cepero. Hoy diez de mayo de 2015 puedo redactar estas líneas
porque Dios no permitió la consumación de mi asesinato.

El asunto viene por mi obstinación en continuar trabajando en el
Proyecto Cuba Exige, donde hasta la fecha 1 816 cubanos y cubanas de
toda la isla manifestamos, por la vía audiovisual, nuestra exigencia de
un cambio de régimen para Cuba. Eso no le gusta a la dinastía Castro.

En julio o agosto de 2013, cuando teníamos en Internet unas trescientas
grabaciones, el Noticiero Nacional de Televisión incluyó en el horario
estelar un segmento nombrado Cuba dice; cuando ya teníamos cerca de mil
grabaciones, decidieron bloquear mi línea de telefonía móvil, situación
que perdura dieciséis meses después. Convencidos de que bajo ninguna
circunstancia dejaré de cumplir mi deber para con el cambio en Cuba, los
tanques pensantes más drásticos dentro del aparato represivo del
régimen, casi seguro con el consentimiento de Raúl Castro, decidieron
cumplimentar las varias amenazas de muerte que había venido recibiendo.

Es la segunda ocasión que Dios me da una prórroga. Pude haber muerto
durante el primer atentado contra la vida de Laura Pollán el 4 de enero
de 2010. Viajábamos junto al cineasta italiano –pero enamorado de Cuba–
Pierantonio Micciarelli, en ocasión de rodar éste el filme Soy la otra
Cuba, donde por fortuna queda documentado, para la historia de Cuba,
este primer intento de asesinato contra Laura. Ver la película despeja
cualquier vestigio de duda.

Hoy animo el espacio informático Ágora de Cuba; quien conozca
mínimamente al taimado y vengativo régimen castrista sabe que no olvida
sus más perversos designios. Mis amigos dentro y fuera de Cuba –y
también quienes no lo sean– no crean un ápice a la tramposa maquinaria
propagandística de estos señores si de pronto perezco en un "lamentable
accidente" o de una "penosa enfermedad".

Si no ocurre, o mientras no ocurra, seguiré luchando para que en nuestra
patria se instaure un sistema de gobierno que respete los derechos de
todos, y no solo los de sus adeptos e incondicionales. No importa si no
me permiten verlo, lo importante es que ocurra cuanto antes.

Source: PayoLibre.com - Cuba - -
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