Friday, September 12, 2014

Mirar el futuro

Mirar el futuro
Publicado el septiembre 9, 2014 por Corrector
Sociedad - Frank Correa

Cuba actualidad, Jaimanitas, La Habana, (PD) Sauro es joven, negro,
alto, flaco y sufre de trastornos psiquiátricos. Proviene de una familia
revolucionaria: su padre es funcionario del Partido Comunista y la madre
profesora de la Universidad de La Habana. Su única hermana es licenciada
en Bioquímica y trabaja en un centro de investigación molecular. Sauro
viene a ser como la oveja negra de la familia.

Vive en una casa confortable, rodeada de un hermoso jardín, en el pueblo
de Santa Fe, al noroeste de La Habana. El orden y la limpieza que se
respira allí demuestran una férrea disciplina familiar. Hay una empleada
doméstica que se encarga de la limpieza, la cocina y el lavado de la ropa.

Pero no siempre la tranquilidad reinó en aquella casa. Las peleas de
Sauro con sus padres para exigir que respetaran su espacio, duraron
mucho tiempo. Por sus limitaciones de intelecto, el joven no pudo
cumplir su sueño de ingresar en la Universidad de Ciencias Informáticas
y entonces comenzaron las crisis, que el padre solucionó internándolo en
el Hospital Psiquiátrico.

Era más factible mantenerlo lejos de casa; así, la hermana pudo terminar
sus estudios sin contratiempos, mientras la madre escalaba hasta la
jefatura de una cátedra en la colina universitaria.

Fue entonces cuando Sauro decidió echar su propia guerra.

Ideó un minucioso procedimiento para evitar los ingresos al hospital,
comportándose como una persona lúcida y fingiendo una estabilidad
emocional fuera de lo común. Dijo adiós a las peleas domésticas, comenzó
a bañarse y a afeitarse todos los días, ignoró a su hermana y puso
llavín a su cuarto. Así logró engañar a sus padres.

A este ardid de fingir ser normal le ha sacado resultados excelentes.
Hasta tuvo un romance con una joven de Bauta, también retrasada mental,
que fue parte de su plan y quedó embarazada. El niño ahora es el motivo
principal de su vida. Sauro vive enmascarado en una felicidad que lo ha
vuelto impenetrable. Su familia no ha podido reclamarle nada en estos
últimos tres años.

Ayer lo visité brevemente. Estaba solo en la casa, con el niño, muy
tranquilo bajo los efectos del medicamento. Me dijo con una seriedad
casi solemne que había descubierto cuál era su verdadera misión en la
vida: fundar la sociedad Máximal.

Le pregunté de qué se trataba y me contestó que era la sociedad del
futuro, la solución a todos los problemas económicos, políticos y
sociales de Cuba. Sus palabras cargaban una convicción total, que me
obligó a hurgar en el asunto.

–Aunque ahora nada más la componemos dos miembros, mi hijo y yo, en un
tiempo relativamente breve todos se estarán sumando a ella.

–¿En qué consiste la sociedad y cuáles son sus bases?

— Todavía ando rediseñando algunos conceptos básicos y estructurales,
pero se deben cumplir dos requisitos fundamentales para ser un máximal
–, señaló una pared donde colgaba una señal de PARE y dijo que ésa es la
primera exigencia: detener la marcha.

–¿Y el segundo requisito?

Me tomó por el brazo, me llevó hasta la cuna donde jugaba el pequeño.

–La otra es el lenguaje –. Dio una palmada y dijo: – ¡Ruge, león!

El niño abrió la boca, mostró sus dientes apenas desarrollados y lanzó
un sonido desafiante.

–Estás mirando el futuro –me dijo Sauro, con satisfacción.

Para Cuba actualidad: frankcorrea4@gmail.com

Source: Mirar el futuro | Primavera Digital -
http://primaveradigital.net/mirar-el-futuro/

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