Ausentarse, ¿la mejor opción?
JORGE OLIVERA CASTILLO | La Habana | 18 Sep 2014 - 9:31 am.
Raúl Castro está ya en la lista de invitados de la Cumbre de las Américas.
No me imagino a Raúl Castro en la próxima Cumbre de las Américas, a
celebrarse en Panamá en abril de 2015. Aunque quizás no decline la
oferta públicamente, lo más probable es que el asiento separado para
Cuba se mantenga vacío.
En última instancia (algo que también me cuesta creer), enviaría a
cualquier personaje de segunda o tercera fila.
Basta detenerse en la naturaleza del discurso de la elite del Partido
Comunista para inferir que la única participación posible suya es en los
foros y organizaciones controlados por el chavismo y sus compinches,
entre ellos la izquierda brasilera mediante la ingente labor del
exmandatario Lula da Silva, su sucesora Dilma Roussef sin dejar de
mencionar a otros personajes de la misma cofradía como Daniel Ortega,
Cristina Kirchner, Evo Morales, Rafael Correa y José Mujica.
La gerontocracia cubana no quiere asumir ningún tipo de compromisos que
entrañen la revisión de su sistema político. El general-presidente sabe
que le sobran cómplices en la vecindad latinoamericana, pero en la
venidera cumbre es casi seguro que EEUU y Canadá pondrían reparos en
cuanto a la situación de los derechos humanos en la Isla.
Uno de los requisitos para la participación en esos cónclaves
auspiciados por la Organización de Estados Americanos (OEA) por cierto,
otra de las instituciones regionales tradicionalmente vilipendiada por
el régimen de La Habana, es el respeto de las reglas democráticas.
En Cuba no hay señales de que en un futuro cercano pueda existir un
modelo que fundamente su legitimidad en el pluripartidismo y el pleno
ejercicio de las libertades fundamentales. La realidad muestra la
tendencia a la conservación de las estructuras ideológicas que gravitan
alrededor de los intereses de la familia Castro Ruz y sus más fieles
colaboradores.
Los cambios efectuados mantienen su carácter utilitario. Como bien se
jactan jerarcas y voceros, se trata solo de actualizaciones del
socialismo, nada de reformas constitucionales que provean las
herramientas para una verdadera transición a la democracia.
Para figurar entre la membresía de la próxima Cumbre de las Américas,
Raúl Castro debería ajustarse a los estatutos como se le exige a los
representantes de cada una de las naciones. El mero hecho de invitarlo,
crea un precedente muy poco favorable en términos de credibilidad. ¿Por
qué tanta condescendencia hacia la única dictadura del continente?
La tesis de que la inserción en los organismos políticos regionales,
contribuye a dinamizar un proceso de transformaciones que derivaría en
un modelo menos autoritario, no es del todo confiable. Habría que ver
cuáles son los propósitos que se esconden en una estrategia que gana
fuerza no solamente en el área latinoamericana.
No se debe olvidar que la economía de mercado, todavía embrionaria en
Cuba, no garantiza la libertad política. El capital pudiera convertirse
en un aliado de lujo para la vieja guardia neoestalista y sus herederos.
Raúl Castro está ya en la lista de invitados de la Cumbre de las
Américas. Creo que con eso ganó un punto. Puede que ya tenga decidido a
quien enviar para las denuncias al bloqueo imperialista y las loas al
socialismo del siglo XXI.
¿Preferirá quedarse en casa y ordenar un bombardeo mediático sin
precedentes? Esa podría ser, desde su punto de vista, la mejor opción.
Source: Ausentarse, ¿la mejor opción? | Diario de Cuba -
http://www.diariodecuba.com/cuba/1410998897_10448.html
Subscribe to:
Post Comments (Atom)
No comments:
Post a Comment