¿Fraude escolar o corrupción entronizada en Cuba?
El fraude como delito como simulación de la verdad siempre afecta a
terceros, y es precisamente la sociedad cubana ese tercero.
Yusmila Reyna Ferrera Periodista Independiente, Directora Aplopress
junio 29, 2013
El fraude es un fenómeno antiguo y contra el que se ha luchado
tradicionalmente en cualquier sistema de enseñanza respetable. En el
caso cubano podría afirmarse que es un fenómeno cotidiano, pues si se
entiende el mismo como una acción contraria a la verdad y un acto
simulado, éste se práctica diariamente en el país a nivel estatal y
gubernamental, como algo entronizado, propio del sistema de gobierno en
que vivimos.
En el entorno escolar, lamentablemente también ocurre a diario, lo que
trasciende a nivel informativo o social de acuerdo a la magnitud,
personas implicadas o prensa independiente enterada. Como el caso
reciente de la secundaria básica de Arroyo Naranjo con el fraude masivo
de 8vo grado en la asignatura de Matemática, y que el gobierno se vio
obligado a publicar en su Órgano Oficial, periódico Granma al trascender
a los medios internacionales.
En la escuela cubana el fraude se ha convertido en una cadena en la que
se encuentran implicados dirección, profesores y estudiantes junto a sus
padres, yendo más allá de casos aislados o forma común del estudiante
retrasado sino que se comete en la elaboración de todo tipo de informes:
de participación en actividades escolares y extraescolares, de
promoción, de evaluaciones, etc, etc. La dirección por su parte, exige a
la vez que le exigen resultados a cualquier precio, los docentes
necesitan resultados de excelencia para garantizar posibles estímulos
salariales o su viajecito a Venezuela u otro país amigo del gobierno,
mientras que los estudiantes con la ayuda de sus padres, estimulan a los
docentes con objetos, que van desde una prenda de vestir, un puerco o
incluso dinero, creando así un compromiso evaluativo. Situación
extendida en todos los niveles: primario, secundario, preuniversitario y
hasta universitario, donde también participan los estudiantes
extranjeros, además de ser extensivo al postgrado, donde se destacan las
Maestrías en Ciencias de la Educación y de la Educación Superior, en el
que el reciclaje de tesis es realmente fraudulento.
Existen muchas aristas que influyen en la continuación y agravamiento de
dicha problemática a lo largo de todo el país, que traen al traste como
resumen: la existencia de estudiantes viciados, rodeados de profesores
igualmente viciados, si tenemos en cuenta la exposición al fraude desde
la niñez escolar, considerando, como es sabido el vicio como una actitud
reiterativa del sujeto, que llega a dañarlo a él y a su entorno.
Entonces, además de tener un sistema de gobierno fraudulento por
excelencia, aparece como causal la tergiversación y enseñanza por años
de valores que no lo son, de ahí, en parte la desvalorización de la
sociedad cubana. Por otro lado y en orden prioritario el factor
económico, que mueve a los profesores a aceptar lo que no tienen, al
carecer del pago digno que se merecen, amén de sacrificar su ética
profesional.
Más adentro del sistema educativo en el país, que adolece de calidad en
su única educación pública, y ha traído consigo la falta de rigor y
rectitud, propio del momento evaluativo a los estudiantes, desde la
primaria, convirtiéndose lo anormal en normal a la vista de todos.
Por último, aunque sé que pudiéramos extendernos en otras aristas,
aflora la falta de sentido de pertenencia del profesorado, como
consecuencia también de una formación improvisada, y de hecho
fraudulenta en las últimas décadas con la inadecuada captación, procesos
de formación emergente, "formándose" como docentes a jóvenes sin
verdadero amor por el magisterio e incluso la no interiorización de su
importancia como uno de los pilares que construyen y sostienen a una
sociedad.
Dadas estas directrices del fenómeno y considerando que el fraude como
delito y como simulación de la verdad siempre afecta a terceros,
precisamente es la sociedad cubana, ese tercero. Por ello la falta de
preparación profesional y técnica, que inciden en la baja calidad de los
servicios que se prestan, la no seriedad en las negociaciones sociales y
empresariales, la inadecuada manera de comportarse en sociedad y
familia, trayendo todo consigo la aparición de otros fenómenos sociales
como el robo, la corrupción y por demás el atraso del país en todos los
órdenes.
En tanto no se rompa la cadena viciosa de la que hablábamos y la
exigencia no sea en el sentido de cambiar el método, perfilar la
atención a las diferencias individuales, reajustar y cambiar algunos
objetivos educativos, en fin perfeccionar la metodología de la enseñanza
y en sentido general el resto de las categorías del proceso docente, no
comenzarán a revertirse cambios en esto que consideramos más que fraude
escolar, corrupción entronizada.
Existen, por suerte en el país otras alternativas para ir
contrarrestando el caso, la denuncia, el seguimiento al tema, el trabajo
con los padres por parte de la sociedad civil cubana, la incipiente
iniciativa formativa de profesores independientes, la labor del
movimiento UNPACU con sus talleres de capacitación y de los Centros de
Estudios Estratégicos del país, que van poco a poco reeducando a parte
de la población.
Todo esto, aunque se necesita mayor empuje de la oposición y sociedad
civil, mientras se efectúen cambios radicales, que impliquen la
implantación de una educación en democracia, la inyección de capital
para restablecer toda la infraestructura educacional muy deprimida,
además de la reevaluación de cada docente y directivo del sector. Cosas
solo posibles si la propia sociedad cubana, como tercera afectada las
promueve.
Source: "¿Fraude escolar o corrupción entronizada en Cuba?" -
http://www.martinoticias.com/content/cuba-educacion-fraude-academico-gobierno-estudiantes-prueba/23950.html
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