Cubanet entra a una cárcel para condenados enfermos
Jueves, Junio 27, 2013 | Por Augusto Cesar San Martin
LA HABANA, Cuba, 27 de junio de 2013, Augusto César San Martín Albistur/
www.cubanet.org.- Quienes transitan por la carretera de Managuaco,
después de sobrepasar la funeraria y el cementerio del poblado de San
José de las Lajas, a la izquierda, pueden distinguir la cárcel para
reclusos enfermos de SIDA.
La prisión, de la provincia Mayabeque, fue construida a principios de
los años 2000, con el objetivo de recluir a unos 200 prisioneros. Con el
tiempo, el número de internos dobló la cifra planificada exigiendo la
ampliación del establecimiento penal.
La instalación cuenta con cinco galeras. La número 4, destinada a las
mujeres, alberga 25 reclusas. Con excepción de la galera número 1, con
dos internos por debajo de su capacidad, el resto está saturado.
La galera 2, con espacio para 80 reclusos, mantiene 85, la número 3, de
104 alberga 116, y la número 5, con capacidad para 108 internos, tiene
113 reclusos.
Según testimonio de los internos, las condiciones de la prisión
contribuyen al deterioro de la salud de los prisioneros.
Las 6:00 a.m. y 4:00 p.m. son los horarios establecidas para recoger
agua, que los reclusos acumulan donde pueden. Describe el interno Jesús
Amador Méndez Rodríguez que, cuando el agua falta por días, "se suma el
calor en las galeras con la suciedad de los baños, para convertir el
lugar en un infierno".
Falta de atención médica
Méndez Rodríguez, de 47 años de edad, enfermo de SIDA, presenta una
Polineuropatía Sensitiva, complicada con otros diagnósticos, que lo
mantiene imposibilitado de caminar. Afirma que lleva "nueve meses en el
botiquín de la prisión pasando trabajo para hacer sus cosas", sin
recibir auxilio del personal enfermero.
A Jasmany Martín Ramírez de 24 años, acusado de asesinar a un turista
extranjero, los médicos le diagnosticaron desgaste físico. Él asegura
que hace dos años le detectaron un lipoma en uno de los pulmones, que lo
hizo candidato a la libertad extrapenal, pero fue denegada por la
gravedad del delito.
"Tengo que bañarme con agua fría a pesar del problema en los pulmones.
En las mismas condiciones está José Agromento, que padece un cáncer
generalizado. Aquí los doctores no visitan la sala para examinar a los
enfermos, pasan los meses y no se les ve", declaró.
Las autoridades médicas del penal aseguran tener garantizada la
distribución de medicamentos o sustitutos a los enfermos. Sin embargo,
las quejas de los internos contradicen esta versión.
Jasmany García, Jesús Amador y Josvany Rivas, ingresados en la sala de
enfermos del penal, aseguran que existen medicamentos como la Duralgina
inyectable y la vitamina K, que están en falta.
Según constatamos con los familiares de los internos, durante esta
visita al penal, las polivitaminas son de las medicinas faltantes.
Aseguran los internos que los casos de SIDA deben esperar de 4 a 5 meses
para la indicación de los retrovirales. Las autoridades médicas del
penal argumentan que deben reunirse para estudiar los casos y preparar
la documentación.
La ausencia de un laboratorio, servicio de rayos X y ultrasonido en el
penal provoca la dilatación de los exámenes médicos. Los casos críticos
deben ser trasladados a los hospitales municipales, pero esta gestión
también tropieza con obstáculos. La prisión cuenta con una ambulancia
que, según los reclusos, se encuentra en estado deplorable.
Manifiestan los entrevistados que Osmany Sandoval y Frank González son
dos fallecidos por la carencia o demora del servicio de urgencias de la
prisión.
La corrupción
Coinciden los testimonios sobre la mala elaboración de alimentos y la
disminución de la cuota establecida.
Un interno que pidió no identificarse por miedo a represalias afirmo que
"al capitán Raúl, jefe de logística, se le plantea lo de la comida y
dice que se va a resolver, pero nada…. Los guardias de la unidad y de la
provincia vienen y cargan con la comida del almacén; los mismos presos
que trabajan afuera son los que las cargan".
Expresó otro recluso que también teme por su seguridad que la corrupción
de los funcionarios del orden pasa por alto la tenencia de armas blancas
dentro del penal. Describen el trueque de alcohol (a 40 cajas de
cigarros el "pepino", 1500 ml), garantizado por los guardias de la
penitenciaría.
El sexo oral con las internas a cambio de dinero describe la corrupción
de los funcionarios del orden. Los Pabellones Conyugales de 12 horas se
venden. Cuestan 5 cuc (moneda oficial equivalente al dólar)..
La prisión de San José, una de las tantas ocultas a la prensa, encierra
a los culpables, o no, de delitos contra la sociedad. Estas personas,
como reclusos, adquieren derechos durante la sanción, que no deben ser
violados bajo la justificación de la falta cometida.
Los internos de esta cárcel consideran que son tratados como la peor
lacra social. La mayoría afirma estar deprimida por la situación
personal, acentuada por la enfermedad que padecen. La atención especial,
que conllevó a la construcción de esta cárcel, a simple vista, se ha
perdido en políticas deshumanizadas y corruptas.
Dos de los principales matices del sistema penitenciario cubano.
Source: "Cubanet entra a una cárcel para condenados enfermos | Cubanet"
- http://www.cubanet.org/?p=45012
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