Publicado el miércoles, 03.27.13
Cuba es una escuela
Benjamín F. DeYurre
Cuba, la Perla de las Antillas, no sólo es un país que se destaca por la
belleza de sus playas y paisajes, por la candidez de su gente o la
hermosura de sus mujeres. Cuba también es una escuela
multidisciplinaria, donde sus habitantes se gradúan en dos
universidades: en la Universidad de la vida y en una Universidad
Académica Marxista.
Al principio de los 60, el éxodo cubano estaba conformado en su mayoría
por profesionales y empresarios exitosos en muchas ramas. Médicos,
ingenieros, escritores, periodistas, artistas y deportistas de fama
mundial vinieron a radicarse principalmente en la ciudad de Miami,
contribuyendo con su pericia y talento al desarrollo cosmopolita de la
ciudad. Empresarios azucareros, licoreros, bodegueros, radiodifusores y
teleproductores, entre otros, aportaron su experiencia y capital en la
apertura de nuevos negocios generadores de empleos.
Con el transcurrir de los años y la consolidación en Cuba de un régimen
comunista, la educación académica fue centralizada, la propiedad privada
eliminada y las libertades individuales coartadas, entre ellas la
libertad de expresión y las artes plásticas.
Todos estos acontecimientos, a su vez, produjeron profundos cambios en
la sociedad cubana. La escasez y racionamiento de alimentos y
combustibles, la falta de oportunidades de trabajo, el mísero ingreso
mensual, la dificultad para obtener moneda extranjera, la negativa de
acceso a la internet y el control en las salidas del país, entre otros,
son aspectos fundamentales que han intervenido en la formación de la
nueva sociedad cubana.
En términos realistas, muchos cubanos creyentes católicos en sus casas,
han tenido que aplaudir discursos o asistir a reuniones políticas a
pesar de estar en desacuerdo, so pena de recibir represalias o quedar
sin empleo. Esta dura lección los ha llevado a ser obedientes en su
futura vida laboral.
Muchos ciudadanos ante la falta de empleo, se las ingenian para tener
ingresos. Algunos crían animales en cautiverios clandestinos, venden
huevos a domicilio o reparan zapatos o colchones. Llegan a tener
clientela fija y conforman los embriones del futuro emprendedor, una vez
en libertad.
Otros en sus casas, con mucho sacrificio, logran acondicionar una
habitación en su vivienda a fin de alquilarla a turistas. Algunos, a
través de los famosos cambios conocidos como permutas, logran tener
varias propiedades registradas bajo otros nombres, siempre con el
propósito de rentarlas. Estos no son más que los futuros empresarios
hoteleros en tierras de libertad.
Hay un sector de la población que trabaja en gastronomía turística.
Estos servidores públicos devengan un mínimo ingreso mensual. Muchas
veces ese trago especial que no se vende en el restaurante o ese plato
exquisito que no se lee en el menú, son ofrecidos por los meseros,
quienes obtienen previamente la mercancía por ellos mismos a fin de
complacer a esos comensales. Ellos son los futuros dueños de
restaurantes en una economía de mercado.
En las exposiciones de arte, pintura o esculturas, todo tiene su precio
y nada puede ser alegórico en contra del régimen. Sin embargo, ese
artista calladamente puede ofrecer su trabajo en privado. Ese es el
futuro galerista cuando libremente compita en el mercado.
En Cuba el boxeo y la pelota siempre han sido una tradición. La
inclinación natural del cubano hacia estos deportes, hace que se formen
en las calles practicando a diario los mismos. La lucha para adquirir
fama y tener beneficios que otros no tienen, hace que la competencia por
destacarse en esos deportes sea feroz. Ellos son, ni más ni menos, que
futuras estrellas en tierras de libertad.
Por supuesto, así como el cubano se ha visto en la necesidad de
superarse aprendiendo cosas buenas, también ha aprendido cosas malas.
Por ejemplo, se han abierto investigaciones en EEUU por sospecharse que
el régimen comunista en Cuba ha dictado clases a elegidos para obtener
provecho del sistema de salud norteamericano, el cual se ha visto
estafado en millones de dólares por individuos que han transferido
dichas cantidades a Cuba.
En el Sur de la Florida, siempre se ha comentado que "el mejor mecánico
es el cubano". Parece una exageración. Sin embargo, cuando vemos esos
carros de los 40 y 50 aún rodando en Cuba, nos preguntamos cómo lo
hacen. Es que el ingenio del cubano parece haberse agudizado ante una
crisis de más de 50 años. Por ello es mejor que les hayan dado
recientemente la libre salida de Cuba. Si no el cubano seguiría buscando
las mil y una formas de escapar de allí, como lo hicieron hace unos años
los famosos camionautas, que convirtieron un camión en lancha y lograron
arribar a las costas de Miami.
Sin lugar a dudas, Cuba es una escuela. Y como en toda escuela, se
aprende lo bueno y lo malo. Quedémonos con lo bueno, cambiemos a los
malévolos directores de la escuela y sigamos siendo un ejemplo de
superación para el mundo.
Economista y periodista.
http://www.elnuevoherald.com/2013/03/27/v-fullstory/1440947/benjamin-f-deyurre-cuba-es-una.html
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