Calixto merece la libertad inmediata
Viernes, Marzo 29, 2013 | Por Jorge Olivera Castillo
LA HABANA, Cuba, marzo, www.cubanet.org -Dentro de la "normalidad" que
los verdugos insulares han codificado, no es raro enterarse de que la
Fiscalía haya hecho mutis respecto al caso del periodista independiente
Calixto Ramón Martínez Arias, encarcelado desde el 16 de septiembre de 2012.
Según consta en la ley, debe haber un dictamen después de transcurridos
los 6 meses del arresto, pero como ocurre a menudo, lo legislado para
estos asuntos queda a merced de quienes se arrogan el derecho de
vulnerar los preceptos constitucionales y el resto de las normas que
regulan el funcionamiento de las diversas instituciones.
Basta fijarse en el precedente de la activista pro derechos humanos
Sonia Garro y su esposo, para tener una idea de lo que le puede ocurrir
también a Calixto. Hace más de un año que el matrimonio se encuentra
tras las rejas sin ser llevados a juicio y sin que conozcan los
pormenores del expediente acusatorio.
El reciente pedido a su Santidad Francisco para que interceda por el
periodista, se inserta en las múltiples gestiones que han hecho los
integrantes de la agencia de prensa Hablemos Press. Calixto Martínez fue
encarcelado mientras realizaba una labor investigativa en el aeropuerto
nacional, como parte de su trabajo en esta agencia independiente.
La opción de la huelga de hambre, de acuerdo con experiencias similares,
no garantiza el restablecimiento del derecho, en este caso de la
libertad inmediata.
En la historia del movimiento pacífico a favor de la democracia no
existen antecedentes de que un preso político o de conciencia haya
logrado la excarcelación por medio de la privación voluntaria de
alimentos. Es imposible pensar que Calixto tenga éxito con su
sacrificio. La muerte de Pedro Luis Boitel, en 1972, y de Orlado Zapata
Tamayo, en el 2010, confirman las escasas perspectivas de presionar al
régimen a través de esta vía.
Recuerdo a los reos comunes del Combinado Provincial de Guantánamo que
recurrían a la huelga de hambre en aras de obtener algún beneficio o de
protestar ante un exceso represivo. Muy pocos obtenían algo de sus
exigencias. Frecuentemente eran apaleados y tras abandonar su protesta
recibían un peor trato por parte de los carceleros.
Durante mi encarcelamiento, desde marzo de 2003 hasta diciembre de 2004,
nunca tuve la intención de someterme a tan dura prueba, aunque siempre
respeté a los colegas que apostaron por este recurso. Ahora, Calixto
vuelve a someter su cuerpo al rigor de la inanición. Su salud recibirá
otros golpes, quizás no mortales, pero que le dejarán secuelas por el
resto de su vida.
Hay que multiplicar los llamados a la comunidad internacional para que
se pronuncien por cada preso político cubano. Ser juzgado sin las
debidas garantías procesales y enviado a las peores prisiones es una
realidad que se repite bajo el castrismo.
Más que denunciar el incumplimiento de la ley, respecto a la ilegal
postergación del juicio, Calixto merece la libertad inmediata.
Esto último tal vez demore. No obstante, las voces que reclaman
justicia, dentro y fuera de Cuba, deberían crecer. El régimen, aunque
quisiera, no puede actuar como lo hacía en las primeras décadas de su
extensa trayectoria. El margen para el uso indiscriminado de la fuerza
se ha reducido. Es preciso elevarle el precio a su impunidad.
oliverajorge75@yahoo.com
http://www.cubanet.org/articulos/calixto-merece-la-libertad-inmediata/
Subscribe to:
Post Comments (Atom)
No comments:
Post a Comment