La nueva oposición cubana
Blindada detrás de la Demanda Ciudadana por Otra Cuba, la resistencia ha
puesto en jaque al Gobierno de Raúl Castro
En Cuba hay una nueva oposición, más fuerte y unida que nunca, de
acuerdo con el liderato del movimiento Estado de SATS.
Por Mario Alegre Barrios / malegre@elnuevodia.com
Todo parece indicar que Felipe Pérez Roque nunca olvidará el momento en
el que firmó los pactos internacionales de derechos humanos mientras era
ministro de Relaciones Exteriores de Cuba.
Aquel momento del 28 de febrero de 2008 se ha convertido en la razón
fundamental para que toda la oposición cubana esté unida como nunca en
su historia de más de medio siglo, alentada por el propósito de obligar
al gobierno de Raúl Castro a que ratifique esos pactos, piedra de toque
para la transición hacia la democracia.
Así lo asevera el doctor Alexis Jardines, profesor cubano de
antropología y sociología en el recinto riopedrense de la Universidad de
Puerto Rico, quien hasta hace poco más de año y medio caminaba las
calles de La Habana como parte del movimiento Estado de SATS, fundado
por su amigo Antonio G. Rodiles, el cerebro detrás de la Demanda
Ciudadana por Otra Cuba que tiene como propósito medular esa ratificación.
Convencido de que en Cuba hay una nueva oposición, más fuerte y unida
que nunca gracias a Rodiles -quien fue liberado a principios de esta
semana luego de una golpiza y un encierro de 19 días a manos de la
seguridad del estado- Jardines explica que este cambio de paradigma de
la resistencia cubana tuvo su caldo de cultivo precisamente en el
proyecto denominado Estado de SATS, cofundado por Rodiles y Jorge Calaforra.
"Un día, a mediados del 2010, se me apareció Antonio, para que me uniera
a esa iniciativa que consistía en la realización de la primera edición
de un evento contestatario de arte, cultura y ciencia", recuerda
Jardines. "Me llamó la atención porque hacer eso en Cuba, al margen del
gobierno, era algo muy raro y arriesgado. Se trataba de un programa de
alcance nacional muy variado, de tres días de duración. El esfuerzo tuvo
éxito y desde ese momento hicimos una gran amistad, al grado de que
Antonio fue quien me llevó al aeropuerto en marzo del año pasado, cuando
dejé mi país".
Estado de SATS debe su nombre -según explicó Rodiles en una entrevista
en Havana Times- a una propuesta de la actriz Esther Cardoso, a quien
ellos dos -acompañados por Evelyn Quesada- visitaron para que les
prestara el espacio de su Casa Gaia para realizar aquella primera
edición del proyecto, en julio de 2010.
"Estábamos pensando en un nombre para el proyecto, y yo como físico me
inclinaba por algo relacionado con la resonancia, algo que recogiera ese
estado en que todos empiezan a mirar y a pensar en una dirección
similar", ilustró Rodiles. "Entonces Esther nos habló del Estado de
SATS, término usado en el teatro para describir el momento previo a la
salida del actor a escena. Es el instante en el que se concentra toda la
energía para explotarla en el escenario, para concretar al fin, aquello
por lo que éste ha venido preparándose durante mucho tiempo".
Ese primer encuentro marcaría a Rodiles, Calafarro y Jardines ante la
seguridad del estado, que comenzó a preocuparse por el poder de
convocatoria -principalmente del primero- entre el cubano "de a pie".
"Cuando yo estaba adentro acordamos no pasar el umbral (de lo que
pudiera incomodar al gobierno) y mantener un perfil bajo, porque la
realidad es que dentro de Cuba, la oposición esta marcada", explica
Jardines. "Cuando yo salí, Antonio comenzó a involucrarse más con la
oposición de línea dura, que es la más reprimida por el estado. Al
principio yo protesté por esta alianza, pero al poco tiempo él me
convenció de que era la mejor estrategia".
Jardines hace hincapié en que cuando comenzaron con Estado de SATS no se
consideraban siquiera como "opositores", sino simplemente como cubanos
contrarios a Fidel Castro, "porque el término 'anticastrista' no es bien
visto en Cuba por quienes estén en contra de la revolución".
Disidentes y opositores
"El gobierno ha estigmatizado tanto la situación, que el mismo lenguaje
se ha convertido en una barrera", apunta Jardines, quien asevera que
aunque hasta hace relativamente poco conceptos como "oposición" y
"disidencia" se han usado indistintamente, lo cierto es que para la
militancia cubana tienen significados distintos.
"El disidente es quien en algún momento participó y fue partidario del
complejo de ideas de la revolución y que dejó de hacerlo, mientras que
el opositor es el que siempre ha estado en contra", explica. "Por eso
mismo, el disidente se mueve más en el campo de la concepción teórica y
está más vinculado a los intelectuales, mientras que el opositor se
caracteriza por las acciones prácticas y es el que sufre de manera más
directa y violenta la represión".
El profesor cubano asevera que militantes como la bloguera Yoani Sánchez
y Guillermo Fariñas han sido durante mucho tiempo más conocidos fuera de
Cuba que dentro de la isla misma, porque "es muy difícil que eso suceda
en un país en el que no hay internet", realidad que -asevera- comenzó a
ser transformada por el carisma de Rodiles, quien a través de los
proyectos como Estado de SATS y la Demanda Ciudadana por Otra Cuba ha
convencido a los cubanos de que otro camino era posible.
"Con Yoani hicimos un equipo estupendo pero no con la oposición más
vieja, que nos comenzó a acusar de que nosotros éramos una oposición
'light', fabricada por el estado", apunta Jardines al señalar a la
célebre opositora Martha Beatriz Roque como la principal instigadora de
ese rechazo. "Ella publicó unas acusaciones muy severas y yo, desde
afuera, le respondí como un texto titulado 'Hacia una resistencia
inteligente' Esa escaramuza hizo que Estado de SATS ganara aun más
visibilidad y de esta manera Antonio se convirtió en el punto de
convergencia de los viejos opositores y los nuevos protagonistas de una
oposición más articulada".
Para Jardines -en esencia- en Cuba no hace falta ser de la oposición
para ser opositor. "Ahí todo el mundo es 'gusano' porque todo el mundo
está en contra de Fidel", señala.
Nace la demanda
La eficacia de Estado de SATS para aglutinar de manera coherente a la
oposición cubana sería solo el preludio de lo que lograría en ese mismo
sentido la Demanda Ciudadana por Otra Cuba, al grado de que -afirma
Jardines- esa oposición ya no tiene distinción con la disidencia porque
"toda es una".
"La Demanda ha vertebrado a toda la oposición a nivel nacional", acota.
"La esencia de la Demanda es obligar al gobierno cubano a que ratifique
los pactos que firmó en 2008 en las Naciones Unidas por los derechos
civiles culturales y políticos de los cubanos. Esa firma fue,
aparentemente, un desliz, un mala orientación de Fidel que para ese
entonces ya había renunciado, o un error de su hermano Raúl, que tal vez
se la quiso dar de muy aperturista".
Al reflexionar sobre el episodio, Rodiles decidió que la mejor manera de
poner en jaque a la ya erosionada cúpula cubana es obligarla a que
ratifique esos pactos firmados por Perez Roque hace casi ya cinco años,
lo que equivaldría a la reinstauración de todos los derechos
fundamentales que los cubanos perdieron desde hace más de medio siglo y
la inevitable muerte del régimen de los Castro.
La incomodidad del gobierno cubano ha escalado a niveles considerables
en meses recientes, realidad que ha sido patente con el recrudecimiento
de la persecución y encarcelamiento de opositores, entre ellos del
propio Rodiles, quien hace casi un mes fue víctima de una golpiza antes
de permanecer preso durante 19 días, hasta su excarcelación el lunes pasado.
Al ser liberado, Rodiles expresó que "ahora hay que seguir, por
supuesto, con más fuerza... la moraleja es que las cosas tienen que
cambiar y la violencia tiene que cesar".
http://www.elnuevodia.com/lanuevaoposicioncubana-1398525.html
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