Cuba: Disculpa a los emigrados involuntarios
Publicado el : 18 Diciembre 2012 - 1:56 de la tarde | Por (*Harold
Cárdenas Lema -La Joven Cuba)
"(…) ¿Tú piensas que me voy porque yo quiero? ¿No te das cuenta que no
me queda otra cosa que hacer, que no puedo hacer otra cosa? (…)" Diego
(Fresa y Chocolate)
Al final de la película Fresa y Chocolate, el personaje tiene que irse
de un país al que quiere pero en el que no tiene futuro alguno, tiene
que dejar todo atrás y comenzar de cero en otro lugar aunque nunca tuvo
espíritu de emigrante.
Y hace todo eso con el dolor del marginado, el excluido, al que las
circunstancias le han arrancado un pedazo y sabe que siempre va a
extrañar su tierra.
De Cuba se han marchado muchas personas después del triunfo de la
Revolución, por las más distintas (y legítimas) razones han abandonado
su tierra y han salido en busca de una mejoría económica, reunificación
familiar o un sistema político de su preferencia, pero la mayoría han
optado por este camino voluntariamente. Hoy pienso en los que se
marcharon por no tener otra opción.
La Revolución implicó un proyecto unitario que acertó en muchísimas
medidas de bien público que (aunque hoy las demos por sentadas)
significaron un salto enorme en la calidad de vida del pueblo. Pero en
este camino no estuvimos exentos de cometer más de un error y desde el
inicio quedó claro que éramos susceptibles a esos deslices en nombre de
la Revolución. Desde entonces esta ha cargado con la culpa de todos los
errores humanos en su construcción.
Para ser justos, en la historia de los últimos 50 años nuestros
desaciertos no fueron los únicos, si vimos con ojeriza a los cristianos
fue porque la casi totalidad del movimiento comunista lo hacía así. Por
otra parte, algunos segmentos del mundo católico también conspiraron
contra el joven proyecto desde su nacimiento. Así que la predisposición,
aparte de ser heredada, estaba justificada por la realidad. Por suerte
ahora el contexto es otro.
Si asumimos la homosexualidad como una enfermedad fue porque el resto de
la comunidad internacional lo hizo hasta finales del siglo XX, además de
que esta concepción era compartida por gran parte de la sociedad cubana.
Cuando se condenaba a "los enfermitos" en el Primer Congreso de
Educación y Cultura en el 1971, en este se encontraban más de mil
representantes de todos los estratos de nuestra sociedad.
Si Pablo Milanés fue a parar a las Unidades Militares de Ayuda a la
Producción (UMAP), los rockeros eran mal vistos, o la música en inglés
resultaba un "diversionismo ideológico", fue producto de un concepto muy
estrecho sobre cómo debía ser un revolucionario. Esto, sumado a otras
importaciones ideológicas y nuestros propios prejuicios, fueron caldo de
cultivo para más de un error.
En fin, cada equivocación nuestra esconde tras sí gente que sufrió por
ello, que fue marginada y excluida, que de haber nacido hoy estarían
perfectamente insertados en la sociedad cubana pero que fueron también
víctimas de las circunstancias históricas.
Entre estos estuvo el que resistió, tiene razón el personaje de la
película cuando dice: "(…) formo parte de este país aunque no les guste
y tengo derecho a hacer cosas por él, de aquí no me voy a ir ni aunque
me den candela por el culo, sin mí, coño, le faltaría un pedazo (…)" Al
final Diego escoge marcharse, como hicieron muchos que sufrieron estos
errores y cayeron víctimas de algunas miserias humanas. Quizás aún nos
siga faltando ese pedazo.
Lo que es peor, ellos nunca han recibido una disculpa. Así que hoy me
disculpo a nombre de mi Revolución por los errores cometidos en su
nombre, por la imperfección de la naturaleza humana, y lamento
profundamente que ustedes hayan tenido que sufrir las consecuencias por
ello.
Espero que al final de esta película que todos vivimos, no prefieran el
camino del resentimiento o la amargura y puedan perdonarnos. Quizás así
recobremos ese pedazo, Diego pueda regresar a Cuba, y podamos dejar el
pasado atrás.
Tomado del Web-Blog Cubano ( www.cubano1erplano.com )
* Harold Cárdenas Lema, profesor de Filosofía en la Universidad de
Matanzas, Cuba. Aspirante a doctor en Ciencias Filosóficas, investiga
fenómenos sociopolíticos y culturales de su país. Bloguero desde hace
más de dos años con el blog conocido como La Joven Cuba, en el que sus
autores tratan de matizar un poco la realidad cubana en un contexto que
se caracteriza por las manipulaciones y los intereses espurios. Es, como
dice su blog, "un joven universitario que opina sobre la realidad nacional".
http://www.rnw.nl/espanol/article/cuba-disculpa-a-los-emigrados-involuntarios
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