Publicado el martes, 12.24.13
Navidades cubanas
ORESTES RODRIGUEZ
En Cuba antes de la llegada del castrismo el primero de enero de 1959,
los cubanos celebrábamos las navidades de acuerdo a la tradición
existente. El 24 de diciembre teníamos la llamada Nochebuena en vísperas
de la celebración del nacimiento de Jesús. La cena estaba presidida por
el famoso lecho asado, arroz blanco, frijoles negros, tostones, etc., se
disfrutaba de postres de factura doméstica, tales como fruta bomba,
toronja, naranja agria, coco rallado, buñelos con miel y, además, quesos
amarillo y blanco, junto a vino tinto o blanco, según el gusto.
El día 25 se hacía la "montería'', plato hecho con los residuos quedados
de la cena del 24, donde se volvía al disfrute de esa típica comida
navideña y, por ende, cubana. Ese mismo día en ciudades, pueblos y
campos había bailes.
El 31 se hacía una cena temprano con cerdo, guanajo en fricasé o gallina
de guinea. La familia se reunía a las 12 de la noche para darle la
bienvenida al nuevo año en medio de tiros, cohetes, etc. Se repartían 12
uvas por persona asi como nueces , avellanas, ajonjolí, maní, etc.
Algunos lanzaban 12 cubos de agua frente a sus casas para que se
alejaran todos los males.
Esta jornada festiva concluia el 6 de Enero, Dia de Reyes, muy especial
para los niños expectantes de recibir sus juguetes que en su inocencia
atribuian a Melchor, Gaspar y Baltasar ser los bondadosos obsequiantes.
A partir del 1 de enero 1959, las navidades comenzaron a flaquear y la
ausencia de un mercado apropiado, impedia que tales celebraciones
estuvieran abastecidas como otrora, a lo que contribuyeron diversos
factores, entre ellos, la lucha armada contra el régimen y la
desaparicion de la gran propiedad privada al ser nacionalizada o
confiscada, causó un desguace en la economía del país, ya que la
producción socialista fue y es incapaz de sastisfacer las más
elementales necesidades del pueblo, surgiendo la libreta de
racionamiento a partir de 1962, la que perdura hasta nuestros dias y
como colofón, desaparecieron los pequeños comercios en 1968 debido a la
ofensiva revolucionaria., lo que constituyó el tiro de gracia a la
gestión individual y privada. En 1969 Castro encontró el pretexo en la
zafra de los 10 millones para cancelar la etapa navideña, sin que la
producción azucarera encontrara justificada dicha decisión, porque fue
un soberano fracaso.
Actualmente las navidades en Cuba han tenido un alivio gracias a las
remesas del exilio cubano para que nuestros compatriotas puedan llevar
alimentos a su familia, aunque sin la variedad del pasado, manteniéndose
ausente el entusiasmo festivo existente previo a 1959 en medio de la
tenaz oposición pacifica que dentro de la isla reclama la apertura del
régimen hacia reformas que conduzcan al establecimiento de las
necesarias libertades para el pueblo a través del ejercicio del sufragio
universal, para que desemboque en el Estado de Derecho y podamos
coincidir con don Quijote cuando le decia a su escudero: "Sancho, la
libertad es uno de los más preciosos dones que a los hombres dieron los
cielos: con ella no pueden igualarse los tesoros que encierra la tierra,
ni el mar encubre".
Source: "ORESTES RODRIGUEZ: Navidades cubanas - Opinión -
ElNuevoHerald.com" -
http://www.elnuevoherald.com/2013/12/24/1642515/orestes-rodriguez-navidades-cubanas.html
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