Menos crecimiento en 2013 y peor en 2014
ELÍAS AMOR | Valencia | 27 Dic 2013 - 9:15 am.
¿Qué es lo queda de una economía como la castrista, en la que parece que
los motores se están deteniendo de forma brusca?
La actualización del socialismo que se fija en la estrategia de los
llamados Lineamientos, no está dando los resultados que se pretendían.
Ya lo advertíamos desde el principio.
La economía, para funcionar, no admite parches, ni soluciones parciales.
Requiere una visión general, en la que se integren los distintos
mercados de bienes y servicios, de trabajo, financiero, etc, para que se
ajusten los precios y las cantidades, sin la intervención burocrática
del Estado. Esa permanente obsesión por controlar y dirigir la vida de
los cubanos, es lo que produce la mayor ineficacia observada en las
economías de América Latina, y pide a gritos un giro de 180º en las
políticas en vigor.
El vicepresidente del Consejo de Ministros Adel Yzquierdo Rodríguez ha
reconocido, en reunión celebrada el pasado viernes, que en 2013 la
economía castrista solo crecerá a final de año un 2,7% con respecto al
ejercicio anterior, frente al 3,6% pronosticado por las autoridades. Al
parecer, la culpa de este desaguisado se encuentra en el "incumplimiento
de los ingresos en moneda libremente convertible, así como en la
industria manufacturera y las construcciones".
Casi un punto menos de crecimiento económico sobre el previsto
distorsiona los equilibrios internos y externos de la economía y provoca
en los agentes económicos una incertidumbre y temor sobre las
consecuencias finales de sus decisiones. En suma, se ve afectada la
credibilidad exterior de la economía, que es un baluarte fundamental a
preservar y cuidar por los gobiernos que se interesan por atraer
capitales extranjeros y recursos de los procesos de globalización.
No conformes con el reconocimiento del fracaso en el crecimiento, en la
misma reunión las autoridades señalaron que para el próximo año la
economía castrista solo crecerá un 2,2%, una estimación basada en "las
reservas internas de eficiencia de la economía", que no se sabe muy bien
lo que es, pero que condiciona notablemente la dinámica de los indicadores.
Todo esto significa que la economía crece cada vez menos, y que las
reformas de los Lineamientos no están sirviendo para mejorar las
condiciones de vida de los cubanos. La economía se precipita por una
senda de descenso provocada, al parecer, por el hundimiento de precios
en azúcar y níquel, que tienen un peso muy relevante en el comercio
exterior, pero no cabe duda de que los ingresos por turismo tampoco
parecen evolucionar favorablemente.
Las autoridades vuelven a culpar de este parón a las conocidas
limitaciones financieras que afectan a la mayor parte de sectores, desde
que las autoridades iniciaron el proceso de ajuste de los gastos
desorbitados del Estado que se dirigen, entre otras finalidades, a
mantener a las empresas estatales insolventes e ineficientes.
En tales condiciones, no parece que en 2014 vaya a producirse el fin de
la dualidad monetaria. Porque, desde luego, en un contexto de descenso
del ritmo de crecimiento, no sería sensato, dados los daños colaterales
que podrían producirse. Las tímidas reformas en la distribución
comercial mayorista y minorista, anunciadas recientemente con el
experimento de El Trigal, pueden quedar igualmente muy dañadas con el
menor crecimiento económico previsto.
Al final, ¿qué es lo queda de una economía como la castrista, en la que
parece que los motores se están deteniendo de forma brusca? Una economía
que sobrevive a base del gasto en lo poco que produce, y en la que, en
ausencia de derechos de propiedad para el conjunto de la población, no
es posible adoptar decisiones basadas en la racionalidad y la
eficiencia. Una creciente dependencia del exterior, sobre todo, de las
remesas de las familias que viven y trabajan en el extranjero.
Analistas y observadores internacionales temen lo peor: una involución
del proceso por los Castro que vuelva a situar a la maltrecha economía
en las coordenadas del estalinismo en que ha vivido durante casi medio
siglo.
Al final, los que pagan el precio de este desastre son los cubanos de a
pie que quedarán nuevamente al margen de los parches de los
Lineamientos, que tienen que empezar a ser cuestionados ya porque no
aportan el aire fresco que necesita la economía para superar el atraso
que la afecta.
Más déficit público interno, más desequilibrios con el exterior apuntan
a una precariedad creciente del nivel de vida, en línea con lo que viene
sucediendo en los últimos años. Nada bueno para una sociedad que empieza
a estar harta de tanta espera.
Source: Menos crecimiento en 2013 y peor en 2014 | Diario de Cuba -
http://www.diariodecuba.com/cuba/1387750057_6438.html
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