Los mitos de las reformas dictatoriales
"The Daily Beast" analiza las violentas y dictatoriales acciones del
líder norcoreano Kim Jon Un y el régimen de La Habana como ejemplo de
"promesas" de reformas nunca cumplidas.
diciembre 24, 2013
Durante años, los más grandes dictadores del mundo han prometido
reformas que sólamente quedaron en palabras o documentos. Precisamente,
un artículo publicado en la revista digital "The Daily Beast" hace
referencia a estos gobernantes.
En la publicación que analiza las violentas y dictatoriales acciones del
líder norcoreano Kim Jon Un, el periodista Michael Moyniham, pone la
dictadura cubana como el mejor ejemplo de aquellos gobiernos que
prometen reformas todos los años y nunca los cumplen. En el caso cubano
esta situación data desde 1959.
Moyniham, hace una cronología de publicaciones sobre este tema y empieza
en 1984, cuando la agencia de noticias Prensa Asociada (AP), con
entusiasmo publicaba que "los visitantes de la Habana... notan un candor
nuevo en la prensa — abierta a críticas sobre las improductivas
fábricas, el pobre servicio en los restaurantes y problemas similares".
Luego en 1990, AP reportó que, con el colapso de la Unión Soviética,
Cuba estaba dando su "primer indicio de hacer algunas reformas". En
1993, la AP dijo otra vez que Cuba estaba "abriendo su economía con
nuevas reformas," mientras la "nación se alejaba del socialismo".
En 1994, el Washington Post publicó que las nuevas reformas "mejorarían
la economía de Cuba," mientras "los apagones disminuyen [y] el turismo
revive". En el 2008, el New York Times también publico que Raúl Castro
estaba "empujando Cuba hacia las reformas". Y en el 2012, los
normalmente sobrios editorialistas de la revista "The Economist" se
sumaron a esta corriente publicando: "Bajo Raúl Castro, Cuba ha
comenzado el viaje hacia el capitalismo."
Tras este recuento, Michael Moyniham precisa que con todas estas
reformas uno podría asumir que a estas alturas, Cuba se habría
transformado en una copia tropical de Noruega. "Pero las 'reformas' de
Raul Castro han sido tan impresionantes como las de Gadafi o de Mugabe
(Ellos nunca incluyeron elecciones, no?), sin embargo, aún no se puede
evitar los emocionados avisos de prensa sobre los cambios en marcha en
Castroville.", puntualiza.
La referencia sigue sobre un comentario publicado el domingo pasado, en
el "New York Times" donde se dice que en "la prensa de Cuba, calles y
salas" había "destellos de apertura a la crítica". Esta nueva apertura
al parecer duraría dos días. Porque el martes, AP reportó que "agentes
del gobierno cubano... habían detenidos unos 20 disidentes que
participaban de una marcha por el día internacional de los derechos
humanos, parando la manifestación antes de comenzar." Y una semana
después, AP lanzó más agua, con el siguiente titular: "Raúl Castro lanza
severa advertencia a empresarios".
El periodista culmina el escrito diciendo que por razones que siempre lo
confundirán, Cuba tiene y siempre tendrá un dedicado grupo de viajeros y
tontos aduladores; que creen que impidiro el desarrollo de libres
elecciones y libertad de prensa es el precio que se debe pagar para
mantener un sistema de salud universal, carente y deficiente.
Los tiranos no cambian de rayas
Al inicio de esta publicación Michael Moyniham se centra en un análisis
sobre el gobierno de Kim Jong Un, a quien lo considera un "chico tonto y
tirano". Tras analizar algunos detalles bibliográficos de Kim Jong, el
periodista se hace la pregunta: ¿Dónde estamos ahora con el reformismo
coreano del norte, a dos años de gobierno de Kim Jong Un?
Las sorprendentes purgas públicas de cuadros de alto rango del partido;
los familiares de los purgados, en verdadera moda Soviética, son
llevados al campo; cualquier imagen del purgado se extrae digitalmente
de videos y fotos; y en un momento de verdadera locura orwelliana, el
régimen también borró cada noticia escrita antes de octubre de los
archivos de la Agencia de noticias estatal.
Según Moyniham, no es ninguna sorpresa que Kim Jong Un continúe el
legado de su padre y su abuelo —no hay signos de reforma a la vista-
porque hemos jugado este juego un millón de veces antes.
"El mundo fue prometido hace mucho tiempo que el matón zimbabuense
Robert Mugabe sería un gran reformador. (En 1983, la revista Christian
Science Monitor le dijo a sus lectores que la pequeña pero
económicamente productiva comunidad blanca, que una vez temía subida de
Mugabe al poder, ahora lo respetaba y admiraba)", afirma.
Source: "Los mitos de las reformas dictatoriales" -
http://www.martinoticias.com/content/mitos-de-reformas-dictatoriales/30469.html#%C2%A0%7C%C2%A0=all&page=all
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