Política
Abogado acusa a Washington de actuar con 'enorme negligencia' al enviar
a Gross a Cuba
Agencias
Washington 16-12-2012 - 11:07 pm.
'Alan pensó que el Gobierno de EE UU lo estaba protegiendo y que jamás
permitiría que se metiera en una situación que le causara daño', dice
Scott Gilbert.
El subcontratista estadounidense Alan Gross, preso en Cuba desde 2009
emprendió un proyecto sin saber los riesgos, pero convencido de que, si
había problemas, Estados Unidos y la empresa que lo contrató lo
ayudarían, afirmó su abogado, Scott Gilbert, en una entrevista con la
agencia EFE.
Gross y su esposa, Judy, demandaron en noviembre pasado a la Agencia de
Estados Unidos para el Desarrollo Internacional (USAID) —que depende del
Departamento de Estado— y a la empresa DAI, que lo contrató para
establecer un servicio de internet para la comunidad judía en la Isla,
alegando que el estadounidense no fue informado de los riesgos ni
recibió la debida capacitación o protección.
"El Departamento de Estado ha dicho públicamente en la prensa que sabían
que Alan estaba siendo enviado a Cuba con aparatos que son ilegales en
Cuba... ¿Cómo puede el Gobierno de Estados Unidos enviar a un civil a
Cuba sabiendo eso?", se quejó Gilbert, abogado principal del bufete
Gilbert LLP, durante una extensa entrevista con EFE en sus oficinas en
Washington.
El caso, que ha elevado las fricciones de décadas entre Washington y La
Habana, comenzará a ventilarse a partir del próximo 15 de enero en un
tribunal federal en Washington.
Según La Habana, Gross introdujo aparatos que son ilegales en el país,
como teléfonos satelitales. El estadounidense fue condenado a 15 años de
cárcel bajo la acusación de intentar subvertir el régimen.
Washington y la familia Gross exigen su puesta en libertad "sin
condiciones" insistiendo en que no hizo nada malo y en que era un
trabajador humanitario dedicado a las causas judías.
Gross hizo cinco viajes a la Isla —fue arrestado en el último, el 3 de
diciembre de 2009— y, según la demanda, en sus informes del tercer y
cuarto viaje ya alertó de que sin duda la misión era "muy arriesgada".
"Puedo decirle categóricamente que Alan Gross no esperaba ser arrestado
o detenido en Cuba o pasar una sola noche en prisión; ha sido una
experiencia kafkiana", afirmó Gilbert, quien cree que el Gobierno de
Estados Unidos tuvo que saber que su cliente sería vigilado desde su
primer viaje.
"Cuando Alan expresó preocupación por los viajes, esencialmente le
dijeron, 'o terminas este proyecto o buscaremos a otro que lo haga'...
Alan pensó que (el Gobierno de Estados Unidos) lo estaba protegiendo y
que jamás permitiría que se metiera en una situación que le causaría
daño", observó.
Al describir a Gross como alguien "muy idealista", al extremo de ser
"potencialmente hasta ingenuo", Gilbert enfatizó que la USAID y DAI
jamás debieron iniciar el proyecto en Cuba, y dijo que la demanda de 60
millones de dólares busca ayudar a la familia a "sobrevivir esta prueba".
"Si ves una foto de Alan antes de ir a Cuba, no ves a un James Bond",
señaló Gilbert, al reiterar su queja de que tanto USAID como DAI
actuaron con "enorme negligencia" y "violaron sus propias reglas".
En ese sentido, Gilbert dejó entrever que la fase de presentación de
pruebas, posiblemente a mediados de 2013, podría revelar datos
embarazosos para Estados Unidos y sus iniciativas hacia Cuba.
Según Gilbert, en esa fase se proveerán documentos, correos electrónicos
y testimonios de funcionarios para demostrar la "enorme negligencia" del
Gobierno de Estados Unidos, si bien el abogado anticipa que USAID pedirá
que se desestime el caso y argumentará que Gross asumió su riesgo.
Con unos ingresos de casi 300 millones de dólares anuales, DAI es desde
2007 uno de los principales receptores de contratos de la USAID, que
financió la misión como parte de sus programas para fomentar la
democracia en Cuba, fuertemente criticados por La Habana.
La familia Gross también presentó una demanda, en un tribunal en el
Condado de Montgomery (Maryland), contra Federal Insurance Group, la
aseguradora de DAI. Ese caso también comenzará en enero próximo.
En paralelo a la estrategia legal, otro abogado de Gross, Jared Genser,
colabora en los esfuerzos de relaciones públicas y la campaña de presión
para que Estados Unidos y Cuba se sienten a negociar una solución.
La familia Gross pide que el presidente Barack Obama designe a un
enviado especial que negocie con plena autoridad con La Habana. El
exgobernador de Nuevo México Bill Richardson y el expresidente Jimmy
Carter han viajado a Cuba pero por cuenta propia y sus gestiones no han
tenido éxito.
Partidarios de Gross y personas que apoyan el levantamiento del embargo
contra Cuba consideran que el caso ilustra la necesidad de normalizar
las relaciones con La Habana fomentar la apertura democrática en la Isla.
"La forma en que esto fue concebido, administrado, manejado, y los
esfuerzos tras su detención, es simplemente un escándalo", opinó
Gilbert, al subrayar que Gross siempre pensó que, si surgían problemas,
Estados Unidos le cuidaría la espalda.
http://www.diariodecuba.com/cuba/14490-abogado-acusa-washington-de-actuar-con-enorme-negligencia-al-enviar-gross-cuba
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