Aunque aún no ha presentado un proyecto
El Parlamento cubano trabaja en la reforma migratoria
MADRID, 28 Jun. (EUROPA PRESS) -
El Parlamento cubano trabaja actualmente en la flexibilización de la
actual política migratoria que impide a los ciudadanos salir libremente
de la isla, pero todavía no ha presentado un proyecto concreto que
defina la profundidad de esta reforma, una de las más esperadas dentro
del proceso de cambios que ha emprendido el Gobierno de Raúl Castro.
Así lo ha informado a Europa Press el diputado cubano Luis Morlote,
quien ha explicado que, antes de presentar cualquier propuesta, la
Asamblea Nacional (parlamento unicameral) debe analizar primero el
impacto, las condiciones y el contexto de los cambios del modelo
migratorio vigente desde hace cincuenta años.
A finales del año pasado, se desató una ola de rumores sobre la
posibilidad de que el Parlamento --cuyos 614 diputados se reúnen dos
veces al año-- levantara las restricciones, después de que en agosto
Castro revelara que el Gobierno trabaja para "reducir prohibiciones y
regulaciones" a los viajes al extranjero que perduraron "innecesariamente".
Sin embargo, muchos cubanos dentro y fuera de la isla se
desilusionaron cuando el propio mandatario anunció en diciembre que la
suspensión de las restricciones se realizaría de forma paulatina, sin
que hasta el momento se conozca ningún detalle sobre cómo será la tan
ansiada reforma migratoria.
La propuesta "está en análisis por la complejidad del tema, ya que
no estamos hablando de cualquier país", ha explicado Morlote al dar su
opinión personal sobre este polémico asunto durante una visita a Madrid
junto a una delegación enviada para hablar sobre la realidad de la isla.
Así, ha recordado que la situación de Cuba difiere con respecto a
otras naciones por el bloqueo "agresivo" que mantiene Estados Unidos
desde hace medio siglo. "Con el triunfo de la revolución (en 1959) se
fueron tres mil médicos y el sistema de salud se quedó en el aire", ha
comentado, al denunciar la política de "robo de cerebros" que ha
aplicado Washington durante décadas.
La conocida Ley de Ajuste Cubano, que permite a los ciudadanos de la
isla obtener la residencia con tan sólo pisar suelo norteamericano, "es
un estímulo a la emigración que está en su concepto político de
desvirtuar nuestra posición", ha apostillado.
"Cuando tú tienes ese enemigo cercano, cualquier paso que vayas a
dar en la flexibilización migratoria tiene que ser muy estudiado para
evitar que no se desangre el país", ha sentenciado el legislador.
DESCARTA ÉXODO MASIVO
Sin precisar más detalles, Morlote ha señalado que, en su opinión,
el estudio en torno a la reforma debe tener en cuenta "la conciencia
colectiva" y "cómo la gente pone en primer nivel a su patria", aunque ha
restado importancia a las versiones que apuntan a que se podría producir
un éxodo masivo si se flexibilizan las medidas.
"La emigración de Cuba en las últimas décadas no ha sido política
sino económica" y algunos legisladores en Estados Unidos se están dando
cuenta de que "los cubanos que están yendo a ver a sus familias no son
ningunos perseguidos políticos", ha resaltado el parlamentario.
Las modificaciones deben además "atender otras variables que no soy
sencillas porque la presión que se ejerce sobre Cuba es más fuerte que
la que Estados Unidos se ejerce sobre otros países", ha comentado Morlote.
PERMISO DE SALIDA
Desde hace medio siglo, los cubanos que desean salir de la isla por
cualquier motivo, así sea para visitar a sus familiares, deben solicitar
un permiso de salida --conocido popularmente como 'carta blanca'-- cuya
aprobación está supeditada a la discrecionalidad de las autoridades
migratorias.
El coste de este documento inicial es de 150 pesos convertibles
(CUC), es decir, unos 120 euros. La administración puede tardar hasta
meses en dar una respuesta a la solicitud que no siempre es positiva. A
conocidos opositores, como la bloguera Yoani Sánchez, les han negado el
permiso de salida en más de una decena de ocasiones a pesar de que
cuentan con invitaciones de organismos e instituciones internacionales.
Además de la duración del trámite burocrático, los cubanos se quejan
de los costes porque no sólo deben pagar por la 'carta blanca' sino
también unos 55 CUC (44 euros) por el pasaporte y 25 CUC (20 euros) por
los impuestos de salida. Otro de los requisitos obligatorios es tener
una carta de invitación cuyo coste oscila entre los 200 y 300 CUC (entre
160 y 240 euros), según los datos proporcionados por la oposición.
Las gastos asociados a los trámites burocráticos suponen un duro
golpe para el bolsillo de los cubanos que deben conformarse con salarios
que no superan los 20 CUC (16 euros) mensuales.
http://www.europapress.es/latam/politica/noticia-cuba-parlamento-cubano-trabaja-reforma-migratoria-todavia-no-presentado-ningun-proyecto-concreto-20120628120011.html
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