El síndrome del acaparamiento
LOURDES GÓMEZ | Santiago de Cuba | 2 Sep 2015 - 10:12 am.
A pesar de las nuevas relaciones con EEUU, la carestía aprieta hasta en
las tiendas en divisas.
Durante más de medio siglo Cuba ha sufrido de una crisis de escasez. El
reparto igualitario a través de la libreta de abastecimiento y la
dosificación de otros productos industriales fueron las soluciones
ofrecidas por un gobierno totalitario empeñado en planificar todos los
aspectos de la vida del cubano. Hoy, el paternalismo gubernamental cede
ante sus insostenibles descalabros económicos, cada día se ofertan menos
alimentos normados a pesar de las irregularidades de los abastecimientos
de los productos liberados.
Los cambios económicos y políticos realizados en Cuba y el
establecimiento de relaciones con Estados Unidos, tan impactante a nivel
mediático, hacen pensar a muchos en el exterior que la crisis de
carestía está cediendo cuando en realidad está presente hasta en las
tiendas en divisas. A los evidentes esfuerzos del Gobierno por liberarse
de la libreta y ofertar productos en un mercado libre los cubanos
responden adaptando estrategias como el acaparamiento. Nadie confía en
la perdurabilidad de las mercancías y la realidad es que los productos
se "pierden".
El mercado de la oferta y la demanda es un espejismo, manteniendo
inseguridades en el ciudadano de a pie que se defiende acaparando. Se
compra de todo, desde alimentos, aseo personal, hasta equipos
electrodomésticos. Todo producto liberado genera colas tumultuarias
dándole fuerza a la figura del revendedor, siempre presente en la
sociedad cubana, ahora sin temor de mostrar sus intenciones.
Esta forma de buscarse la vida es cada vez más popular entre jóvenes
egresados de técnicos medios y obreros calificados a los que les es
imposible tener un negocio como cuentapropistas. La reventa de productos
es tal que los empleados de tiendas y mercados, se confabulan con
revendedores para también buscarse su porción del pastel.
Lo anterior se hizo evidente en la reciente venta de teléfonos móviles
Alcatel en Santiago de Cuba. La reventa a 45 CUC en las calles continúa,
aunque en las tiendas de ETECSA ya no existen. Según un revendedor que
no quiso identificarse, él los resolvió con un empleado de la compañía
con el que evidentemente comparte la jugosa ganancia de 10 CUC.
Ante la desfachatez de los acaparadores, cada vez son más los
consumidores que se indignan y piden se limiten las ventas por persona.
El diario Gramma también se hace eco de estas medidas en un reportaje
referido al funcionamiento de la WiFi y el manejo de las ventas de
tarjetas de navegación para internet, una nueva mercancía que se suma a
raíz de su rebaja. La limitación en las ventas parece por ahora la
medida de contención, aunque ni por asomo resuelve el problema.
No es de extrañar que se tema la desaparición de la libreta, ansiada
hasta por los que tienen dinero. Es el resultado de una incertidumbre
económica para la cual el Gobierno no tiene respuestas. El tema es
constantemente tratado en cualquier reunión informal. En el parque
Serrano de Santiago de Cuba, un grupo de hombres discute sobre política.
El consenso: ahora que establecimos relaciones con Estados Unidos no hay
plata para comprarles comida.
Source: El síndrome del acaparamiento | Diario de Cuba -
http://www.diariodecuba.com/cuba/1441144672_16676.html
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