Thursday, April 9, 2015

Sobre la Cumbre

Sobre la Cumbre
OSCAR PEÑA | La Habana | 8 Abr 2015 - 5:57 pm.

Es bueno que Cuba esté presente en Panamá. El contacto le gana al
aislamiento.

Está al comenzar la Cumbre de las Américas. En esta oportunidad será en
Panamá, país que en los últimos tiempos está alzando la cabeza y
sobresaliendo por América Latina; todo indica que la lista de "Suizas"
en nuestra región, donde solo aparecía Costa Rica, se incrementa con
Panamá, Chile y Uruguay.

Nuestra zona necesita de buenos ejemplos. Estamos llenos de habilidosos
embusteros y fanfarrones con deseos de ser caudillos eternos de
nuestros países. Pregúntense: ¿En que han parado aquellas luchas contra
dictadores en América Latina? La respuesta es muy penosa: en sustituir a
unos por otros.

Los reemplazos de dictadores por "libertadores" no son por dos normales
periodos de cuatro o cinco años que se practica en los países
civilizados, sino por eternidad. Fidel Castro de Cuba fue el fundador y
rector de una escuela de perpetuidad en el poder. Posteriormente, con el
nuevo método de hacer magias constitucionales para cimentarse en la
investidura presidencial, la dirección docente de esa "escuela" se
amplió, y tiene como vicerrectores a Daniel Ortega de Nicaragua y Evo
Morales de Bolivia. También aparecen hoy, formando parte de la junta,
los presidentes de Ecuador y Venezuela.

Las realidades latinoamericanas son abrumadoras. Por ellas estoy de
acuerdo con la invitación que han hecho los gobiernos de Estados Unidos,
Panamá y la OEA a la administración de Cuba para que esté presente por
primera vez en la Cumbre de las Américas. 1) Porque si se aplica un
filtro de pureza democrática y respeto a los pueblos en América Latina
no pueden celebrarse las cumbres por descalificación de varios países,
2) Porque son cada uno de los pueblos los causantes y responsables de
sus problemas y tienen ellos que buscar sus soluciones; no sus países
vecinos, y 3) Porque el contacto le gana al aislamiento.

Esta Cumbre pudiera marcar la diferencia si cada participante comienza a
enterrar el mito del antiimperialismo y el enemigo yanqui que tanto daño
ha hecho a la América Latina. Estados Unidos no es enemigo de los países
de la región. Somos los latinoamericanos nuestros propios enemigos. La
única crítica cierta y razonable que se le puede hacer en estos tiempos
a Estados Unidos es de índole económica: por no invertir en nuestros
necesitados países e irse a lugares más lejanos.

A pesar de la buena voluntad del gobierno de Estados Unidos y del país
sede, ya se ha filtrado que Caracas y la Habana han hecho prácticas y
ejercicios de choque para la Cumbre. Los gobiernos de Cuba y Venezuela
debían abstenerse por respeto a los que lo invitan —y sobre todo a ellos
mismos— de trasladar e injertar en los foros y secciones de esa reunión
cuadrillas oficiales vestidas de independiente sociedad civil. Si
Estados Unidos (por solidaridad como hace con infinidad de países)
sufraga los gastos de la delegación de disidentes (sociedad civil
cubana) presentes en Panamá, ¿quién paga el salario mensual y los gastos
del viaje a esa ciudad de los empleados del Gobierno cubano encargados
de actuar en el papel de sociedad civil? En última instancia hay un
empate con una diferencia muy señalada: Estados Unidos no impone y exige
un discurso, ideología o postura, como recibe la delegación oficial de
sociedad civil del Gobierno cubano

El espíritu del evento merece respeto. Es muy penoso que entre cubanos
tengamos que vernos frente a frente en salones internacionales y no en
los nacionales por exclusiones gubernamentales. Está muy buena la idea
de mi colega Andrés Oppenheimer que sugiere que ante cada show, grito o
señalamiento de Cuba o Venezuela para tapar sus problemas nacionales,
Obama responda ofreciéndole una copia de la Declaración Universal de
Derechos Humanos.

Source: Sobre la Cumbre | Diario de Cuba -
http://www.diariodecuba.com/cuba/1428512252_13855.html

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