Tuesday, April 14, 2015

El Diablo bajó en Atlapa

El Diablo bajó en Atlapa
El régimen castrista aprovechó para mostrar el rostro de la "familia",
incluido el brazo fuerte de las turbas rompe-foros.
Omar López Montenegro / Especial para martinoticias
abril 13, 2015

"Estaba buscando un alma que robar. Estaba apurado porque se encontraba
bien retrasado y estaba dispuesto a hacer un trato". Tal y como
sentencia la mítica canción country norteamericana, Raúl Castro llegó a
la Cumbre de las Américas a "tocar el violín", frase que en el lenguaje
popular cubano significa "rehuir una pelea", frente a los Estados
Unidos. Tocó, como dice el clásico de Charlie Daniels, acompañado de una
banda de demonios entre los que se contaban su hijo, su nieto, su asesor
de "cultura" Abel Prieto, y un escritor venido a menos que obra a
gritos, en la persona de Miguel Barnet.

Sin embargo, a muchos no les agradó su tonada y, al igual que en la
canción, perdió su duelo de violines con el representante de
Norteamérica, en este caso no un muchacho de Georgia sino un Presidente
de la raza negra. Barack Obama bajó en Atlapa con su propio carro
presidencial, apodado "El Diablo", que se convirtió en el fenómeno más
comentado de la Cumbre con su mística de "presidenmóvil". Un fenómeno
altamente mediático para una reunión que estuvo como sus predecesoras
mayormente orientada hacia los medios de prensa.

Las pruebas saltan a la vista. No se llegó a un consenso ni tan siquiera
para emitir una declaración final de cancilleres, los foros de sociedad
civil fueron boicoteados de forma grotesca y violenta. Ningún mandatario
en funciones hizo mención pública y directa de estos eventos, los más
sonados de la Cumbre, puesto que su interés está enfocado allende los
mares turbulentos de la reunión en sí. Los encuentros bilaterales
Obama-Castro-Maduro no añadieron acuerdos de ninguna clase, y lo más
concreto ocurrió fuera del cónclave, con el acuerdo entre Copa Airlines
y la Boeing. A volar todo el mundo.

El Régimen castrista aprovechó para mostrar el rostro de la "familia",
incluido el brazo fuerte de las turbas rompe-foros. La jugada le salió
mal en términos publicitarios a nivel de actores de sociedad civil y
pueblo panameño, pero la visión del poder del Raulismo no es la
populista y trascendental del Fidelismo. Su mensaje en este caso va
dirigido hacia la población dentro de la Isla, en el sentido de que como
buenos mafiosos, "pueden golpear dondequiera".

Es iluso pensar que el régimen no calculó el costo-beneficio de estas
acciones. Por otra parte hay aquí, además, una reformulación de su
chantaje a los Gobiernos de América Latina fundamentalmente. No tengo
guerrillas, pero tengo mi sociedad "incivil" con sus aliados locales que
pueden causar problemas, si no se me reconoce como la única fuente de
representación nacional. La familia reclamando su territorio. En
definitiva, con golpizas y todo, el General en Jefe, su hijo el Coronel
y su nieto, tuvieron su reunión y su foto, todo lo que esperaban y todo
lo que podía dar dicha Cumbre. En la visión elitista del poder, algunas
que otras golpizas no son más que "daño colateral", una tortilla que los
presidentes comen sin preguntar qué huevos se rompieron para cocerla.

Se ha dicho desde todos los ángulos que habrá un antes y después de esta
Cumbre, una frase un poco pueril y desgastada, teniendo en cuenta que
para cada acontecimiento, siempre hay un antes y un después, sobre todo
en fenómenos políticos y sociales. Cada instante cuenta, pero es la suma
de todos la que importa, especialmente en un caso como el de Cuba donde
lo que se juega es la aceptación de un status quo que, lejos de
representar un paso hacia adelante, intenta retrotraer la historia a la
época de las dinastías dictatoriales estilo "Papa Doc" y "Baby Doc"
Duvalier.

"Pasó la cumbre y pasó", como diría mi madre parafraseando a Rubén
Darío, "un águila sobre el mar". Rauda y veloz en busca de su presa
porque si se detiene, cae al mar y se ahoga. Esta metáfora le viene al
dedillo al cónclave de Panamá porque en realidad ahí no pasa nada, el
objetivo está mucho más lejos de los apretones de manos, las fotos
presidenciales de familia y hasta de las agresiones de las turbas
castristas y chavistas.

Pero también tuvo su reunión y su foto la sociedad civil cubana, a quien
le queda ahora capitalizar su momentum dentro de Cuba con acciones
concretas y no contagiarse de la "documentitis" y "eventitis", saltando
de foro en foro y proclama en proclama. La clave consiste ahora en no
perder de vista el objetivo, que está dentro de Cuba, y no infatuarse
con escenarios fuera de la Isla dominados por élites ajenas a los
intereses del pueblo cubano.

El reto para la sociedad civil cubana es mantener su ojo avizor porque
para ser quien es, el águila no caza moscas, como sentencia la máxima
latina. El régimen demostró en Panamá que rehúye la pelea con Estados
Unidos, pero mantiene con toda su fuerza la guerra contra el pueblo
cubano. La oposición no tiene tiempo ni espacio para tocar el violín.

Source: El Diablo bajó en Atlapa -
http://www.martinoticias.com/content/cuba-el-diablo-bajo-en-atlapa/90859.html

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