Thursday, November 6, 2014

Mitch McConnell y Cuba

Mitch McConnell y Cuba
¿Cuál es la posición sobre Cuba de quien tendrá a su cargo la dirección
del Senado estadounidense, que acaban de ganar los republicanos? Un
repaso a su historial de votaciones
Redacción CE, Madrid | 05/11/2014 4:12 pm

"Ha llegado Darth Vader", dijo de sí mismo el senador republicano Mitch
McConnell al llegar hace unos años a una rueda de prensa, abrazando las
críticas por su semblante duro y aséptico. Hoy se ha convertido en el
próximo líder del Senado de Estados Unidos.
Pese a no ser uno de los políticos más queridos y populares entre las
bases, McConnell será a partir del próximo año el líder de la mayoría
republicana en la cámara alta, después de que su partido superara los
seis asientos que necesitaba quitar a los demócratas, convirtiéndose en
uno de los hombres más poderosos del país.
Líder de la minoría republicana desde 2007, el conservador ha visto
peligrar su asiento en el Senado en las últimas semanas ante su rival
demócrata Alison Grimes pese a que las circunstancias electorales
favorecían a los republicanos en todos los pronósticos por un largo margen.
No obstante, el veterano legislador, que llegó a la cámara alta en 1984,
fue capaz de revertir la tendencia al final, ganó la reelección y ahora
estará al frente del Senado de Estados Unidos.
"Hay que parar a esta gente. Y eso vamos a hacer a partir de la noche
del martes", arengaba esta semana ante sus votantes de Kentucky en
referencia a la Administración del presidente Barack Obama, a la que los
republicanos han hecho una feroz oposición desde los escaños del
Legislativo.
A lo largo de su carrera, ha sido comparado con todo, desde con "un
batido de vainilla sobrecalentado" a "un hombre con el carisma natural
de una ostra", pero si algo ha definido al conservador, de 72 años, es
que ha sabido mantener impoluta su reputación sin protagonizar grandes
escándalos.
Los que le conocen dicen que con tan solo una mirada es capaz de
disuadir a sus compañeros de bancada de tomar una decisión con la que no
está de acuerdo, y lejos de buscar complacer a otros, disfruta con su
papel de "villano".
Nacido en Sheffield (Alabama), hijo de un veterano de la II Guerra
Mundial, Mitch McConnell se mudó con su familia a Georgia cuando tenía
ocho años, para más tarde asentarse en Louisville (Kentucky), donde
superó la polio y luego llevó a cabo sus estudios de secundaria y los
universitarios.
Temido, pero también conciliador, es conocido por sus fuertes dotes de
negociación con sus oponentes, como la misma noche del martes recordaba.
"Tenemos la obligación de trabajar juntos en aquellos aspectos en los
que podamos estar de acuerdo", insistió.
Algunos de los legisladores más conservadores del Tea Party, de los que
el senador por Texas Ted Cruz es una de sus cabezas más visibles, ya lo
han criticado por decir que prefiere abordar pequeñas reformas en vez de
iniciar grandes batallas.
Para el profesor Lichtman, esto promete convertirse en una "gran batalla
en el seno del Partido Republicano".
"De un lado van a estar los Mitch McConnells, políticos pragmáticos y no
ideológicos que van a buscar pequeñas victorias, como revocar alguna
parte de la reforma sanitaria (de Obama) o conseguir pequeños recortes
de impuestos, que no van a darle una vuelta radical al país", señala
Lichtman.
McConnell, que según quienes lo conocen bien no tiene amigos ni dentro
de su propio partido, podría sin embargo contar con una inesperada
ventaja. Según el periodista Alec MacGillis, autor de una reciente
biografía del senador con el poco halagador título de El Cínico, ésta
radica en que su ambición política empieza y acaba en el Senado, con lo
que no se juega nada más en su carrera.
Ser el líder de la mayoría en el Senado "es lo único que siempre ha
querido, al contrario que los otros 98 senadores, que piensan que algún
día podrían convertirse en presidentes", aseguraba MacGillis hace poco
en una entrevista. "Su utopía es un gobierno en el que él sea el líder
de la mayoría en el Senado. Y punto".
McConnell y Cuba
Durante su larga carrera en Washington, el senador McDonnell ha sido un
fuerte defensor del embargo estadounidense contra el régimen cubano y en
distintas ocasiones lo ha demostrado colocándose al lado de los
legisladores cubanoamericanos, tanto republicanos como demócratas, en
apoyo a las sanciones y en favor de los refugiados provenientes de la Isla.
Sin embargo, también ha demostrado ser un político pragmático, que vota
a favor de una medida siempre y cuando la considere efectiva.
Estos son varios ejemplos:
En abril de 2005, el Senado votó por una enmienda para prohibir fondos
que fueran usados para trasmitir programas de televisión a Cuba. La
enmienda se aprobó 63-35 votos. Mitch McConnell votó en favor de la
enmienda.
En julio de 2005 el Senado votó sobre una enmienda destinada a que no
fueran disponibles fondos para brindar trasmisiones de televisión a Cuba
con el propósito de convencer a los cubanos de que formaran un gobierno
democrático en Cuba.
La enmienda buscaba incrementar en $$21.100.000 la cantidad de dinero
disponible a los Cuerpos de Paz y reducir ese mismo número del
presupuesto disponible para las trasmisiones a Cuba. La enmienda no fue
aprobada en una votación33-66. Mitch McConnell votó contra la enmienda.
Viajes familiares a Cuba
En junio de 2005 se llevó a votación una enmienda para facilitar los
viajes familiares a Cuba bajo circunstancias humanitarias. La enmienda
se aprobó 60-35. Mitch McConnell votó contra la enmienda.
En octubre de 2003, el Senado votó por una enmienda para prohibir la
puesta en práctica de la prohibición de los viajes a Cuba. La enmienda
fue desestimada por una votación 36-59. Mitch McConnell votó a favor de
la enmienda.
En diciembre de 2001, el Senado votó sobre una enmienda destinada a
certificar, por parte del presidente estadounidense, que el gobierno
cubano no estaba involucrado en el apoyo de actos de terrorismo
internacional, como condición previa para permitir la venta de productos
agrícolas a Cuba. La enmienda se aprobó 61-33. Mitch McConnell votó
contra la enmienda.
En junio de 2006, el Senado votó sobre una enmienda en favor de
introducir una Comisión Nacional Bipartidista que evaluara la política
de Estados Unidos respecto a Cuba. La enmienda se aprobó 59-41. Mitch
McConnell votó a favor de la enmienda..
En junio de 1999, el Senado votó en favor de una enmienda para terminar
con las prohibiciones y restricciones de los viajes a Cuba. La enmienda
se aprobó 55-43. Mitch McConnell votó en favor de la enmienda para poner
fin a las restricciones a los viajes.
En julio de 1997, el Senado votó sobre una enmienda para permitir el
apoyo de los cubanoamericanos a sus familias y los viajes humanitarios.
La enmienda fue desestimada en una votación 38-61. Mitch McConnell votó
contra la enmienda.
En marzo de 1996, se realizo una votación en favor de fortalecer el
embargo estadounidense contra el gobierno cubano. Mitch McConnell votó
en favor de las sanciones.
En octubre de 1995, el Senado votó sobre suspender la consideración de
una serie de enmiendas con las cuales buscar sanciones internacionales
contra el gobierno de Castro en Cuba, para así planificar el apoyo de un
sistema de transición que condujera al establecimiento de un gobierno
elegido democráticamente en Cuba. El Senado votó sobre el suspender la
consideración de estas medidas en el ámbito, 64-34. Mitch McConnell,
votó a favor de suspender la consideración y así votó en contra de las
sanciones unilaterales.
En octubre de 1995, el Senado votó sobre el suspender la consideración
de una enmienda para proteger los derechos constitucionales de los
estadounidenses de viajar a Cuba. El Senado votó en favor de suspender
la consideración, 73-25. Mitch McConnell votó en favor de suspender la
consideración y de esta forma votó contra el permitir los viajes a Cuba.
En octubre de 1995, el Senado votó sobre una enmienda sustitutiva que
llevara a fortalecer las sanciones internacionales contra el gobierno de
Castro, y desarrollar un plan de apoyo a un sistema de transición que
llevara a un gobierno democráticamente electo en Cuba. La enmienda no
logró alcanzar los 60 votos necesarios para poner fin a una estrategia
de votación filibusterista, 56-37. Mitch McConnell votó en favor de
limitar el debate y llegar a una votación, y en este sentido apoyó las
sanciones.
Este historial, tomado de PoliGu.com, muestran a un político que vota de
acuerdo a las circunstancias del momento y la propuesta específica, y no
a un legislador "ideológico", aunque políticamente definido en contra
del régimen castrista.
Otro ejemplo en este sentido es que McConnell trabajó junto al exsenador
demócrata Max Baucus en 2003, junto con los también senadores entonces
Mitch McConnell, Dianne Feinstein y Chuck Grassley, en la elaboración de
sanciones contra el régimen de Birmania. A diferencia del embargo contra
el gobierno cubano, las sanciones contra el régimen birmano fueron
concebidas bajo el principio de una evaluación anual obligatoria, para
evaluar su efectividad.
Dentro de la compleja agenda legislativa, es posible que el tema de Cuba
no llegue a una discusión en el Congreso. Pero de ocurrir así, el papel
de McConnell, tanto su posición política como su reconocida dureza y
capacidad negociadora, serán una pieza clave en la negociación.

Source: Mitch McConnell y Cuba - Noticias - Internacional - Cuba
Encuentro -
http://www.cubaencuentro.com/internacional/noticias/mitch-mcconnell-y-cuba-320798

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