El sueño secreto de Lula con Cuba
El expresidente quiere que el régimen de La Habana se abra siguiendo las
pautas del modelo brasileño
JUAN ARIAS Rio de Janeiro 6 MAR 2014 - 22:55 CET23
El expresidente brasileño Lula da Silva, que sería hoy el más votado si
fuera candidato de nuevo a la Presidencia de la República, alberga,
según uno de sus consejeros próximos, un sueño secreto con Cuba.
A pesar de las críticas recibidas por algunos sectores, el expresidente
Lula da Silva, está multiplicando, en efecto, sus viajes a la isla
caribeña actuando como un Ministro de Asuntos Exteriores en la sombra
del gobierno de la presidenta Dilma Rousseff.
El sueño de Lula es que Cuba, que inevitablemente tendrá que salir del
túnel de su dictadura militar para abrirse espacios de democracia, lo
haga siguiendo el "modelo brasileño" ideado por él en sus ocho años de
gobierno.
Y el sueño de Lula sobre Cuba abrazaría también a la hermana Venezuela.
No en vano días atrás, en La Habana, después de afirmar formalmente que
"Maduro es un hombre bien intencionado que desea lo mejor para su país",
que es como decir nada y todo al mismo tiempo, añadió que "Venezuela
necesita de paz y tranquilidad" para que "pueda recuperar todo su
potencial en la generación de riqueza". Y eso sí es decir mucho.
Lula es un político que sabe usar su pasado como sindicalista y fundador
del mayor partido de izquierdas de América Latina (PT) para conseguir
ser un interlocutor creíble en los países del eje del socialismo
bolivariano. Al mismo tiempo, su pragmatismo político y su falta de
ideología a nivel personal ("no soy de izquierdas ni de derechas", es su
lema), lo acercó al mundo del neoliberalismo lo que le permitió y le
permite mantener magníficas relaciones con la banca y el empresariado
internacional.
En su última conferencia en Cuba, Lula les explicó a los hermanos Castro
cómo conseguir atraer a los inversores extranjeros. Y Brasil ha sido el
primero en ofrecer estas inversiones millonarias con la ayuda a la
construcción del puerto Mariel con el que Cuba podrá facilitar las
actividades económicas con Rusia y China. Al mismo tiempo, el puerto es
estratégico por su proximidad con el nuevo Canal de Panamá
Lula se llevó en su viaje a Cuba al llamado "rey de la soja", el ex
gobernador de Mato Grosso Blairo Maggi, para enseñarles a producir el
producto con mejor calidad. Hoy Brasil produce cuatro toneladas de soja
por hectárea, frente a 1,2 de Cuba.
Maggi se ha ofrecido a enviar técnicos de la Embrapa (Empresa Brasileña
de Investigación Agrícola) a Cuba y a recibir cubanos dispuestos a
especializarse en Brasil.
Los últimos gobiernos brasileños han seguido de cerca la evolución del
régimen castrista a la espera de que pueda caer y transformarse en una
especie de democracia incipiente.
Lula, que sabe que el pueblo cubano es parecido en su idiosincrasia, en
su espíritu festivo y en su cultura popular, al brasileño, sueña con que
Cuba pueda seguir el modelo político y social brasileño una vez se
liquide la dictadura.
Por la historia de estos decenios de dictadura y de dependencia del
Estado por parte de los ciudadanos, Cuba podría imitar al capitalismo
brasileño en sus primeros momentos de apertura. En Brasil conviven una
fuerte dependencia del Estado con una buena dosis de nacionalismo y al
mismo tiempo empieza a abrirse a las privatizaciones.
También las políticas sociales, como Bolsa Familia, que, heredadas de su
antecesor Fernando Henrique Cardoso, Lula multiplicó hasta alcanzar a 15
millones de familias con un total de 40 millones de habitantes, podrían
ser trasplantadas a Cuba. Eso haría que el primer gobierno nacido
después de la dictadura pudiera seguir contando con la adhesión de la
mayoría de los cubanos, que recibirían importantes ayudas sociales, un
aumento del salario mínimo, acceso al crédito público y una mejoría
general de vida junto con nuevas estructuras democráticas.
Son estos cuarenta millones de beneficiarios de las regalías sociales
del gobierno los que, por ejemplo, aseguran aún hoy la continuidad en el
poder del Partido de los Trabajadores (PT)
Bajo las alas de Brasil y siguiendo las huellas de los gobiernos
exitosos del PT, Cuba podría recibir de este país, bajo la égida de
Lula, que sigue siendo el eje de la política brasileña en la sombra, los
instrumentos necesarios en los albores de su nacimiento a la democracia.
Y como Cuba no es hoy pensable sin Venezuela, Lula está también a la
espera de lo que pueda ocurrir en aquel país. El expresidente de Brasil
siempre apoyó a su caudillo Chávez y hoy apoya institucionalmente a
Maduro, por haber sido elegido con voto popular. La idea sería así
colocar a ambos países en la ruta de Brasil, que no es la del acuerdo
del Pacífico, ya que tendrá siempre una vena abierta o sutilmente
antimaericana, algo que seguirá formando parte por mucho tiempo del
socialismo cubano- bolivariano.
Lula pretendería, en una palabra "brasilinizar" política y socialmente a
Cuba y Venezuela y más tarde, puestos a soñar, quizás también a
Argentina. Sería el eje Lula de la política latinoamericana.
¿Un sueño? Quizás, pero los que conocen bien al exsindicalista, que aún
no ha desistido de volver a disputar de nuevo la Presidencia, creen que
es un sueño a ojos abiertos.
Source: El sueño secreto de Lula con Cuba | Internacional | EL PAÍS -
http://internacional.elpais.com/internacional/2014/03/06/actualidad/1394142902_772236.html
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