Los rockeros cubanos y el Gran Hermano
CAMILO ERNESTO OLIVERA | La Habana | 30 Ago 2013 - 1:18 pm.
¿Cómo llevó a cabo el castrismo su batalla ideológica contra 'la música
del enemigo'?
Tres integrantes de la banda de punk Porno para Ricardo: 'A mí no me
gusta la política, pero yo le gusto a ella, compañero'.
A pesar de una aparente tolerancia y apertura, el rock sigue siendo la
oveja negra en el entorno sociocultural cubano. Entre los días 23 y 30
de abril de 1971 se efectuó en los salones del hotel Habana Libre el
denominado Primer Congreso de Educación y Cultura. En esta reunión se
tomaron una serie de acuerdos y directrices.
Una década después, estos funestos acuerdos seguían siendo punto de
partida para la represión y censura del rock en Cuba. En 1980 la masiva
emigración de cubanos hacia Estados Unidos a través del puente marítimo
Mariel-Cayo Hueso incluyó a muchos seguidores del género.
El poder de convocatoria logrado por las actuaciones en nuestro país del
grupo italiano Banco de Socorro Mutuo (Teatro Nacional, noviembre de
1982) y de una banda proveniente de la entonces RDA nombrada Electra
(Teatro Karl Marx, enero de 1983) fue considerable. Se trataba de un
fuerte repunte del gusto por el género entre la población joven, al
menos en la capital.
Entre enero del propio año 83 y junio, un grupo de especialistas del
Centro de Investigación y Desarrollo de la Música Cubana realizó un
primer sondeo investigativo sobre la incidencia del rock en la
población, más específicamente en el medio juvenil. Este estudio
respondió a una orientación expresa del Departamento Ideológico del
Comité Central del PCC; la comisión de especialistas a cargo del sondeo
fue dirigida por el entonces director del centro, el musicólogo Olavo Alen.
El texto resultante, de más de un centenar de páginas, es una joya.
Algunas recomendaciones finales del estudio indican:
- Que por parte del Partido, en coordinación con la UJC, el Ministerio
de Cultura y otros organismos que se consideren, se nombre una comisión
de especialistas, encargados de estudiar y proponer la política de
difusión y promoción de la música rock, así como el sistema de medidas
dirigidas a contrarrestar sus efectos ideológicos nocivos entre muchos
jóvenes y su consiguiente control.
- Dentro de las emisoras de TV, seleccionar aquellos materiales que no
muestren espectáculos de grupos extravagantes, homosexuales, etc., ni
reacciones histéricas del público.
El 30 de Octubre de 1986 la televisión transmitió, por primera vez, un
documental dedicado a The Beatles. Aunque estos no tenían nada de
"homosexuales" ni "extravagantes", sí se observaba la reacción del
público… veinticinco años antes. "La formación de nuevos grupos
profesionales o aficionados de rock en el país debe hacerse en forma
controlada y sin dejar que esta línea crezca espontáneamente."
El control, siempre el control… En noviembre del año 1983 debutó en la
capital el grupo Venus, con un repertorio totalmente propio y en
español. Estos muchachos tuvieron que luchar duro para imponerse en el
gusto de un público parcializado a favor del rock de origen anglosajón.
Venus logró un alto poder de convocatoria en sus conciertos y le cambió
el rostro al rock hecho en Cuba. Sin embargo, a fines de 1987, la banda
fue obligada a desintegrarse por una orden directa del Ministerio del
Interior.
El grupo de especialistas del Centro de Investigación y Desarrollo de la
Música Cubana recomendó: "Que preferentemente se estimule la música rock
en espectáculos mixtos (sobre todo junto a la música salsa cubana e
internacional), para atraer a otros sectores juveniles no vinculados a
ella por razones extra musicales. Limitar los espectáculos de rock puro
hasta ver los resultados de estas medidas".
Los "resultados de estas medidas" no se hicieron esperar: choques
frontales entre dos grupos sociales que durante décadas habían sido
antagónicos, los "rockeros" y los "guapos" (estos últimos, precisamente,
amantes de la música salsa cubana e internacional), y su cuota de
lesionados.
El grupo de investigadores continúa: "Recomendamos, entre otras medidas,
fomentar polémicas sobre el rock en el seno de nuestras organizaciones
políticas juveniles. Informar a la militancia del PCC y la UJC de los
resultados más significativos que se derivan del estudio del fenómeno rock".
Durante el segundo fin de semana de abril de 1987, se celebró en la casa
de cultura del municipio Arroyo Naranjo el denominado Primer Encuentro
Anual "Rock Arroyo". En los dos días que duro el festival, estuvieron
emplazadas cámaras de video operadas por efectivos uniformados del
MININT. Posteriormente se exhibió un material audiovisual dirigido a la
militancia del PCC y la UJC. En él se tergiversaban las implicaciones
sociales del fenómeno rock y se denigraba a sus cultores y seguidores.
Tres décadas después, las cosas para el rock y los rockeros en Cuba han
variado, pero a cuentagotas. La existencia de una agencia institucional
especializada en el género no es garantía para la supervivencia de este
en la Isla. La radio de alcance nacional continúa reticente a propiciar
espacios para el rock. Los grupos nacionales cultivadores del género han
sido confinados a una especie de apartheid televisivo. Este espacio,
cada vez menos visible, dentro de la programación de la TV nacional,
responde al nombre de Cuerda Viva.
A nivel social, el rock y el metal tienen una imagen distorsionada entre
buena parte de la población. Es el resultado de una suma de factores que
van desde lo étnico hasta las consecuencias por décadas de ataques a
nivel ideológico. "El rock es la música del enemigo", esta mentira dicha
muchas veces ha sido asimilada en el inconsciente colectivo como una
verdad. El castrismo, a la manera de un Gran Hermano goebbeliano, ha
convertido en sombras a los rockeros cubanos.
Source: "Los rockeros cubanos y el Gran Hermano | Diario de Cuba" -
http://www.diariodecuba.com/cultura/1377728892_4826.html
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