Monday, February 20, 2012

Sintonía y frecuencia

Turismo, Cambios, Exilio

Sintonía y frecuencia

El Gobierno norteamericano está en todo su derecho de proteger a sus
ciudadanos, mientras Cuba no cambie los códigos penales que criminalizan
cualquier cosa

Rafael del Pino, EEUU | 20/02/2012

Mis apuntes después de las entrevistas a dos prestigiosos académicos
cubanos, el doctor Carlos Alzugaray y el profesor Rafael Hernández, en
sus visitas a Estados Unidos para impartir conferencias como resultado
de los intercambios académicos y culturales entre ambos países.

Coincido con los dos en muchos de los enfoques que realizan sobre la
situación actual de Cuba y sus relaciones con Estados Unidos. Aunque
discrepo en algunos conceptos. Quizás no sean esenciales para ellos pero
sí de principios para los mismos teóricos del socialismo.

El concepto que ambos académicos exponen: que en Cuba se está
"actualizando el modelo socialista", cuando es elemental que en Cuba
jamás ha existido eso, ni por los principios marxistas ni por lo
expuesto por ningún otro teórico de las ciencias sociales.

Reafirmar que se esta perfeccionando o actualizando algo que no existe
ni ha existido es igual que afirmar que se está sobre Pinar del Río
cuando se vuela en círculos sobre Cienfuegos.

Solo China y Vietnam han aplicado los verdaderos principios marxistas
para la construcción del socialismo. Como argumentaba Marx, era
necesario desarrollar una producción fabril capitalista y una estructura
industrial moderna para que estuvieran creadas las condiciones
materiales de ese tránsito.

Ni siquiera la desaparecida Unión Soviética aplicó los verdaderos
principios marxistas para construir el socialismo. Por eso —según todos
los expertos— implosionó.

Si para que exista el socialismo es necesario crear las condiciones
argumentadas por Marx, como están haciendo China y Vietnam, ¿cómo van
los alquimistas del PCC a proponer fórmulas contaminadas con el mismo
virus que creó el mal? Manteniendo, como dicen, la planificación central
y prohibiendo la concentración de la propiedad están dando vueltas en
círculo dentro del mismo laberinto. Vuelven una y otra vez a tratar a un
enfermo, que lleva medio siglo agonizando, con las mismas brujerías.
¿Acabarán de darse cuenta los alquimistas que el cáncer no se cura con
romerillo?

Después de tantas delegaciones que han enviado a ambos países asiáticos
para estudiar el camino al socialismo que han emprendido exitosamente
allí, ¿no acaban de entender o no quieren entender que a ese tipo de
sociedad no se llegará jamás por el camino del colectivismo, de la
destrucción del tejido económico del país, del "disparate", como muy
bien lo calificara Alfredo Guevara, y de la redistribución de la
miseria? ¿No acaban de darse cuenta que no es lo mismo populismo que
socialismo?

El profesor Rafael Hernández dijo, según he podido leer (cito
textualmente), "la posición del Gobierno cubano ha sido no solo la de
legalizar sino la de legitimar la presencia de estos nuevos sectores en
la economía en la sociedad cubana como parte de la familia socialista;
estos, los trabajadores por cuenta propia, los cooperativistas, la gente
que funciona en el terreno de la pequeña empresa, no son emisarios del
capitalismo, son parte de la familia socialista, son parte de la familia
revolucionaria, y así ha sido reiterado por la máxima dirección del
Gobierno."

Más adelante se refiere al "consenso político que demanda un sistema más
descentralizado, un sistema que involucre un espacio mayor para el
sector no estatal; una reducción del aparato burocrático y una serie de
medidas que devuelvan a la población el estándar de vida que logró tener
en los años 80 y que fue fruto del socialismo. Un modelo socialista que
en el tiempo dejó de tener capacidad para seguir manteniendo ese alto
nivel; no solamente, repito, por la caída de la Unión Soviética".

No tengo dudas de que el pueblo cubano ansíe la primera parte de lo que
expone el profesor. Sin embargo asegurar que el standard de vida que se
logró tener en los años 80 fue el fruto del socialismo es continuar
insistiendo en la misma abstracción, para no decir tontería. En primer
lugar porque como ya dije, en Cuba jamás ha habido tal cosa y en segundo
lugar porque standard de vida basado en parasitismo es hipotecar la
nación y el camino directo al precipicio del que habló Raúl.

El doctor Alzugaray dice en su entrevista (cito textualmente): "La
función de la normalización es ampliar y desarrollar aquellas áreas
donde los intereses son comunes, como puede ser el turismo, como pueden
ser las inversiones extranjeras, como puede ser el comercio".

De acuerdo totalmente con Alzugaray. En varias ocasiones he instado a
que esto se produzca y cristalice. Sin embargo, el obstáculo principal
está en la sintonía y la frecuencia en que se pueden llevar a cabo estas
conversaciones.

Tomemos solo una de esas áreas que menciona el doctor. Donde menos
sintonía hay para conversar es el turismo. El Gobierno norteamericano
está en todo su derecho de proteger a sus ciudadanos, mientras Cuba no
cambie los códigos penales que criminalizan cualquier cosa. Hasta que no
se elimine ese saco donde cabe todo lo que no les guste, y que manejan a
su libre albedrío, no se puede correr el riesgo de seguir proporcionando
rehenes para negociaciones.

No importa si la administración es demócrata o republicana. El Gobierno
que acceda a poner en riesgo a sus ciudadanos bajo las condiciones
reinantes en la Isla se expone a que cualquier ingenuo joven regale un
pullover con la esfinge de Obama y sea encarcelado por "propaganda enemiga".

No exagero, varios artículos de la Constitución y el Código Penal
cubanos son tan imprecisos y abstractos que en la práctica su
interpretación actual vulnera libertades fundamentales. No ya el
artículo 91 del Código Penal cubano que dispone penas de 10 a 20 años de
prisión o pena de muerte para quien, "en interés de un Estado
extranjero, ejecute un hecho con el objeto de que sufra detrimento la
independencia del Estado cubano o la integridad de su territorio", sino
el articulo 72 que considera estado peligroso "la especial proclividad
en que se halla una persona para cometer delitos, demostrada por la
conducta que observa en contradicción manifiesta con las normas de la
moral socialista". Ya en esta aberración de la interpretacion de la
justicia, en este saco, puede caber no solo el joven turista que regaló
un pullover sino cualquier otro que prometa traer en un futuro una
prenda similar, o regalar una obra literaria como Rebelión en la granja
de George Orwell.

No importará que se desgañiten gritando que ese es su derecho soberano a
implantar las leyes que les venga en gana. La otra parte les responderá
que su derecho soberano es también proteger a sus ciudadanos. Y en esta
falta de sintonía el que pierde es el que necesita trasmitir el SOS del
barco que se hunde, no los equipos de rescate.

Veo también que ha prendido ya en todos los círculos oficiales y
académicos el estribillo de que las reformas van "Sin prisa pero sin
pausa". Esto me recuerda a la banda Los Van Van, que optaron por
llamarse así asegurando que la zafra de los 10 millones iba y se les
quedó el nombre para toda la vida después del desastre. A ritmo de conga
no se tratan las cosas serias.

Pero en general creo muy positivo estos intercambios académicos y
culturales. Ojalá que continúen y se incrementen. Son totalmente
necesarios para, a través del debate, poder mover el botoncito de la
sintonía a ver si logramos caer en la misma frecuencia. Especialmente
antes de que aquellos que se empeñan en utilizar señales de humo y
tambores de guerra en lugar de tecnologías mas avanzadas logren
rompernos los equipos de radio.

http://www.cubaencuentro.com/cuba/articulos/sintonia-y-frecuencia-274107

No comments:

Post a Comment