Tuesday, February 14, 2012

Oxigeno verde-amarillo

Oxigeno verde-amarillo
Odelín Alfonso Torna

Arroyo Naranjo, La Habana (PD) Comprender la magnitud de las inversiones
cariocas en la bahía del Mariel, así como en la destartalada industria
azucarera cubana, es suponer que el régimen militar de Raúl Castro dé
por sentado el derrumbe bolivariano.

Tratándose de socios con cruceiros y de un trampolín seguro para sus
exportaciones hacia los Estados Unidos desde la costa noroccidental
cubana, el tema del respeto a los derechos humanos en Cuba tendrá que
esperar.

Si las golpizas y los futuros muertos de la disidencia interna
representan "seguridad" para los empresarios brasileños, bienvenidas
sean las inversiones en Cuba. Y, ya que la diplomacia de Brasil abraza
el abstencionismo en materia de política exterior, oxigenar a la
dictadura más longeva del continente americano significa arrojar una
papa podrida dentro de su ascendente economía, la más solvente de
Sudamérica.

¿Admite la inversión carioca una revisión de los derechos laborales para
los empleados cubanos de este sector empresarial mixto? ¿Cumplirá la
parte cubana las normas salariales establecidas por la Organización
Internacional del Trabajo (OIT)?

Obviamente, el oxígeno verde-amarillo, la divisa real, mojará los
escalones ejecutivos y de administración, tal vez con salpicaduras en
los tan cacareados corruptos, los enemigos de turno de la revolución.

Pero el oxígeno carioca va más allá de la ampliación del puerto de
Mariel y el supuesto beneficio a las comunidades aledañas. La nueva
mentalidad corporativa irá a la par con un nuevo enfoque
político-regional, la antesala para un inevitable acercamiento con el
vecino y enemigo tradicional del gobierno cubano, los Estados Unidos.
Sin dudas, Dilma Rousseff, presidenta de Brasil, así como sus
accionistas de izquierda, son el vehículo ideal para esta empresa.

De esta manera, con tale ingresos, el consorcio militar de Raúl Castro
impulsaría otros negocios sin la necesidad de capital foráneo, tales
como Punta Colorada Golf & Marina, que abarca 16 kilómetros de playa
virgen en las zonas de La Nueva Fe, Laguna Grande y La Ensenada,
pertenecientes al Parque Nacional Guanahacabibes, en la provincia Pinar
del Río. Curiosamente, este proyecto se ubicará a 140 kilómetros del
puerto de Mariel.

Proyectos de tal envergadura como la terminal de contenedores Mariel o
la terminal de cruceros La Buena Fe, necesitan del mercado
norteamericano, el más cercano consumidor de ocio, combustible y
alimentos. Por otra parte, el derroche bolivariano en proyectos sociales
y la enfermedad irreversible del mandatario venezolano, Hugo Rafael
Chávez Frías, dan al traste con la estrategia raulista de ganar un
tercer o cuarto socio comercial de altos quilates, preferiblemente
dentro del continente.

En otro orden, o más bien desorden, Rousseff encuentra vulnerable un
sector hasta entonces cerrado a las inversiones extranjeras: el
azucarero. Los centrales azucareros expropiados a Estados Unidos, muchos
hoy convertidos en piezas museables, estarán en manos del consorcio
brasileño Odebrecht y la estatal Azcuba.

¿Cuánta divisa se agenciará el Estado cubano si Odebrecht oxigena un
sector reducido a escombros, incluido el pago de aproximadamente medio
millón de empleados que retornan a sus puestos? ¿Qué derechos laborales
y sindicales tendrá el personal cubano?

Mientras la manutención del régimen cubano está garantizada y su
acercamiento económico al vecino del norte corre a cargo de la izquierda
brasileña, para el canciller brasileño, Antonio Patriota, la situación
de los derechos humanos en la Isla "no es de emergencia".

odelinalfonso@yahoo.com

http://primaveradigital.org/primavera/politica/54-politica/3385-oxigeno-verde-amarillo.html

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