Tuesday, February 14, 2012

La esperanza de un milagro

La esperanza de un milagro
Domingo, 12 de Febrero de 2012 18:29
Escrito por Aimée Cabrera
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Aimée Cabrera

Centro Habana, La Habana (PD) Los recientes indultos no trajeron
consuelo alguno para Julia Estrella Aramburo Taboas, Maritza Henry
Grillo y Yudaisy Guerra Beritón. Familiares allegados de estas mujeres
estuvieron entre las personas desesperadas por emigrar que secuestraron
la lancha Baraguá en el año 2003. Desde entonces están en
prisión.estrella-aramburu_cuba

Internacionalmente, el secuestro es un delito grave. Aunque los
secuestradores no hirieron a nadie, diplomáticos extranjeros y
personalidades en el exterior no han podido ayudarlos.

"En las visitas le doy aliento, le digo que tiene que ser fuerte"-dice
Maritza Henry, hermana de Ramón Henry.

"Imagínate, yo aquí sola con la niña, a veces me siento con el ánimo por
el piso, pero le digo siempre a Yoannys que tiene que pensar en
nosotras"-alega Yudaisy Guerra, esposa de Yoannys Thomas González, quien
fue intervenida quirúrgicamente en fecha reciente.

"Mi hijo me dijo en la visita pasada que se van a dejar morir, que no
quieren vivir más. Fue muy fuerte para mí escucharlo tan deprimido, pero
le dije que estando vivos había siempre la esperanza de un
milagro"-expresó, sin poder evitar las lágrimas, Estrella Aramburo,
madre de Harold Alcalá.

Las tres mujeres son activistas del Frente Femenino "Gladys Núñez".
Cuando conversé con ellas, estaban también presentes Nancy Pérez Ávila y
Ana Rosa Ledea, madre y tía, respectivamente, de Wilmer Ledea. Estaban
muy afectadas por lo que prefirieron no ser fotografiadas.

Ana Rosa Ledea, quien cumplió condena por el intento de secuestro de la
embarcación, no ha podido emigrar a ningún país. Se siente marginada no
sólo por el gobierno cubano sino también por gobiernos que dicen ser
democráticos pero temen darle asilo. Ella es enfermera de profesión y
madre de familia, una mujer joven y decente que no concibe tantas negativas.

Estas familias han quedado destruidas por la separación que conlleva la
prisión de por vida de sus jóvenes familiares, por las condiciones
infrahumanas en que estos cumplen condena- donde se les niega hasta la
asistencia religiosa- y por el sufrir interminable, ya sea fuera o
dentro de la cárcel.

Julia Estrella Aramburo Taboas, además de a su hijo, también tiene preso
a su sobrino Maikel Delgado Aramburo, quien perdió a su madre, Maritza
Aramburo Taboas, que no pudo resistir el encarcelamiento de su hijo.

En el hogar de la familia Aramburu, todos, incluida la madre octogenaria
de Julia Estrella, están afectados por esta prisión que parece no tener
fin. Su única esperanza es la próxima visita del Papa Benedicto XVI a
Cuba, que será a finales del mes de marzo.

aimeecabcu2003@yahoo.es

http://primaveradigital.org/primavera/component/content/article/118-represion/3376-la-esperanza-de-un-milagro.html

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