Tuesday, February 21, 2012

Falsa vitrina

Falsa vitrina
Martes, 21 de Febrero de 2012 08:03
Juan Antonio Madrazo luna

El Vedado, La Habana (PD) Ha comenzado la 21ª Feria Internacional del
Libro de La Habana. En esta ocasión la misma está dedicada a los
intelectuales cubanos Zoila Lapique Becali (Premio Nacional de Ciencias
Sociales) y Ambrosio Fornet (Premio Nacional de Literatura y Edición).
Como invitados están los pueblos del Caribe.stand1

Según la propaganda oficial, este año la Feria del Libro intentará
tender un puente por encima de las barreras del lenguaje y la distancia.
Quienes asistieron el primer día a la Fortaleza de la Cabaña pudieron
confirmar lo contrario. Como nación, siempre nos stand2hemos mantenido
distantes del Caribe y en eso influyen muchísimo los prejuicios raciales.
¡Estamos tan cerca y a la vez tan lejos!

Muchas personas se han sentido decepcionadas con relación a las
ediciones anteriores de la Feria. Al llegar al pabellón expositivo de
los países del Caribe, a primera vista nos damos cuenta de que lo
publicitado por la propaganda oficial esta muy, pero muy lejos de la
realidad. Hay una gran distancia de ese Caribe en su diversidad. El
Caribe anglófono, francófono, hispano y holandés esta solo representado
por un stand expositivo, en su gran mayoría de la embajada cultural
acreditada en Cuba.

Caribe no es sólo Barbados, Granada, Republica Dominicana, Colombia,
Venezuela, Haití, Panamá, México o Brasil. Nuestro Caribe continental
abarca una dimensión más amplia. Parte de la producción intelectual del
Caribe se ha dedicado a investigar su compleja identidad tan común antes
y ahora entre los antillanos. La energías de la transculturación de
Ortiz, la negritud de Cesaire y Senghor, el negrismo de Pales Matos y
Guillen, la creolite de Chamoiseau y Confiant y el realismo maravilloso
de Carpentier están muy ausentes.

Los organizadores de esta edición han perdido la oportunidad de tejer
una conexión horizontal con el Caribe como espacio fundacional, como
circuito de navegación imprescindible, como ruta legal en la cual las
tecnologías del conocimiento, desde la diversidad, pudieran tener su
propio protagonismo.

De la hermana isla del encanto, Puerto Rico, que cuenta con tantas
editoriales importantes, solo encontramos una diminuta representación
del sello editorial Isla Negra y el de la Universidad de Puerto Rico.
Republica Dominicana solo cuenta con una minúscula muestra que no se
ajusta a su abundante y copiosa producción.stand3

Para un notable grupo de personas, la Feria del Libro es una de las
falsas vitrinas de la revolución cubana. Hoy es un escombro ideológico
en el cual se nos pretende vender el caduco pensamiento de Trostky,
Engels o Lenin, o Pasajes de la Guerra Revolucionaria de Ernesto
Guevara. Eso es lo que tratan de vender en la mayoría de los stands
extranjeros como Pathfinder, Fundación Federico Engels u Ocean Sur o los
nacionales Casa Editorial Verde Olivo y la Oficina de Publicaciones del
Consejo de Estado. Por su parte, en los almacenes convertidos en tiendas
para vender libros en moneda nacional se registra la misma grisura
ideológica.

Editoriales consideradas de primera como Letras Cubanas, Casa de las
Américas y Oriente exhiben una oferta muy pobre en la cual las novedades
están ausentes, con la excepción de la editorial Unión. Casa de las
Américas recicla Los Condenados de la Tierra, de Franz Fanon y El negro
en el Caribe de Eric William.

Lo interesante de este aquelarre es contar con la presencia de
escritoras cubanas de la diáspora como Mayra Montero y Karla Suarez,
pero en algún momento tenemos que tener a nuestro alcance a Carmelita
Tropicana, Mirta Ojito o Antonio José Ponte. Cuando Cuba transite hacia
la democracia habrá que hacer una edición al Caribe en su diversidad en
la cual disfrutemos de la obra de la narradora boricua Julia Álvarez, de
Mayra Santos Febles, Ana Lidya Vega Tserova, de la ensayista Yolanda
Martínez-San Miguel, de la colombiana Mara Viveros, del teórico
jamaicano Stuart Hall, de Antonio Benítez Rojo, de Guillermo Cabrera
Infante y de Lydia Cabrera. Sólo desde la diversidad podríamos contar
con una verdadera fiesta de la pluralidad.

madrazoluna@gmail.com

http://primaveradigital.org/primavera/cuba-cultura/82-cultura/3440-falsa-vitrina.html

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