Friday, November 18, 2011

De la hostia al coco seco

De la hostia al coco seco
Viernes, Noviembre 18, 2011 | Por José Hugo Fernández

LA HABANA, Cuba, noviembre (www.cubanet.org) – Por ironía de la
historia, cuando el Arzobispo de La Habana se dirige hoy a nuestra
comunidad católica, está hablándole a un conglomerado dentro del cual
predominan los que quizá se acerquen al catolicismo por carambola, o
sea, a través de la Regla de Ocha.

Asimismo, cuando en las calles habaneras se amontona la gente de a pie
para pedir bendición, y bendecir a la vez, al paso de la Virgen de la
Caridad del Cobre, recién llegada desde el oriente, lo que en general
demuestran no es apego a la Iglesia Católica Apostólica y Romana. Es
devoción por Ochún, la adorable deidad (muy particularmente venerada
entre nosotros) de la santería cubana.

Cincuenta años de ateísmo impuesto por el poder político, si bien han
dejado en Cuba sus secuelas, como todo atropello a los más elementales
derechos de las personas, no consiguieron erradicar, ni reducir siquiera
la innata tendencia de nuestros espíritus crédulos a mirar hacia arriba
en procura del divino socorro.

Pero, eso sí, al igual que actúan en la geografía las fuerzas
arrasadoras de la naturaleza (un ciclón, un rabo de nube), el ateísmo
impuesto entre nosotros dejó muy mal paradas las expresiones
convencionales de la fe, que al parecer eran aquí como los árboles sin
raíces hondas. Y fue así como se produjo un fenómeno que los arrasadores
no previeron y que, por supuesto, no estaba en sus planes:

Lejos de disolverse, la fe, junto a la innata proclividad de adoración
hacia los poderes divinos, pasó entre nosotros (para decirlo con
palabras de don Fernando Ortiz) de los altares de los dominadores al
corazón de los humildes dominados.

No habría que repetir la consabida historia sobre el modo en que los
esclavos africanos se vieron aquí obligados a ocultar sus dioses bajo
disfraces católicos, víctimas de una opresión del espíritu no menos
cruel que la del cuerpo, y mancornados a un sometimiento cultural que
todavía hoy, con todo y el curso de los siglos, lleva a muchos a mirar
por encima del hombro hacia las religiones cubanas de origen afro,
considerándolas pintoresco folklor o invento bruto, surtidor de
fanatismos, como si al final todas las religiones no lo fueran igualmente.

Pero de lo que se trata ahora no es de poner en solfa las emanaciones
espirituales de nadie, ni dominados, ni dominadores. Que al fin ser o no
religioso es un derecho humano tan respetable como otro cualquiera. Se
trata sólo de refrendar esta curiosa ironía de la historia, según la
cual la iglesia católica, dómine del alma nacional durante siglos, y hoy
con su influencia hecha añicos por el poder político, necesita valerse
de sus deidades disfrazadas por la santería a la hora de intentar un
rescate de la inmensa parcela que le expropiaron.

De la hostia al coco seco y del coco seco a la hostia, mediante un
curioso flujo y reflujo histórico que deberá dar muy buen trigo para los
especialistas en el tema.

Pero es un proceso todavía prematuro. Y claro, están sin madurar sus más
jugosos frutos. Pongamos por caso –para poner únicamente uno-, que falta
por ver de qué manera y en qué medida la iglesia católica cubana
lograría la hazaña de recuperar al menos la mitad de la cifra de sus
antiguos feligreses en la Isla.

Algo sí parece seguro desde ahora mismo, y es que para su nueva tarea
proselitista no estará dispuesta a pedir ni a distinguir públicamente la
ayuda de los santeros; aun cuando éstos probablemente sí estén
dispuestos a tirarle el cabo.

Todavía más, aunque la iglesia católica decidiera en rigor aprovechar la
colaboración de la santería (de hecho, ya la aprovecha) difícilmente lo
reconozca.

En cambio, parece evidente que sí han aceptado de buena gana la ayuda
del poder político, el mismo que les llevó a la ruina. Entre dominadores
anda otra vez el juego.

Sólo que puede ser un juego demasiado riesgoso para las autoridades
eclesiásticas. Con mucho que perder y poco que ganar. De momento están
invirtiendo su carta de triunfo para el futuro, que es el
distanciamiento y la resuelta independencia que siempre mantuvieron ante
el régimen, contra viento y marea.

http://www.cubanet.org/articulos/de-la-hostia-al-coco-seco/

No comments:

Post a Comment