Última actualización Thursday, 17 November 2011 08:47
Por ANGEL SANTIESTEBAN PRATS*
¿Se abrirán… las nuevas alamedas… –disculpen, corrijo–: los burdeles en
La Habana?
Con la mayor impudicia, Mariela Castro, la Princesa de la Dinastía de
los Castro, sin mayor mérito que ser descendiente del poder y gastando
el dinero del hambriento pueblo cubano, ha recorrido recientemente las
calles de Ámsterdam, particularmente la Zona Roja, para elogiar lo
organizaditas que están las prostitutas en ese país.
–Admiro y respeto el modo en que han encontrado (las prostitutas), una
manera digna de hacer su trabajo sexual y de hacerse respetar.
Ahora, con todos los cambios frescos y alejados del "realismo
socialista" que trae el nuevo Monarca, su padre Raúl Castro, quizá
vuelva a complacer a la Infanta Mariela y le permita a la niña, después
de acceder a que los cubanos elijan su inclinación sexual sin ser
perseguidos, humillados y encarcelados, como ocurrió siglos atrás con la
abolición de la esclavitud, crear la zona rosa de La Habana.
–Realmente me ha gustado mucho conocer directamente cómo es que lo hacen
–dijo emocionada Mariela.
Y un grupo de jineteras de La Habana se han quejado:
–Nos quejamos por lo mismo de siempre –dicen–, las de adentro nunca
somos originales ni llamamos la atención, resulta que nunca le hemos
interesado como seres humanos, y ahora sale ella por una esquina del
mundo promoviendo a las extranjeras como si nosotros no lo supiéramos
hacer. Que pase por aquí (el malecón de La Habana), que se va a
sorprender cuando le enseñemos directamente cómo se hace en el Caribe.
Policías a la vista
Una pareja de policías se acercaban y las muchachas, asustadas, me
pidieron continuar la conversación en la acera del frente, que es oscura
y pueden guarecerse.
–Yo creo que al Malecón va todo el mundo, van homosexuales, van
transgéneros, van personas que ejercen la prostitución por su cuenta, va
La Habana y quien la visita. Entonces, para nosotros el Malecón no es un
problema –dijo risueña la miembro del clan familiar de los Castro.
A los que las jineteras respondieron:
–El malecón nunca ha sido un problema, al menos para ellos (el Gobierno
y su familia), el problema es para nosotras que debemos correr varias
veces en la noche para que la policía no nos arreste, si con suerte no
tenemos antes que mamárselas o pasar por varios guardias para satisfacerlos.
Seguramente el Estado instituirá una "Comisión de Idoneidad", para
garantizar que, a aquellas que les entreguen el carné de "Mujer Pública
en Defensa de la Revolución", o "Cortesana de Compañía de Apoyo a
Soldados de la Revolución", según acuerden llamarlas, realmente sean
prostitutas por vocación, y no esas profanas (que muy particularmente
pienso que un día habría que hacerle un monumento por haber salvado a la
familia cubana) que se han visto forzadas por la crisis económica a
sobrevivir por pura necesidad.
–Pero en Cuba he conocido gente que dice "Ay, necesito arreglar el baño
y no tengo dinero", entonces le da el servicio sexual al albañil para
que le arregle el baño. Y después no lo hace más porque no le gusta
–bromeó la hija de Raúl Castro.
–Para ella eso podrá ser una broma porque nunca se ha visto en la
necesidad de hacerlo por ser la hija de papá –dice Miladis–, pero una
que tiene que resolver de esa manera, te puedo decir que son los tragos
más amargos que se puede dar un ser humano… Jamás se olvidan –asegura
con los ojos llorosos.
–Nosotras existimos por naturaleza, lo que pasa que es mejor hacerlo por
dinero y prosperar en la vida que hacerlo de gratis… –nos confiesa
Yusimil–. Si tuviera todos los problemas resueltos, lo seguiría haciendo
porque me gusta, es una necesidad de mi cuerpo y mi mente. Esas otras
que sólo lo hacen por economía nos avergüenzan –dicen las Señoras de la
Vanguardia–, ellas no son como nosotras que lo hacemos por inspiración,
y profesamos respeto por el oficio más antiguo de la humanidad, según he
escuchado, y estas desnaturalizadas nos avergüenzan, nos desacreditan
nuestra labor social, asociada intrínsecamente al arte del placer
genuino –dice.
Ingeniera química sin perfil
Y a mi pregunta de si no era preferible estudiar alguna carrera
universitaria sonríe con ironía, respira y mira la luna como buscando
paciencia antes de responderme:
–Mira, sabelotodo, yo soy Licenciada en Ingeniería Química, y de nada me
sirvió porque en mi familia no existen funcionarios, políticos o
militares de rango que me abrieran el camino. Fui a trabajar al famoso
Polo Científico, y allí sentí que era una prostituta también, alguien me
explotaba, en este caso el Consejo de Estado, que es a quienes pertenece
el Polo, y no pagaban mi inteligencia ni mi horario consagrado. Si me
van a explotar al menos que me paguen, si ellos se llevaban nuestros
éxitos en investigaciones, ahora me pagan bien, y se llevan el placer de
poseerme.
Por lo que probablemente muy pronto, el gran burdel en que se ha
convertido Cuba, tendrá sus zonas especializadas con privilegios para
los que presenten los carnes de la Juventud y el Partido Comunista, y
descuentos para la Policía Nacional y las Fuerzas Armadas, al estilo de
la novela Pantaleón y las visitadoras de Mario Vargas Llosa. Más
adelante se verán las tarifas de los "trabajadores destacados",
"estudiantes", etc.
La Habana será la primera zona laboratorio, y el Consejo de Estado
rogará disculpas por las molestias que pueda causar, mientras que la
policía se encargará de cerrar las fronteras de acceso a la ciudad para
evitar estampidas de curiosos, jóvenes ansiosas por matricular en
posgrados en la materia, hombres desesperados por calor de mujer, y
esposas celosas.
–La manera de dignificar el trabajo que hacen, porque es un trabajo,
además de hacer valer derechos también –asegura la Heredera–, eso es muy
importante, y los cuidados de salud, la protección de la violencia
(sic), la protección del abuso (sic) en sentido general.
¿Un festival de artes sexuales?
Entonces ya no tendrá más necesidad la Soberana de ir inoportunamente
por el mundo a desacreditar la mala organización y sanidad que presentan
las prostitutas cubanas, y en su oportunidad se organizará un Festival
Internacional de las Artes Sexuales, que como circo recorrerá la nación
de un extremo al otro.
Porque coño, nuestro vino será amargo, pero es nuestro vino, hay que
recordar el pasado, siglos de leyendas que han sorteado el tiempo, como
la del mismísimo Yarini, pensar en las putas de San Isidro, de la Calle
Pajarito, de Guarina, de Zanja, de la Plaza del Vapor, del barrio de
Colón o, incluso, las escenas descritas en las famosas novelas de Miguel
de Carrión y otros escritores contemporáneos como Amir Valle, por solo
mencionar dos de los más representativos; por eso es inaceptable que una
Aristócrata venga, después de tantos años, a continuar imponiendo los
modelos que les impresionan por el mundo, que nosotros teníamos desde
antes uno más auténtico, famoso y nacionalista, cuando ni siquiera
Ámsterdam aparecía en el mapa de la delectación. Y como estamos hablando
de nobles lazos sanguíneos y de modelos, hay que inferir y asustarse por
la cercanía filiar, y recordar que su padre, el actual Emperador, en su
juventud fue a la extinta (que en paz descanse) Unión Soviética, y nos
trajo la triste idea de crear el socialismo, que si de atractivo tenía
para Fidel Castro, fue y es, que permitía y permite, la posibilidad
"legal" de permanecer en el poder para siempre.
Es decir, que gracias a su grandiosa visita vivimos como estamos: la
hambruna, la miseria, y la falta de libertad pululan en toda la Isla.
Cubanos dispersos por los rincones más inimaginables del mundo. Por eso
asusta cuando a la Familia Real se le ocurre un modelo ajeno, porque
enseguida vienen a probar como si fuéramos conejos de laboratorio.
–En Cuba hay prostitución, y a mucha honra –grita Yusimil–, y no
necesitamos "madrinas" ni "sindicatos", sólo un poco de respeto para con
nosotras. Con eso sería suficiente.
* Escritor cubano residente en La Habana. Su libro de cuentos Dichosos
los que lloran ganó el premio Casa de las Américas en el 2006. Es autor
del blog Los hijos que nadie quiso. Actualmente enfrenta un proceso
legal, con petición de 15 años de cárcel.
Notas relacionadas:
- Mariela Castro: "Admiro que las prostitutas han encontrado una manera
digna de hacer su trabajo sexual"
- Mariela Castro se suma a la red social Twitter
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