¿Y la libertad de Cuba, qué?
Es difícil creer tanta ingenuidad e ignorancia de parte de los
legisladores estadounidenses
Lunes, mayo 29, 2017 | Sergio Ramos
SAN JUAN, Puerto Rico.- Un grupo de senadores bipartidistas ha
presentado un Proyecto de Ley para liberalizar los viajes de turistas a
Cuba. También se ha radicado otro proyecto de ley para permitir las
exportaciones de ciertos productos agrícolas a ese país. Algunos de los
legisladores que promueven tales medidas argumentan que representarían
cerca de 2 mil millones de dólares anuales en comercio para los Estados
Unidos. De hecho, el secretario de agricultura nombrado por esta
administración, Sonny Purdue, es partidario de que los bancos
norteamericanos financien las compraventas de productos con Cuba.
El senador republicano por Wyoming Mike Enzi, con sagaz malabarismo
retórico, argumentó que la medida es una vía de "circulación no solo de
bienes, sino de ideas, ideas de libertad y democracia". Por su parte, la
senadora por Minnesota Amy Klobuchar dijo que tal medida "crearía
oportunidades para el pueblo cubano".
Nos es difícil creer tanta ingenuidad e ignorancia de parte de dichos
experimentados legisladores. Ellos saben muy bien que en Cuba existe un
régimen totalitario donde se conculcan todas las libertades
fundamentales del pueblo cubano. Ellos están muy bien informados sobre
el hecho de que todo comercio con Cuba se hace a través del Estado
cubano y que redunda en beneficio de la dictadura y de las arcas de la
casta gobernante que controla el poder político y económico del país.
Estos congresistas están muy conscientes que, al final, los grandes
beneficiarios de ese comercio serán los altos jerarcas de la
nomenclatura cubana. El pueblo solo tendrá migajas y explotación, tal
como lo ha estado sufriendo por más de cinco décadas. Saben también que,
en muchas ocasiones, los productos que han recibido como ayuda a Cuba de
parte de sus aliados, el régimen, en vez de entregarlos al pueblo, los
ha vendido por divisas en el exterior. Divisas que van a parar a los
bolsillos de los jerarcas en cuentas bancarias en paraísos fiscales.
En realidad, ellos no están buscando el beneficio, ni las libertades de
los oprimidos cubanos, sino enriquecer los grandes intereses económicos
que, posiblemente, financien sus costosas campañas políticas.
Estos son los mismos que cuando se acercan las elecciones, comparecen
ante los exiliados pidiéndoles el voto, retratándose en los lugares
iconos del exilio y prometiéndoles que harán "villas y maravillas" por
la libertad de Cuba. ¡Hipócritas!
Ellos olvidan defender los intereses de los que están esclavizados, en
franca contravención a los postulados universales sobre los derechos del
hombre que contiene la Constitución de los Estados Unidos y que recoge
la Carta de Derechos Humanos de las Naciones Unidas. Ellos son los
mismos que se llenan la boca en sus tribunas electorales hablando de la
libertad para los cubanos, mientras por detrás promulgan medidas que
solo benefician a la dictadura castrista.
Mientras proponen la liberalización de los placenteros viajes de
turistas y los jugosos negocios con Cuba, también con conocimiento de
los legisladores, la dictadura castrista golpea todos los domingos a las
Damas de Blanco, destruye las iglesias evangélicas que no se arrodillan
ante los opresores, encarcelan a los opositores que claman porque se les
respeten los derechos humanos al pueblo, hostigan a los hijos menores de
los opositores que demandan justicia para el empobrecido pueblo cubano,
y silencian a golpe y cárcel a los periodistas independientes que tratan
de divulgar los horrendos atropellos y abusos al pueblo que comete la
dictadura.
Desean los viajes por la libre a Cuba para los americanos, mientras el
régimen dictatorial discrimina contra sus propios ciudadanos y
nacionales cubanos exigiéndoles una visa, alias "permiso de viaje", para
visitar su propia tierra que los usurpadores en el poder le han robado,
convirtiendo su patria en una finca privada de los opresores castristas.
Nos recuerdan estos legisladores de esta gran democracia a la hipocresía
de los fariseos que se ufanaban de la pulcritud y el cumplimiento de los
preceptos del judaísmo, mientras por detrás hacían todo lo contrario a
cambio de acumular monedas de oro. Las mismas treinta monedas por las
cuales vendieron al Cristo para crucificarlo.
La libertad de un pueblo no se logra enriqueciendo y fortaleciendo a los
opresores, sino arruinando las economías de los tiranos y debilitándolos
en su poder. Pero lo real es que hay quienes tienen por motivación, solo
el afán de poder y riqueza que esconden tras poses y discursos
demagógicos y patrioteros. Estos son los viles hipócritas, fariseos de
la democracia, aliados sutiles y encubiertos de los tiranos.
Source: ¿Y la libertad de Cuba, qué? CubanetCubanet -
https://www.cubanet.org/colaboradores/y-la-libertad-de-cuba-que/
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