Friday, May 6, 2016

La premeditada desinformación oficialista, (1ra parte)

La premeditada desinformación oficialista, (1ra parte)
mayo 4, 2016 7:45 am por Rogelio Travieso Pérez

Cerro, La Habana, Rogelio Travieso, (PD) El tiempo que una revolución
puede identificarse con ese nombre es breve: quizás, a lo sumo, diez años.

El 6 de enero de 1959, por decreto ley, fueron eliminados los partidos
políticos tradicionales. Se reconocieron solamente como fuerzas
políticas los distintos grupos armados que habían participado en la
lucha contra la dictadura de Batista. Para tranquilidad de los posibles
inconformes con el decreto prohibitivo, en este se anunciaba una
convocatoria a elecciones en el término de dieciocho meses.

En el mismo año 1959 se iniciaron los enfrentamientos del régimen con la
prensa. Ya en 1960, los medios que no estaban al servicio del nuevo
régimen, fueron intervenidos por el estado o eliminados.

La premeditación del calificativo "revolución" es justificativa para la
improvisación, la arbitrariedad, el no compromiso, el no rendir cuentas.

De ahora en lo adelante, para ser designados en cargos políticos o
públicos, hay limitantes en la edad. Pero los que han mandado desde 1959
hasta el presente, es decir, los de siempre, podrán seguir mandando
aunque 80, 85, 90 años.

Eso es la revolución: para unos sí, para otros no.

La llamada Caravana de la Libertad, que durante los primeros ocho días
de enero de 1959 recorrió Cuba, impactó de manera tal que hizo creer que
los rebeldes de la Sierra Maestra que estuvieron con Castro habían sido
los protagonistas principales de la lucha contra la dictadura de
Batista. Los demás luchadores, los que día a día, se jugaron la vida en
la clandestinidad, en la capital, en Santiago de Cuba, en ciudades y
pueblos, pasaron a un segundo plano.

Ese recorrido a lo largo de la isla, no fue casual, fue premeditado.

En su discurso en el Campamento Columbia, Fidel Castro dijo: "¿Armas
para qué?… Cuando todos los derechos del ciudadano han sido
restablecidos, cuando se va a convocar a unas elecciones en el más breve
plazo de tiempo posible…"

Este primero de mayo se cumplieron 55 años de que Fidel Castro eliminara
las elecciones libres. Con esas dos medidas, garantizó el control
político autoritario.

Por entonces, ya habían sido creadas las llamadas organizaciones de
masas, todas bajo control oficialista.

Aquellas preocupantes medidas iban acompañadas de gestos tales como la
Alfabetización, la Ley de Reforma Agraria, Ley de Reforma Urbana, el
populismo del pleno empleo.

La premeditada confrontación con los Estados Unidos generó en 1960 la
nacionalización de centrales azucareros, refinerías, además de de casi
400 grandes empresas, tanto de capital nacional como extranjero. Como
resultado, en enero de 1961, Estados Unidos y Cuba rompieron relaciones.

A la Campaña de Alfabetización le siguió, la intervención de las
escuelas privadas y la expulsión del país de las denominaciones
católicas que atendían muchas de estas escuelas privadas.

Las medidas autoritarias buscaban la desarticulación del antiguo orden
para el logro futuro del control político.

La autonomía universitaria fue liquidada en 1960. Hasta la dictadura de
Batista respetó aquella conquista estudiantil. El nuevo régimen, no.

En las elecciones de la Federación Estudiantil Universitaria (FEU)
prevaleció el criterio y la decisión de Fidel Castro a favor del
candidato Rolando Cubela para desfavorecer la elección del joven
católico Pedro Luis Boitel.

Es justo que se diga que Pedro Luis Boitel y Rolando Cubela fueron
valiosos luchadores contra la dictadura de Fulgencio Batista.
Posteriormente, ambos, Cubela y Boitel fueron a parar a la cárcel por
oponerse al régimen de Castro. Boitel, lamentablemente, murió en 1972,
tras una huelga de hambre, y Cúbela, después de salir de prisión, marchó
al exilio.

Los electos para dirigir la Central de Trabajadores de Cuba [CTC], en
mayo de 1959, habían sido luchadores contra la dictadura de Batista,
pero eran abiertamente anticomunistas. En noviembre de 1959 se convocó
al X Congreso de la CTC, para relegarlos e imponer a los comunistas,
pero no les resultó. Sin embargo, a inicios de 1960, se produjo otro
congreso que resultó ser una purga. Los dirigentes electos en el X
Congreso fueron considerados como traidores. Fue impuesto para presidir
la CTC, el comunista Lázaro Peña, quien estaría rodeado de un nuevo
ejecutivo nacional. Uno de los primeros acuerdos tomados por ese
ejecutivo fue renunciar al derecho a huelga de los trabajadores cubanos.

Lunes de Revolución resultó ser un polémico escollo entre el régimen y
los intelectuales. En 1961, el enfrentamiento de criterios entre los más
liberales de Lunes de Revolución y los comunistas del ICAIC y del
periódico Hoy, se recrudecieron. El cortometraje PM fue el detonador que
crispó más el conflicto. El film fue acusado de ofrecer una imagen
negativa del pueblo cubano.

Ante este conflicto, en junio de 1961, Fidel Castro citó para la
Biblioteca Nacional a los intelectuales cubanos más renombrados y allí
definió, sin contemplaciones la nueva política cultural: "Dentro de la
revolución, todo; fuera de la revolución, nada".

El domingo 24 de abril, a las 11.30 A.M, al concluir una pieza musical
escuché, por la emisora Radio Taino, de forma tergiversada, aquella
frase de Fidel Castro: "Dentro de la revolución; todo; contra la
revolución, nada".

¡Qué grado de irrespeto al pueblo cubano muestra este régimen en lo que
se refiere a la desinformación premeditada!
rotravep@gmail.com; rogeliot@nauta.cu; Rogelio Travieso
*Partido Liberales de Cuba.

Source: La premeditada desinformación oficialista, (1ra parte) |
Primavera Digital -
http://primaveradigital.net/la-premeditada-desinformacion-oficialista-1ra-parte/

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