En medio de apertura, negocio de quinceañeras florece
Por CHRISTINE ARMARIO
Associated Press
29 de diciembre de 2015
LA HABANA, Cuba (AP) — En la cima de unas escalinatas circulares en una
casa al borde de la playa en La Habana, Camila López Rivas se acuesta en
el suelo de baldosas, y sonríe con picardía ante una cámara de vídeo que
la filma y hace círculos sobre su cabeza.
Alrededor de ella aparecen retazos de su vestido azul de tafetán, el
primero de los nueve trajes en los que la niña de 14 años va a posar y
que incluyen desde vestidos de boda a un bikini verde neón.
Camila vive en Miami. Es hija de un conductor de camión que salió de
Cuba cuando ella estaba de brazos. No recuerda nada de la isla pero
quería volver a tomarse las fotografías y los vídeos que las niñas de
Latinoamérica normalmente se hacen cuando cumplen 15 años.
"Me fui muy niña", dijo Camila durante una pausa en la sesión de
grabación. "Pero soy de aquí".
Los viajes Miami-La Habana se han vuelto frecuentes para las jóvenes que
ahora quieren celebrar sus quince años en Cuba pues no sólo les resulta
atractivo sino también económico. Una serie de recientes reformas al
modelo cubano permitieron la aparición de algunas empresas privadas, lo
que sumado al restablecimiento de las relaciones diplomáticas con
Estados Unidos han impulsado la creación de estudios fotográficos o de
empresas de planeación de eventos que ofrecen toda una serie de
servicios a las adolescentes.
Las intricadas redes que conectan a los cubanos de Miami y La Habana
alimentan este emprendimiento: Camila se enteró de la existencia de
Marbella Estudios, a quienes finalmente contrató, por otra niña que vive
en la Florida a la que le hicieron las fotos de quinceañera.
Enclavada en una casa de estilo Art Decó en el poblado de Guanabo, a
unos 30 minutos en coche desde La Habana, Marbella Estudios actualmente
tiene 12 empleados entre fotógrafos, estilistas y camarógrafos. Ofrece
más de 500 vestidos diferentes y tres vestuarios para que las niñas se
cambien. Ah, y también tienen un calendario lleno de citas. Su
propietaria, Sara Medina Vigor, dice que cerca del 60% de las casi 500
niñas a quienes se les hace un estudio de fotografía provienen de otros
países, y que julio y diciembre son los meses de temporada alta.
La fiesta de quince o las quinceañeras, como se le conoce en la región
al festejo que celebra el paso de niña a mujer, tiene una tradición
centenaria en América Latina. En algunos países, como México o Colombia,
lo principal es la celebración de una fiesta con padrinos, edecanes, un
enorme pastel (a veces incluye un paseo en limusina), brindis y el baile
de un vals con el padre. Pero en Cuba, las fotografías son lo más
importante.
Las primeras evidencias de la aparición de estos negocios encargados de
documentar el tradicional festejo, aparecieron en las puertas de los
descascarados edificios de La Habana. También abundan anuncios en
páginas web como Revolico.com, una especie de 'Craigslist' del submundo
cubano. Muchos de estos estudios son manejados por ex profesionales
estatales que compraron cámaras con la ayuda de sus parientes
estadounidenses y que vieron que la toma de fotografías era mucho más
rentable que un salario mensual de $20, que es el promedio que paga el
gobierno.
Alberto González, propietario del estudio fotográfico Aladino, dijo que
durante el verano pasado la clientela provenía tanto de Cuba como del
extranjero, en igual medida. "Se ha mejorado ahora con las relaciones
entre EEUU y Cuba", dice González. "Este año vinieron más que otros años".
El mercado del lado cubano lo nutren, principalmente, las hijas de
quienes trabajan en sectores emergentes de la economía y que hacen parte
de un incipiente sector privado. Con la actualización del modelo
económico, muchas familias ahora tienen un dinerito extra para gastar en
las fiestas de quinceañeras.
Source: En medio de apertura, negocio de quinceañeras florece -
https://es.noticias.yahoo.com/en-medio-apertura-negocio-quincea-eras-florece-040538303.html
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