En respuesta a la proposición de Antonio Rodiles
ELIÉCER ÁVILA | La Habana | 28 Oct 2015 - 6:04 pm.
'Acepto con gusto tu propuesta y me llena de optimismo saber que pronto
los cubanos podrán conocer mejor cuáles son nuestras ideas, la lógica
que mueve nuestros esfuerzos y las metas que nos proponemos.'
Cuando era apenas un niño de nueve años que corría entre cañaverales, mi
padre me regaló el primer libro y me obligó a leer 20 páginas diarias
antes de dormir. Era la trilogía de Alexandros. Apenas empecé bajo
protesta a introducirme en El hijo del sueño, aquella historia de
aventura, pasiones, honor, amores, sabiduría y misticismo me atrapó.
Creo incluso que ese libro fue mi primer amor. En ese momento yo creía
que el único motor impulsor de la historia era un buen líder, alguien
que movido por la vocación más pura de servicio a su nación hiciera
hasta lo imposible por desarrollarla y cuidarla.
Hoy a mis 30 recién cumplidos, la vida me ha enseñado algo nuevo. Los
líderes no son personas perfectas y pueden incurrir en las mismas
tentaciones y debilidades de cualquier se humano. La actitud excepcional
y superior probablemente esté en entender algo que leí tiempo después,
gracias a otro regalo de mi padre: "Todos los hombres llevamos una fiera
dentro —contra el hombre que aspiramos a ser". Y esto otro: "Quien pudo
ser antorcha y desciende a mandíbula, deserta". Las dos, frases de José
Martí.
Yo creo que a la luz de nuestras actuales desavenencias, la gente nos ha
dado una lección muy importante que, al menos por mi parte, no será
olvidada. La polémica de cuyas raíces no hablaré más, provocó miles de
mensajes de personas que siguen con fidelidad, respeto y esperanza
nuestro trabajo. Como es normal, hubo muchas posturas encontradas. Pero
algo ha sido constante y mesurado: a nadie le interesa vernos
destrozándonos con los argumentos que seguramente los dos encontraríamos
una y otra vez. Como deportista competidor que soy, y haciendo mis
cálculos siempre creo que puedo ganar. Pero te confieso algo, ya no me
interesa.
Descargar con cierta ira un par de cosas que tenía atrabancadas por lo
que he visto y vivido, también por lo mal que me sentí en muchos
momentos por tus actitudes contra amigos que admiro y quiero, me provocó
una sensación de alivio.
Ahora deseo responder a tu llamado sobre un debate público. Pues para
eso nací y me ha parecido fenomenal la idea que, de hecho, vengo
proponiendo hace años. Pero te invito a que seamos pioneros en algo que,
lejos de debilitarnos, nos fortalezca a nosotros y sobre todo a nuestra
nación. Te invito a tener no uno, sino muchos debates al más alto nivel
político y cívico que podamos lograr. Que sirvan de ejemplo y camino
para que puedan seguirnos y sumarse a la práctica todos los líderes
democráticos cubanos y las personas que nos escuchen también.
Ya tú tienes una pequeña hermosa, o dos si mal no recuerdo, y yo quiero
tener los míos pronto. Por eso hay algo mucho más importante para mí que
procurar vencerte, y es que cuando mis niños crezcan y puedan buscar
toda esta historia en internet, porque la tendrán, solo encuentren cosas
de las que pueda sentirme orgulloso y me sirvan de ejemplo para
convertirlos en los mejores ciudadanos que puedan ser.
Acepto con gusto tu propuesta y me llena de optimismo saber que pronto
los cubanos podrán conocer mejor cuáles son nuestras ideas, la lógica
que mueve nuestros esfuerzos y las metas que nos proponemos. Tal vez
así, haciendo que muchos comprendan el sentido de esta lucha, nuestros
puntos de encuentro y nuestras diferencias, logremos lo que hasta hoy ha
sido imposible: despertar el espíritu indomable del caimán cimarrón que
duerme.
Source: En respuesta a la proposición de Antonio Rodiles | Diario de
Cuba - http://www.diariodecuba.com/cuba/1446043196_17776.html
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