El ébola "infecta" las conversaciones de los cubanos
LA HABANA.- Entre la gente de a pie, las opiniones sobre la decisión del
Gobierno de Raúl Castro de enviar médicos a regiones infectadas del
virus abarcan un amplio registro de respuestas
PELIGRO | 31 de octubre de 2014
IVÁN GARCÍA/ ESPECIAL DLA
No todo es cuestión de dinero. Para Joel, médico intensivista, controlar
una plaga, virus o socorrer a una nación después de un desastre natural
va más allá de la ideología o intereses materiales.
A sus 64 años, con una incipiente diabetes, está dispuesto a viajar a
Sierra Leona, Liberia o Guinea Conakry y unirse al personal sanitario
que combate el terrible virus del ébola.
No es miembro del partido comunista ni un entusiasta seguidor del
régimen de los hermanos Castro. "Es un asunto de humanidad. He prestado
servicios en África, Venezuela y Pakistán. No hubiera vacilado para
asistir a las víctimas del 9/11, en Nueva York, o el huracán Katrina, en
Nueva Orleans", confiesa el médico habanero.
Y cuenta que ha pernoctado 10 semanas en una casa de campaña rodeada por
una nube de mosquitos, comiendo alimentos en conserva y bañándose dos
veces a la semana en un río de la jungla africana.
"Ningún dinero del mundo paga eso. Si viviera en España o Estados
Unidos, me enrolaba en Médicos sin Fronteras o cualquier otra asociación
caritativa. ¿Qué este Gobierno es un fracaso? Lo es. ¿Qué utilizan los
servicios de salud como propaganda y un medio para ganar miles de
millones dólares que nadie sabe luego en que se gasta? Es cierto. Pero
allá afuera hay naciones y personas que necesitan ser socorridas. Y eso
para mí es suficiente", explica.
Cuatro médicos del policlínico Turcios Lima, en el Reparto Sevillano, a
30 minutos del centro de La Habana, que se encontraban trabajando en el
cuerpo del guardia, también estarían dispuestos a viajar a la zona cero
del ébola.
"No es mentira que la necesidad económica es una de las claves para
alistarse en misiones medicas en Venezuela o Brasil. Pero esto es
diferente. Es nuestra vida la que está en juego. Alguien debe dar un
paso al frente. Si virus como el ébola no son controlados, sería una
catástrofe para la humanidad", afirma una joven doctora. El resto de sus
colegas asienten.
Entre la gente de a pie, las opiniones sobre la decisión del Gobierno de
Raúl Castro de enviar médicos a regiones infectadas del virus abarcan un
amplio registro de respuestas.
Erasmo, economista, no está de acuerdo que sean los médicos cubanos los
que arriesguen su pellejo en la lucha por el ébola. "Cuba vive una
crisis económica desde hace 25 años. En el país cada día hay menos
médicos para atender a la población. No se ha podido erradicar el
dengue, que prácticamente es una pandemia, ni el chikungunya ni el
cólera. Sólo por pura politiquería, el Gobierno manda a esos pobres
diablos a África", opina.
Diosbel, estudiante de segundo año de Ingeniería en Telecomunicaciones,
apoya la decisión del Gobierno de enviar personal de salud que ayude en
la disminución del ébola, pero matiza su respuesta.
"Veo bien que se cree una coalición de países, ya sean ricos o pobres,
para erradicar el virus. Aplaudo que Estados Unidos y Cuba, a pesar de
las diferencias políticas, sean aliados en esta lucha. Yo estaría
dispuesto a ir, pero si al frente del grupo viajan Antonio Castro,
ortopédico hijo de Fidel, y Aleida Guevara, doctora hija del Che. Se
debe predicar con el ejemplo", apunta.
En una casa de El Calvario, poblado al sur de La Habana, varios amigos
juegan dominó y beben ron añejo, mientras escuchan a Joaquín Sabina en
una grabadora.
A los temas de conversación habitual -carestía de los alimentos, bajos
salarios y planes para emigrar-, se suman el ébola y la decisión del
régimen de La Habana de no repatriar a los médicos que fallezcan en África.
Rubén, desempleado, dice que ni loco viajaría a ninguna nación infectada
de ébola. "No tengo vocación de mártir. Ni aunque me paguen un millón de
dólares. Tampoco apruebo que los médicos o enfermeros que mueran no
puedan ser enterrados en Cuba".
Danilo piensa todo lo contrario. "Olvídate de los intereses políticos o
financieros que pueden estar detrás. Pero en temas de salud, el Gobierno
cubano siempre ha estado dispuesto a ayudar a otras naciones. Los que
mueran en África deben enterrarlos allá, pues si lo trasladan se corre
el riesgo de que se propague el ébola en la isla. Y si eso sucede,
entonces sí estamos jodidos".
Las condiciones de vida del primer grupo de 165 médicos cubanos que
arribaron al epicentro de la epidemia son duras. Según The Wall Street
Journal, los colaboradores cubanos en Sierra Leona se hospedan en un
hotel barato de Freetown, tres por habitación, donde los inodoros están
rotos y las moscas zumban sobre los manteles mugrientos de las mesas
donde comen.
Los seleccionados reciben un entrenamiento intensivo de tres semanas en
hospitales de campañas instalados en el patio del Instituto de Medicina
Tropical Pedro Kourí en La Lisa, un municipio del oeste de la capital.
Según Roiniel, anestesista del hospital infantil William Soler, el
Gobierno prevé pagar 5.000 dólares mensuales. "Se supone que ese dinero
proviene de la OMS. Hay mucha especulación sobre el monto. Se dice que
el Estado cobra 10.000 dólares y paga solo la mitad. Por un amigo que
viajará próximamente, me enteré que al regreso le otorgaran una casa y
un auto".
El médico especialista en cuidados intensivos Joel subraya que no es
cuestión de ganar dinero, tener una casa o un auto. "Esas cosas son
importantes. Pero más importante es la vida humana y ésta no tiene precio".
Cuando se le pregunta si marcharía a Sierra Leona, incluso sabiendo que
las posibilidades de contagiarse con el letal virus pueden ser de un
90%, te mira a los ojos y responde: "Por supuesto, allí estaría".
Source: El ébola "infecta" las conversaciones de los cubanos :: Diario
las Americas :: Cuba -
http://www.diariolasamericas.com/4847_cuba/2770070_el-ebola-infecta-las-conversaciones-de-los-cubanos.html
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