Cerro Calvo

Cerro Calvo
MARTES, 29 DE OCTUBRE DE 2013 00:38 ESCRITO POR FELIBERTO PÉREZ DEL SOL

Cuba actualidad, Santa Clara, Villa Clara, (PD) Existe al sur de Santa
Clara una colina de verde gallardo y sinuosas faldas que ve la hierba
crecer. Posee además un historial de hechizos que ha extasiado a poetas
y literatos.

Asimismo, Cerro Calvo, vigía de mansos caseríos nacidos a sus pies,
sufre el pertinaz ataque de un polígono militar cercano, empecinado en
lastimarle una de sus laderas.

A las sombras de este cerro, ubicado entre las carreteras de Báez y
Manicaragua, se cobijan tres agitadas barriadas, cada una de las cuales
quiere para sí su incierta mirada. Mas los radicados desde 1916 próximos
al tanque del acueducto, lugar llamado hoy Sakenaf, saben que es para
ellos, pues Cerro Calvo da de lado al Caracatey y la espalda a
Boquerones, los demás poblados que podrían disputarse su cálida ojeada.

Si bien no tiene pródiga flora ni disímil fauna, en mis primeras subidas
a su pelada cima, cerca de 1980, advertí allí árboles frutales y cierto
tipo de jutías.

Algo que no ha perdido el conjunto calcáreo es poder ver, desde su cima,
los dorados rayos del sol inundar la ciudad de Santa Clara en las tardes.

Manuel García-Garófalo Mesa, copioso escritor local, lo recreó en "La
bruja de Cerro Calvo", mito incluido en sus "Leyendas y Tradiciones
Villaclareñas", de 1925. Allí le colgó además que sirviera de hogar a
hechiceras, al decir: "Alzase como enorme piedra gris bermeja el
majestuoso Cerro Calvo, residencia fantástica de un sin número de
brujas, que por las noches vuelan montadas en sendas escobas y se
introducen por la ciudad con macabro ruido... Fui allá una tarde, antes
que el sol declinara y en la falda del altivo Cerro, parecido a un rey
destronado, me encontré con una bruja..., la dejé en su guarida,
continuando mí marcha a la cima. Al entrar en la ladera me salió una
brujilla, que frenándome el paso decía: detén tu marcha curioso
caminante, vas al país de lo desconocido, a la cima donde se divisa la
ciudad adormecida en voluptuoso sueño, allá toparás un espléndido
paisaje y el vértigo de la altura te dominará...".

Florentino Martínez, "Floro", distinguido cronista municipal, describe
de forma más sólida otro enigma espectral, acaecido en la citada
elevación. En "La loca de Cerro Calvo", leyenda recogida por él en "Ayer
de Santa Clara", obra de 1959, detalla: "En el primer cuarto del siglo
XVIII, comenzaron los vecinos a observar, entre medrosos y sorprendidos,
que todas las noches vagaba una anómala luz por Cerro Calvo; aquella
lumínica aparición nocturna, algunos aseguraban que pronunciaba el
nombre Luz...". Eran, según el relato, "las lastimeras llamadas de
Ángela", por su hija Luz, víctima de un secuestro amoroso.

Apartado un poco de las leyendas están las graciosas estrofas "Cerro
Calvo", escritas en 1925 por el comandante mambí santaclareño Justiniano
Pedraza, "Justo Niani". Dice en la primera de estas: "Cerro-calvo a tu
planicie/ ascendí alegre y confiado/ y al mirarte enmarañado/ no me
expliqué tu calvicie...". La última, con igual carga de humor reza así:
"Protesta, Cerro, protesta/ en tono recio o airado/ de que te llamen
pelado/ teniendo zarza en la cresta/ protesta como un gigante/ de las
sierras de Escambray/ suelta un grito, lanza un ¡ay!/ ó muéstrate
amenazante/ y pide enérgico y rudo/ que los hijos de este suelo/ en vez
de cerro sin pelo/ te llamen cerro peludo".

Beto Ciruelo, folklorista con residencia limítrofe al campo de tiro que
ametralla hoy a Cerro Calvo, le dedicó una vez un soneto. He aquí los
obligados cuartetos: "Cerro Calvo, usted debiera/ tomar una solución/
para ver si así el cañón/ al disparar no te diera. Por ejemplo, si
pudieras/ cambiarte de posición/ o quizás una conversión/ con quien
dispara en trinchera".

Acerca de los tercetos, Ciruelo fue más juicioso en su temática. Dicen
estos: "Como opinar tu no puedes/ alguien velará por ti/ para que mudo
no quedes. Púes, ya dicen por ahí/ que parecen tus paredes/ el interior
de un ají".

En Cerro Calvo perdurará el verdor, la inmóvil posición sureña y sus
ondeantes declives, quizás, hasta rimadores como Beto sigan velando por
él. Por su parte, quienes vivimos a su sombra, continuaremos
acompañándolo como si así le hiciéramos más llevadero el fuego de
artillería originado en un campo de ejercicio militar vecino, el cual
persiste en erosionarle su vertiente primordial.

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Source: Cerro Calvo | Cuba noticias actualidad.Periodismo independiente.
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